Son momentos de angustia e incertidumbre, un paso necesario pero difícil de dar. ¿A qué edad debe un niño empezar a ir a la escuela? La respuesta es motivo de angustia para los padres y mucho más si se trata del primer hijo.
Las decisiones acertadas garantizarán un futuro acorde con las capacidades del pequeño y las exigencias del proceso que comienza. No hay que olvidar que la educación y el derecho a la enseñanza son derechos constitucionales de todos los españoles. Todos los padres tienen, según nuestra Constitución, libertad de elegir la educación que quieren para sus hijos.
Los padres son los responsables del aprendizaje de sus hijos en los primeros años de vida. El hogar es el sitio más seguro cuando el niño comienza a desarrollar y dominar sus funciones biológicas; alimentarse, beber agua, caminar y comunicarse son algunas de ellas.
Con el inicio de las clases y el colegio, empieza el proceso de adaptación y aprendizaje del niño. Para esto, necesita sentirse feliz, querido, seguro y estimulado.
Cuando surge el interrogante de a qué edad debe un niño empezar a ir a la escuela, las dudas hacen aparecer la preocupación. El pequeño debe abandonar por muchas más horas la comodidad del hogar. Las obligaciones laborales de los padres muchas veces impulsan esta decisión; pero también hay que considerar las capacidades del niño.
Dos años, la edad ideal para empezar a ir a la escuela
Entre los 18 y 24 meses el niño comienza a tener autonomía, está familiarizado con la práctica de caminar y emite palabras; ha jugado con otros niños y es capaz de mantenerse alejado de su madre por algún tiempo. La guardería les ayuda a aumentar esa autonomía y los prepara para la educación formal.
Cuando el niño llega a la edad para empezar a ir a la escuela, inicia otra etapa de su vida. Se debe incorporar al ambiente escolar, adaptarse a horarios, amigos, maestros, retos y aprendizajes. Es el momento de la formación académica, de los valores, de las actividades educativas y extra escolares. Se requiere cierta madurez para enfrentar los cambios.
“La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy”
—Malcolm X—
Voluntaria a partir de los tres años, obligatoria a partir de los seis
En España, la educación preescolar se divide en dos ciclos. El primero, hasta los tres años, se imparte en escuelas infantiles o guarderías especiales. El segundo, de tres a seis años, es gratuito y se le considera parte integral del sistema de enseñanza. Normalmente se imparte en escuelas de educación primaria.
La LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo en España), dividió la educación obligatoria en dos etapas diferentes: Educación Primaria Obligatoria y Educación Secundaria Obligatoria (la llamada ESO). En la práctica, estas etapas suelen comprender el período entre los 6 y los 16 años del alumno.
¿Qué ocurre con la educación infantil entre los tres y los seis años? Como hemos visto, la escolarización no es obligatoria en este período, aunque las Autoridades de Educación tienen que llevar a cabo las acciones precisas para que haya plazas para los alumnos cuyos padres lo soliciten, y que sea por tanto de carácter gratuita.
Educación Secundaria Obligatoria
La Educación Secundaria Obligatoria (ESO) se inicia a los 12 años y culmina a los 16. Se divide en dos ciclos de dos años de duración cada uno. Al terminarla, el alumno tiene dos opciones:
- Puede proseguir el Bachillerato, que no es parte de la Educación Obligatoria y se extiende hasta los 18 años. Esto le permite prepararse para los estudios universitarios.
- El alumno también puede optar por la Formación Profesional.
En la actualidad, las empresas cada vez demandan más alumnos con Formación profesional. ¿Qué sectores son los que más empleados con Formación profesional buscan? En lo más alto del ranking de demandas, se encuentra el sector industrial. A continuación, estaría la hostelería, turismo, la informática y el sector de la construcción.
Curiosamente, observamos un incremento de demandas sobre estudiantes que han cursado la Dormación Profesional, sobre todo los grados superiores, y por otro lado la demanda de titulados universitarios va disminuyendo respecto de años anteriores.
La culminación de este proceso educativo dependerá en gran medida de decisiones acertadas sobre la edad en la que un niño debe empezar a ir a la escuela. Por eso, el análisis de cada caso y el seguimiento de la trayectoria escolar por parte de los padres es indispensable para obtener los resultados deseados.