Ruta fonológica: lo que debes saber

Las dos rutas clave que permiten el aprendizaje de la lectura son la léxica y la fonológica. Esta última es la que se relaciona con los grafemas, los fonemas y con su interpretación.
Ruta fonológica: lo que debes saber
Pedro González Núñez

Revisado y aprobado por el educador infantil Pedro González Núñez.

Última actualización: 30 noviembre, 2021

La lectura nos permite viajar a mundos imaginarios en los que es posible soñar y disfrutar a otro nivel. Nuestro cerebro es el órgano implicado en esta magia y se cree que existen dos vías bien diferenciadas que nos permiten leer: la ruta fonológica y la ruta léxica.

A continuación, vamos a conocer en profundidad la ruta fonológica, sin descuidar ni dejar de lado a la ruta léxica. A pesar de que la primera no es tan conocida como la segunda, es la que nos permite aprender las palabras nuevas y otros elementos indispensables para la lectura. No dejes de leer y entérate de qué se trata.

¿Qué es la ruta fonológica?

Madre con su hijo haciendo manualidades para que aprenda el abecedario.

En el conocido modelo de la doble ruta, la vía fonológica es aquella que se utiliza para convertir los grafemas en fonemas. Es decir, es el recurso que utiliza nuestro cerebro para identificar una letra y asignarle un determinado sonido.

Cuando recodificamos el fonema leído en forma de grafema, se forma el concepto de la palabra escrita.

La ruta fonológica es la primera que usamos para leer cualquier lengua, ya sea el español, el inglés o el chino. Por eso, para los niños que se encuentran en proceso de aprendizaje de la lectoescritura, les resulta más conveniente captar primero los sonidos de las letras por separado y luego, aprender a interpretarlas cuando las ven unidas a otras. De esta forma, se diseccionan y se decodifican los sonidos.

Pero esta vía no es exclusiva de los ambientes de aprendizaje formal, sino que es utilizada cada vez que descubrimos una palabra desconocida. Primero interpretamos cada uno de sus sonidos y luego, le asignamos el significado y la contextualizamos.

Las fases

La característica principal de la ruta fonológica es la identificación de las letras, para luego comprender las palabras que con ellas se forman. Finalmente, esto se transforma en sonidos reconocibles por el oído e interpretados por el cerebro.

A lo largo del proceso se usa la memoria de trabajo (MDT), pues las palabras que se pronuncian son almacenadas en un componente llamado bucle fonológico. Este último se encarga de la conservación transitoria del material que fue verbalizado y posteriormente, codificado. Para que esto se lleve a cabo se atraviesan las siguientes fases:

  1. Análisis visual: las palabras no se analizan globalmente, sino que el individuo se centra en cada letra y en cada sílaba. Por este motivo, el procesamiento inicial se realiza con mayor lentitud.
  2. Identificación: una vez analizadas las letras, se compone la palabra y se la identifica.
  3. Asignación de fonemas: la articulación y la asignación de los fonemas implica que se han de aplicar las reglas de conversión del grafema en fonema, para luego proceder a una articulación correcta del mismo. Es decir, transformar un símbolo en un sonido pronunciable.
  4. Análisis auditivo: si realizamos un análisis auditivo de los estímulos que recibimos, podemos entender cómo se pronuncia de forma global el conjunto de fonemas.
  5. Comprensión: a continuación, es necesario comprender el significado de la palabra al completo. Esto ocurre luego de haber sido pronunciada y escuchada, lo que nos permite acceder a los almacenes de nuestra memoria (principalmente, al sistema semántico) para entenderla.

Posibles dificultades

A veces existen ciertas dificultades en la comprensión de la palabra escuchada. Y es que no todas las personas pueden aplicar la regla del grafema y del fonema para la comprensión de la lectura.

A modo de ejemplo, mencionaremos algunas situaciones que nos advierten un posible desafío en este aprendizaje:

  • Seguimiento excesivo de cada letra con el dedo o con algún puntero (como un lápiz).
  • Entonación y pronunciación no adecuadas.
  • Lectura que remarca la sílaba tónica en donde no corresponde.
  • Falta de comprensión lectora o directamente, nula.
  • Lectura no apropiada para la edad, tanto orgánica como escolar.
  • Segmentación de palabras en sílabas o incluso, en letras.
  • Silabeo excesivo.
  • Ritmo de lectura demasiado lento.
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La ruta fonológica, un elemento vital en el aprendizaje de la lectura

Aprender a leer y hacerlo de forma común implica el uso constante de la ruta fonológica. Y con esta información básica que te hemos brindado ya tienes todo lo que debes saber al respecto.


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