10 remedios naturales para la piel atópica en bebés
Existen diversos remedios naturales para la piel atópica de los bebés, aunque no todos son aptos para utilizar con los más pequeños.
La dermatitis atópica es una de las patologías de la piel más frecuentes de la infancia y por eso, te vamos a contar algunas alternativas no farmacológicas para combatirla. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es la piel atópica de los bebés?
La dermatitis atópica es una patología de la piel crónica y recurrente, extremadamente frecuente en los lactantes. Se caracteriza por una irritación cutánea (eccema) que ocurre como consecuencia del contacto directo con sustancias agresivas para este delicado tejido.
Es un problema social, clínico y económico grave. De hecho, influye en la calidad de vida de los niños afectados y de sus familias. Se ha demostrado que hasta un 80 % de los infantes con enfermedad atópica presentan alteraciones del sueño y episodios periódicos de ansiedad e irritabilidad.
La localización de las lesiones varía según la edad de los niños, así como también las formas en las que se manifiesta. Entre ellas, se destacan los siguientes signos y síntomas:
- Prurito (picazón).
- Xerosis.
- Descamación.
- Enrojecimiento.
Algunos remedios naturales para mejorar la piel atópica de los bebés
Los síntomas más comunes entre los bebés son el enrojecimiento y la picazón, para los cuales se puede implementar las siguientes recetas no farmacológicas. ¡Toma nota!
1. Caléndula
Las cremas de caléndula se utilizan para favorecer la curación y tratar algunas patologías de la piel, incluido el eccema. Además, contribuye a disminuir la inflamación, a eliminar las bacterias y a mejorar el aspecto de la piel.
Lo ideal es utilizar cremas con estos extractos naturales, sin sustancias químicas agregadas porque pueden irritar aún más la delicada piel de los lactantes.
2. Baños cortos y tibios
En los bebés con piel atópica lo ideal es evitar el baño con demasiada frecuencia. De hecho, la gran mayoría de los pequeños necesita bañarse una o dos veces por semana.
Al momento de realizarlo, es importante tener en cuenta los siguientes consejos: utilizar limpiadores suaves o syndet, sumergir al bebé en agua tibia durante 10 a 15 minutos y secar su piel sin generar fricción con una toalla de algodón.
3. Gel de aloe vera
Este cosmético es un derivado de la planta del mismo nombre que se usa para calmar dolencias o como cuidado post solar para las quemaduras intensas.
Según un estudio científico, el gel de aloe vera posee las siguientes propiedades:
- Cicatrizante de heridas.
- Estimulante del sistema inmune.
- Antimicrobiano.
- Antibacteriano.
4. Probioticos
El tratamiento con probióticos intenta mantener un equilibrio entre las bacterias del cuerpo, ya que fomenta el desarrollo de una flora intestinal mas saludable.
En este sentido, la administración de Lactobacillus GG en los bebés suele reducir el desarrollo y la evolución de la enfermedad atópica. No obstante, este efecto no es inmediato y se que requiere de un tiempo suficiente para provocar el recambio de dichos microorganismos.
5. Aceite de girasol
Los bebés con piel atópica tienen una probable deficiencia de ácidos grasos esenciales, la cual puede tratarse con la aplicación tópica de aceite de girasol. Este compuesto se absorbe fácilmente a través de la piel y es altamente rico en ácidos grasos esenciales.
En aquellos bebés con dermatitis atópica leve el aceite de girasol resulta muy eficaz y contribuye a disminuir la severidad de la patología.
6. Borraja
La borraja deriva de unas semillas ricas en ácidos grasos esenciales omega-6. Utilizada de manera tópica alivia las molestias relacionadas con los eccemas y mejora la piel atópica de los bebés. Incluso, existen estudios que demuestran su efectividad para el tratamiento de la dermatitis seborreica, debido a su gran poder hidratante.
7. Aceite de onagra
Al igual que la borraja, el aceite de onagra tiene altos niveles de ácido gamma-linolénico, ácidos grasos omega-6 y 3 y vitamina E. Todos estos componentes nutren e hidratan la piel y mantienen un equilibrio adecuado de la humedad.
A su vez, este aceite tiene la capacidad de disminuir las molestias ocasionadas por algunas lesiones superficiales de la piel, gracias a sus propiedades naturales antiinflamatorias.
8. Baños de avena, uno de los remedios naturales más conocidos para tratar la piel atópica de los bebés
La avena coloidal, también conocida como avena molida, se emplea con frecuencia para calmar el prurito y la irritación de la superficie cutánea. Además, reduce la inflamación y normalizan el pH de la piel.
Un baño de avena es un método barato y simple para intentar calmar las molestias de la dermatitis atópica. Según un estudio publicado en 2020 por Journal of Drugs in Dermatology este alimento mejora la composición del microbioma y repara los defectos de la barrera cutánea.
9. Melaleuca alternifolia
El aceite de árbol de té de las hojas de la Melaleuca alternifolia se ha usado en los últimos tiempos para tratar diferentes afecciones de la piel, incluido el eccema.
Su efectividad se basa en sus propiedades antibacterianas, cicatrizantes y antiinflamatorias. Además, este compuesto contribuye a aliviar el prurito y la sequedad de la piel.
10. Aceite de coco
El aceite de coco esta catalogado como un humectante eficaz, pero además contiene ciertas propiedades antibacterianas que reducen las probabilidades de sobreinfección del eccema.
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Consejos para prevenir la piel atópica en los bebés
Existen diferentes medidas de cuidado para preservar la barrera protectora de la piel y mantener este tejido funcional. Aunque las causas de la enfermedad atópica son variadas, se puede prevenir con las siguientes estrategias:
- Humectación constante: la humectación ayuda a mantener el estado de hidratación adecuado de la superficie cutánea.
- Limpieza de la piel: el cambio regular del pañal contribuye a mantener la piel seca y libre de maceraciones o dermatitis.
- Uso de productos adecuados: como los jabones syndet o de pH neutro y los productos hipoalergénicos, sin fragancias, colorantes ni alcohol.
No esta de mas aclarar que es necesario tener un cuidado especial cuando se untan aceites o cremas sobre la piel de los niños, ya que esta queda más resbaladiza y aumentan los riesgos de caídas.
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