¿Qué es el sangrado por implantación?

Debemos estar atentas a los cambios que se producen en nuestro cuerpo durante el embarazo para poder informarle al médico si se ha producido alguna irregularidad. 
¿Qué es el sangrado por implantación?
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por Mariel Mendoza.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 11 febrero, 2023

El sangrado por implantación no es un motivo de alarma durante los dos primeros trimestres del embarazo. Se trata de una pérdida de sangre, apenas perceptible e inusual. Ahora bien, ¿por qué ocurre y cómo se distingue de una menstruación o una hemorragia? No te preocupes, a continuación te contamos las respuestas.

Este viene a ocurrir debido a que el óvulo, que ha sido fecundado, anida en el útero. En consecuencia, esto provoca que se rompan algunas venas y arterias de las paredes del mismo y, de allí, la pérdida de sangre.

Ahora bien, ¿cuándo se produce un sangrado por implantación? Por lo general, tiene lugar entre 5 a 10 días después de la fecundación del óvulo. En cuanto a su duración, es bastante breve: entre 1 y 3 días. Y dado que la cantidad de sangre que se pierde es mínima, no hay que preocuparse demasiado. El sangrado desaparece por sí solo.

¿Cómo y por qué ocurre?

El sangrado es precedido por la unión del óvulo con el espermatozoide. Después de la fecundación, mientras el cigoto desciende hacia el útero, los núcleos del espermatozoide y del óvulo se fusionan y se produce una rápida división celular.

Uno de los estadios se denomina “blástula”, siendo su capa más externa el “trofoblasto”, la estructura que se va a adherir al endometrio y que más adelante dará origen a la placenta. Es precisamente esta unión a la capa más interna del útero lo que produce el sangrado de implantación.

El sangrado por implantación se produce tras la fecundación
En las primeras horas después de la fecundación se inicia el proceso de implantación en la cavidad uterina, lo que da origen al sangrado.

Una vez formado el embrión, este inicia su desarrollo en el útero, labrando en el endometrio (capa mucosa que recubre el mismo) una especie de nidación o implantación, donde continuará su desarrollo. Mientras ocurre todo ese proceso es posible que se presente un sangrado por implantación.

En ocasiones, el sangrado por implantación es tan escaso que apenas llega a notarse. Según una publicación de la Clínica Mayo, no todas las mujeres embarazadas llegan a presentar este síntoma. Dicho sangrado es considerado uno de los tantos síntomas de embarazo que pueden presentarse. Sin embargo, hay que recordar que cada mujer es diferente.



Síntomas de gestación que acompañan al sangrado por implantación

Según una publicación de Reproducción Asistida ORG, hay varias manifestaciones clínicas que pueden aparecer junto al sangrado de implantación que son también signos tempranos de un embarazo:

  • Cansancio.
  • Vómitos o náuseas, en especial al exponerse a olores fuertes.
  • Cambios de humor.
  • Retención de líquidos.
  • Aversiones alimentarias.
  • Hipersensibilidad en diversas áreas del cuerpo, como las mamas.
  • Antojos: las preferencias por algunos alimentos revelan a menudo una necesidad fisiológica. Por ejemplo, las ansias de comer dulce pueden deberse a que se está eliminando mayor cantidad de azúcar a través de la orina.

Características del sangrado por implantación

El sangrado por implantación requiere evaluación médica si hay dudas
Es importante acudir al ginecoobstetra una vez se sospeche de un sangrado por implantación.

En cuanto al color, este varía entre rosa y marrón claro. Nunca se compara con el tinte característico que posee la menstruación. No se trata de una hemorragia sino más bien de una mancha pequeña que aparece en la ropa interior. Ahora bien, en cuanto a la intensidad del dolor, esta es leve.

Algunas mujeres experimentan molestias más notorias cuando se presenta el sangrado por implantación. Pueden llegar a manifestarse ciertos calambres en la zona pélvica, mas esto no supondrá más que una ligera incomodidad. En los casos más evidentes, la molestia viene a ser algo similar al dolor pélvico que se presenta al comienzo de la menstruación.

Toda mujer que sea activa sexualmente, esté embarazada o no, debe estar atenta a los cambios en el cuerpo y, sobre todo, a los sangrados.

Por supuesto, será necesario acudir al ginecólogo cuando los dolores pélvicos son muy fuertes, ya que podría tratarse de la aparición de ciertos quistes o endometriosis.



Otras características del sangrado por implantación

Cabe mencionar que el olor de este sangrado, para la gran mayoría de las mujeres, es imperceptible, aunque hay otras que expresan que huele a sangre ‘vieja’.

Tal y como se mencionó con anterioridad, en cuanto a la duración del sangrado se refiere, esta es bastante breve y no suele pasar de los 2- 3 días. En caso de que el tiempo se prolongue un poco más de lo normal, es recomendable visitar al especialista para descartar alguna anomalía ginecológica; tal es el caso de un aborto espontáneo o un embarazo ectópico.

El sangrado por implantación suele confundirse mucho con la menstruación, sobre todo porque ambas pueden coincidir en el tiempo de aparición. Sin embargo, la principal diferencia entre ambas es la intensidad del sangrado y la duración del mismo.

La menstruación puede durar de 5 a 7 días dependiendo de cada mujer y suele ser mucho más abundante. Además, la textura es más viscosa que la del sangrado por implantación y genera más molestias a nivel pélvico.

Debido a que puede confundirse con un aborto espontáneo (sobre todo en mujeres con antecedentes de este tipo) es importante acudir con un ginecólogo para confirmar el estado de gestación.

Recomendaciones

Si presentas sangrado por implantación, trata de no alterarte ni preocuparte demasiado por ello. Confía en los consejos de tu especialista y procura hacer tu vida normal durante los 2-3 días de sangrado. Si te preocupas demasiado, el estrés puede jugarte malas pasadas y provocar que tu organismo somatice las preocupaciones.

En cuanto a los hábitos de vida, estos no deben modificarse, ya que no es necesario tomar ninguna medida en particular (a menos que el médico así lo indique). Una buena alimentación, hidratación, ejercicio regular y la realización de todas las actividades que se hacen de forma regular ayudarán a despejar la mente y a gozar de bienestar.

En muy pocos casos, el médico puede recomendar que se tome algún tipo de analgésico (en dosis bajas) para aliviar las molestias pélvicas. Y recuerda, no se debe recurrir a la automedicación bajo ninguna circunstancia.

Evidentemente, todo esto es lógico y aplicable si estabas esperando un embarazo o te enteras de ello. Si presentas los síntomas antes mencionados es importante evitar hábitos nocivos (como fumar o beber alcohol) hasta que descartes un estado de gestación.


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