Placenta: desarrollo, estructuras y funciones

La placenta es el órgano imprescindible para el correcto desarrollo del feto durante la gestación. Aprende más sobre ella en este artículo.
Placenta: desarrollo, estructuras y funciones

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 11 febrero, 2022

La placenta es el órgano imprescindible para el desarrollo del feto durante el embarazo, y solo se desarrolla cuando este existe. Permite nutrir y oxigenar al feto y eliminar sus productos de desecho, asegurando, así, su correcto crecimiento y bienestar.

Desarrollo de la placenta

El desarrollo de la placenta atraviesa varias fases durante el embarazo. Comienza en el día 5 posterior a la fecundación, en la fase de desarrollo pre-implantacional, y continúa durante todo el embarazo, produciéndose cambios en ella hasta el final de la gestación.

En el día 5 posterior a la fecundación, el producto de la concepción inicia un proceso llamado diferenciación celular y se forman 2 grupos de células: el trofoblasto y el embrioblasto. La placenta y todos sus constituyentes se formarán a partir del trofoblasto.

Aproximadamente en el día 8 después de la fecundación el producto de la concepción llega a la cavidad uterina y comienza el proceso de implantación. En este periodo, el trofoblasto invadirá de forma paulatina el revestimiento uterino conocido como endometrio.

Con el pasar de las semanas, el trofoblasto se expandirá en el miometrio, llegará a los vasos sanguíneos y se formarán las vellosidades coriales. Estas últimas serán zonas donde se realizará el intercambio de sangre materno-fetal. A pesar de que el desarrollo de la placenta es paulatino, los intercambios empiezan al final de la tercera semana y en la cuarta semana ya existe una compleja red vascular.

¿Qué estructuras presenta la placenta?

La placenta está formada por dos tipos de tejidos, maternos y fetales. El tejido fetal está representado por el corion y el tejido materno por la parte más superficial del endometrio uterino.

El saco amniótico, en el que se encuentra el feto, está formado por dos membranas unidas entre sí: la membrana amniótica, que contacta con el líquido amniótico y feto, y la membrana coriónica, más externa, que contacta con el tejido materno. Cuando se rompe el saco amniótico (romper aguas), son estas membranas las que se desgarran con la consiguiente salida de líquido al exterior.

La parte materna presenta vellosidades coriónicas. Son unas estructuras que se encuentran en contacto con el endometrio materno permitiendo la circulación sanguínea materno-fetal.

Placenta: desarrollo, estructuras y funciones.

El cordón umbilical conecta al feto con la cara materna de la placenta. Está formado por dos arterias y una vena. A diferencia de la circulación en adultos, en la circulación del cordón umbilical son las arterias las que transportan la sangre sin oxigenar del feto hacia la placenta, y la vena la que transporta la sangre oxigenada y rica en nutrientes hacia el feto.

Generalmente, la placenta se inserta en el fondo uterino (parte superior), aunque a veces puede insertarse en otras zonas como lo veremos a lo largo del artículo.

Funciones de la placenta

La placenta presenta múltiples funciones imprescindibles para el correcto desarrollo del feto:

  • Permite el intercambio de gases y nutrientes entre madre y feto.
  • Elabora hormonas: gonadotropina coriónica, progesterona y lactógeno placentario, las cuales se encargan de mantener el embarazo.
  • Protege al feto de la respuesta inmune materna, impidiendo que este sea rechazado como cuerpo extraño.

Cada una de las hormonas sintetizadas por la placenta desempeña una función específica y fundamental para el correcto desarrollo de la gestación:

  1. La gonadotropina coriónica permite mantener el cuerpo lúteo funcional, que es el que producirá progesterona y otras hormonas hasta que la placenta sea completamente funcional. En este sentido, la gonadotropina favorece a la síntesis de diversas hormonas para que ocurran los cambios gestacionales adecuados. Esta hormona es la que detectan los test de embarazo.
  2. La progesterona es secretada por el cuerpo lúteo hasta el segundo mes de embarazo, cuando comienza a serlo por la placenta. Es utilizada para la síntesis de corticoides fetales y participa en la formación de células deciduales en el útero, vitales para la nutrición del feto.
  3. El lactógeno placentario estimula el desarrollo y secreción de la glándula mamaria y el crecimiento de órganos fetales y el peso de la placenta.

La función inmune es imprescindible, ya que el embrión es un injerto para la madre que posee proteínas extrañas para su sistema inmune (las sintetizadas a partir de los genes del padre) por lo que podría ser rechazado por esta. Este mecanismo compatibilizador impide el rechazo gracias a la producción de factores inmunosupresores e inmunomoduladores en fases tempranas de la gestación, entre otros.

La placenta también funciona como una barrera física, impidiendo el paso de ciertas sustancias o microorganismos que puedan resultar nocivos para el feto. En este sentido, impide el paso de sustancias teratogénicas como ciertos fármacos, así como algunas toxinas sintetizadas por bacterias.

Alteraciones en la placenta

Anomalías de tamaño

La placenta suele pesar, de media, unos 500 gramos. Puede aparecer placentomegalia (placenta mayor de 1/6 del tamaño del feto) o ser una placenta pequeña. Ambas condiciones dificultan el correcto desarrollo del bebé y suponen un embarazo de alto riesgo.

Anomalías morfológicas

La placenta normal presenta forma circular, de disco. Pueden aparecer variaciones en su morfología como:

  • Placenta bilobulada. Dividida en uno o más lóbulos.
  • Succenturiata. Con uno o más lóbulos separados del disco placentario principal y unidos mediante conexiones vasculares.
  • Espuria. Similar a la succenturiata, pero sin uniones vasculares.
  • Circunvalada. Presenta en la cara fetal una depresión central, rodeada por un anillo blanquecino (este es un repliegue de ambas membranas).

Anomalías en la penetración uterina

La inserción normal de la placenta tiene lugar en el endometrio (denominado decidua durante el embarazo). Existen variaciones de esta inserción, pudiendo encontrar placentas de varios tipos.

  • Ácreta. Las vellosidades se insertan en el miometrio (músculo uterino). Está en contacto, pero no lo invade.
  • Íncreta. Las vellosidades penetran en el miometrio.
  • Pércreta. Las vellosidades atraviesan el miometrio alcanzando la serosa peritoneal pudiendo, incluso, penetrar en la cavidad abdominal e invadir órganos vecinos.
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Anomalías en la implantación

En estos casos es posible encontrar la placenta previa. Es aquella que se inserta en la parte inferior del útero, pudiendo llegar a bloquear el orificio cervical interno de forma total o parcial, impidiendo así el parto vía vaginal. Así pues, existen diferentes grados: de inserción baja, marginal, oclusiva parcial y oclusiva total.

Por fortuna, se trata de una condición poco frecuente que afecta hasta al 2 % de los embarazos según estudios. Sin embargo, es una condición bastante delicada que amerita constante vigilancia médica, ya que favorece a que exista un desprendimiento prematuro de placenta.

Alteraciones tumorales

Estas alteraciones son muy poco frecuentes, pero también pueden presentarse.

  • Mola hidatiforme. Consiste en el desarrollo de una masa placentaria localizada, no invasiva, no neoplásica y no maligna tras la implantación de un óvulo fecundado y, generalmente, en ausencia de feto. Cuando se presenta esta alteración, suele haber niveles muy elevados de la hormona B-HCG en sangre.
  • Tumores trofoblásticos gestacionales. Estas alteraciones son relativamente raras, pero son muy agresivas y graves. Pueden ser tumores benignos o malignos que tienen en común que se desarrollan a partir de la placenta. Uno de los más agresivos es el coriocarcinoma, el cual puede incluso hacer metástasis a otros tejidos.

Anomalías vasculares

La insuficiencia placentaria puede presentarse cuando la placenta no desempeña sus funciones de forma adecuada, ya sea debido a su envejecimiento, infartos placentarios, entre otros motivos.

Sobre la placenta recuerda…

Si tienes la oportunidad, solicita a la matrona o ginecólogo que te acompañe en el parto el poder ver tu placenta y sus partes. Es un órgano increíble que permite que tu bebé se desarrolle correctamente, por lo que su valor es incalculable.


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