¿Qué puedo hacer para acercarme a mi hijo adolescente?

La adolescencia es una etapa que puede resultar compleja para la relación entre padres e hijos. Siempre es aconsejable que no falte la comunicación como forma ideal de resolver conflictos. Asimismo, la paciencia y la comprensión por parte de los padres son fundamentales.

Cuando los hijos alcanzan la adolescencia, es común que surjan algunos problemas de comunicación. Aunque nos una un profundo amor, las diferencias generacionales parecen alejarnos y estamos constantemente haciéndonos preguntas como ‘¿Qué debo hacer para acercarme a mi hijo adolescente?’.

Consejos para fomentar un vínculo saludable con un adolescente

La adolescencia es una etapa clave y muy compleja en la vida de las personas. Los cambios físicos y hormonales, el descubrimiento de la sexualidad, el futuro, la presión de la sociedad… Cuando somos adolescentes, tenemos que lidiar con estos y muchos otros factores; definitivamente, nada nos prepara para tanto.

En la práctica, el apoyo de los padres y el espacio abierto al dialogo en la familia son aspectos esenciales para una adolescencia saludable. Por ello, resumimos tres consejos que te ayudarán a estar más presente en la vida de tus hijos adolescentes.

1. Entender y no prejuzgar: recuerda que todos hemos sido adolescentes

Los jóvenes de hoy nacen con la tecnología incorporada en su forma de ser y ver el mundo. Por ello, tienen su propio lenguaje y actúan bajo códigos que no siempre coinciden con los nuestros. De esta forma, su vocabulario, preferencias e ideologías pueden parecernos muy extraños.

No obstante, jamás debemos olvidar que también hemos sido adolescentes y, en algún momento, nos sentimos incomprendidos por la sociedad. Lo mejor es alejar los prejuicios y estereotipos y enfocarnos en comprender el mundo de los jóvenes.

Afortunadamente, el internet y las redes sociales pueden ayudarnos a los padres a introducirnos en el lenguaje y pensamiento de los adolescentes. Sin embargo, también necesitamos dedicar tiempo para hablar con ellos, saber qué sienten, cuáles son sus necesidades, miedos y expectativas.

Se trata de fomentar el diálogo honesto en el hogar, un ambiente en el que los jóvenes se sientan invitados a hablar; hay que crear un entorno donde los jóvenes superen su impulsividad y se relajen para hablar y escuchar.

Lo recomendable es que nos acerquemos y les demostremos que estaremos ahí para ellos, siempre que necesiten. Sin prejuzgar o criticar, simplemente con sinceridad y con predisposición para ayudarles.
La negociación en la adolescencia requiere de un diálogo maduro y receptivo.

2. Darle la oportunidad de cometer sus propios errores

Sí, somos padres y siempre haremos lo posible —y hasta lo imposible— para proteger y dar lo mejor a nuestros hijos. Sin embargo, también debemos entender que ellos crecerán, tomarán sus propias decisiones y, eventualmente, se equivocarán. Es parte de la vida y de su aprendizaje, nos guste o no.

La sobreprotección es un error muy frecuente en los padres y perjudica enormemente la relación con los hijos adolescentes. Por supuesto, no se trata de ser excesivamente permisivos o ignorar los síntomas de problemas que ellos puedan tener a esta edad.

Hay que recordar que precisamente en la adolescencia es cuando los jóvenes más sienten esa necesidad de sentirse libres para dar sus propios pasos. Si los intentamos ‘encerrar’ o privarles de descubrir el mundo, pondremos una enorme barrera en la relación y comunicación con ellos.

Por supuesto, necesitaremos aconsejarlos y orientarlos acerca de la importancia de ser conscientes, cuidarse y elegir bien sus compañías, pero también hemos de aprender a respetar su privacidad y entender que es un individuo en plena formación, que necesita abrir sus horizontes para expandir su mente.

“Lo mejor es alejar los prejuicios y estereotipos y enfocarnos en comprender el mundo de los jóvenes. Necesitamos dedicar tiempo para hablar con ellos, saber qué sienten, cuáles son sus necesidades, miedos y expectativas”

3. Permitir que te enseñe

Desafortunadamente, muchas personas siguen creyendo que solo los más grandes y experimentados tienen algo que enseñar. La verdad es que siempre podemos aprender algo valioso de cada persona si estamos dispuestos a abrir nuestra mente.

Lógicamente, tu hijo adolescente no posee tu experiencia de vida, pero eso no significa que no tenga nada que enseñarte. Si les damos la oportunidad de expresarse libremente, los jóvenes nos muestran una inteligencia y sensibilidad admirables.

Hablar de sexo con los hijos adolescentes no siempre es fácil.
Tu hijo puede explicarte mejor que nadie cómo entender sus necesidades, miedos y expectativas como un adolescente. Esto será esencial para acercarte y mejorar la comunicación. Es muy importante permitirnos aprender de nuestros propios hijos, sin importar los estereotipos de la sociedad.

Además, los hijos adolescentes pueden ayudarnos a no volvernos obsoletos en un mundo que cambia cada vez más rápidamente. Probablemente, tu joven hijo conozca muchísimo sobre las nuevas tecnologías y las tendencias de la era digital.

Más allá de modernizarnos y de actualizarnos, este intercambio de aprendizaje nos permite compartir momentos de calidad y acercarnos a nuestros hijos adolescentes. Junto con las dos pautas anteriores, conforman un conjunto de estrategias que indudablemente te van a dar buenos resultados.

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