Un bebé recién nacido no está exento de sufrir estrés, aunque no lo parezca, los más pequeños tienen muchas razones para estresarse, por ejemplo todos los factores del ambiente que son nuevos para él. Pese a que los bebecitos parecen estar todavía en una burbuja al nacer, es posible que su nuevo contexto les cause estrés; recordemos que todo cambió en sus vidas de un momento a otro.
A pesar de las situaciones estresantes que pueden haber en la vida de un recién nacido, en la mayoría de los casos los padres hacemos todo lo posible por evitarlas. Es por esta razón que preparamos un ambiente especial para él, evitamos el ruido y cualquier cosa que consideremos una molestia para el bebé.
Sin embargo, las causas del estrés en los recién nacidos pueden ser muy simples, porque él se encuentra viviendo un período de adaptación, donde todo es diferente e inexplicable. Ya convencidos de que los bebés pueden sufrir estrés desde temprana edad, los especialistas se han dedicado a estudiar cuáles podrían ser las consecuencias de este padecimiento.
En este sentido, la mayoría de los resultados de estas investigaciones, han arrojado la teoría de que muchos de los problemas que puedan experimentar los niños en esta etapa, pueden permanecer en ellos para siempre. Entre las principales consecuencias se encuentra la dificultad para memorizar, lo cual desencadena en futuros problemas de aprendizaje.
Señales que nos indican que el bebé puede sufrir estrés
El nivel de estrés que sufre un bebé no puede ser cuantificado claramente, pero se puede poner en evidencia su padecimiento por medio de ciertas señales. En términos generales, el principal medio que utilizan los bebés para comunicarse es el llanto, por lo tanto, es también la mejor manera de saber si el niño está incómodo.
Así como a los adultos nos cuesta identificar que en realidad estamos estresados, para los niños pequeños es aún más difícil. Por esta razón, es posible que la angustia que notemos en ellos pueda ser cualquier cosa, incluso estrés.
Un bebé que llora sin que podamos identificar la causa, podría estar estresado. Pero, necesitamos estar seguros que de hecho no hay motivos para llorar; por ejemplo, si no tiene hambre, su pañal está seco, no está enfermo o sufre estreñimiento.
No obstante, pese a que sus necesidades estén cubiertas, no es todo lo que el bebé demanda para estar totalmente relajado; a veces lo que los niños están esperando es que le den amor. Si fuera el caso y tuviéramos que separarnos de nuestros hijos por un período largo, es posible que esta ausencia los haga sentirse estresados, sentirán quizá inseguridad o desconfianza.
Otros síntomas pueden indicar estrés en los recién nacidos; el llanto recurrente y angustiado es señal de que el bebé está estresado, las causas pueden ser diversas, por ejemplo.
- Dolor causado por cólicos prolongados u otitis
- Aislamiento o falta de relación social.
- Ambientes alterados por ruidos, discusiones familiares u horarios acelerados.
- Falta de atención; en especial cuando se trata de padres que están presentes pero ocupados con el móvil, la computadora o la televisión.
- Padres estresados, ambientes tensos y estados de ánimo bajos, podrían afectar al bebé sin que este tenga conciencia de esto. Por lo general el estrés de los que nos rodean puede afectarnos como si fuera propio.
- Cambios bruscos de temperatura en el ambiente, el calor puede ser muy estresante, pero el frío también para un bebé
- Sueño, hambre o incomodidad, pueden ser estresantes sin pasa mucho tiempo en este estado.
- El exceso de estimulación es a veces la principal causa. Aunque debemos estimularlo y mantenerlo conectado con su entorno, no es recomendable que exageremos con estímulos que no le dejen relajarse un tiempo.
Evitemos que nuestro bebé tenga que sufrir estrés
Sabemos que es algo difícil de medir, pero la mayoría de los motivos que estresan a los bebés son reconocibles por los adultos. Mantener sus necesidades cubiertas, asegurarnos de que duerma bien y viva en un ambiente tranquilo, es algo que con interés podemos lograr efectivamente y sin esfuerzo.
Crear hábitos y evitar que lo alcancen nuestros problemas es una responsabilidad que no podemos obviar. Además de estas cosas, también es recomendable que dediquemos tiempo de calidad a los pequeños, que aunque pareciera que no se enteran de nada, en realidad están conscientes de gran parte de los factores que los rodean.
Es muy importante el vínculo familiar, que comencemos desde los primeros días a estimular su desarrollo socioemocional, para que se sienta seguro, querido y tranquilo. Evitémosle la mayor carga de estrés ahora, pues ya tendrá bastante en el futuro.