El saco gestacional es uno de los principales tejidos destinados al adecuado desarrollo del embrión o feto durante el embarazo. Sin él, la gestación tal y como la conocemos sería inviable, ya que en su interior se encuentra suspendido tanto el futuro bebé como el líquido amniótico.
Su formación es compleja y muy interesante, pero en las siguientes líneas haremos referencia a algunos de los aspectos más básicos sobre esta interesante estructura: cómo es, cuánto puede medir y para qué sirve. ¿Te interesa saber más? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el saco gestacional?
El saco gestacional es una estructura muy importante para el embarazo, ya que dentro de él se aloja tanto al bebé como al líquido amniótico que lo rodea. Al igual que el útero, este tiene una gran capacidad de expansión o elasticidad que alcanza su máximo alrededor de la semana 35-37 de embarazo.
Su tamaño depende mucho de la semana que se esté considerando, ya que aumenta de forma progresiva. En sus inicios, es posible que mida unos pocos milímetros de diámetro, hasta alcanzar un tamaño lo suficientemente grande para albergar a un feto que mide alrededor de 50 centímetros, por ejemplo.
Si piensas en el saco como una especie de huevo, la cáscara está formada por una serie de membranas. La más interna -que está en contacto con el líquido amniótico- se conoce como amnios, mientras que la más externa se llama corion.
Es curioso que el corion se comunica directamente y es una especie de prolongación de la placenta. Este último órgano es el principal encargado de la nutrición del futuro bebé, gracias al intercambio de nutrientes entre la madre y el feto debido al paso de sangre.
¿Cuáles son las funciones del saco gestacional?
Las funciones del saco gestacional no solo se limitan a las membranas por sí solas, sino también al líquido amniótico que contiene. Este participa de forma activa en el desarrollo de los distintos órganos del embrión o feto, además de darle soporte y protección en caso de traumatismos o eventos similares.
Protección
¿Imaginas lo que le podría pasar a tu bebé si recibieses un impacto directo en el abdomen? El saco gestacional, gracias a la presencia del líquido amniótico en su interior, permite amortiguar muchos de los traumatismos en la zona. Esto, indudablemente, protege al bebé y disminuye la incidencia de abortos y eventos patológicos.
Favorecer el desarrollo del futuro bebé
Si bien es común pensar en el saco gestacional como una estructura sin vida, en realidad no es así. Este participa de forma activa en la nutrición del futuro bebé, ya que en cierto modo sus capas dan origen a la placenta, uno de los órganos más importantes para la gestación.
Termorregulación
La regulación de la temperatura corporal dentro del saco gestacional viene dada por muchos factores. La presencia del líquido amniótico, contenido dentro del saco, es capaz de mantener unos valores constantes de temperatura para favorecer el adecuado crecimiento del embrión o feto.
Por supuesto, este último también cuenta con sus propios mecanismos de termorregulación. Uno de ellos es la aparición de una fina capa de vello en la superficie de la piel, denominado lanugo, y que le permite adaptarse de mejor manera a los cambios externos a él o ella.
¿Conoces el parto enmantillado?
El parto enmantillado, también conocido como parto velado, se refiere al nacimiento de un bebé (tanto por parto natural como por cesárea) en el que no se produce de forma normal la rotura de las membranas amnióticas. ¿Cuál es la consecuencia? Un evento raro y emocionante: el bebé nace dentro del saco.
En general no se considera un riesgo ni para el bebé ni para la madre, pero el personal médico encargado deberá actuar para permitir la rotura del saco. Después de esto -si todo salió bien- el bebé dará su primer suspiro y empezará a llorar.
El saco gestacional, una estructura vital
Es evidente que sin un saco gestacional bien formado no se puede llevar a cabo un embarazo con éxito. Si bien no es imprescindible que una madre conozca los detalles de este órgano, resulta curioso saber cómo funciona su cuerpo durante el embarazo. ¡Con esto se confirma que es un proceso muy complejo y maravilloso, digno de admirar!