La pelota es uno de los juguetes más utilizados por los niños de todo el mundo para divertirse, ya que, además de ser un recurso económico, es muy versátil, es decir, ofrece múltiples posibilidades de juego.
Sin embargo, este objeto esférico, no solo sirve para pasar un buen rato, sino que también es ideal para desarrollar ciertas habilidades y capacidades en la infancia. ¿Quieres saber cuáles? Pues presta atención porque a lo largo de las siguientes líneas exponemos algunos de los beneficios de jugar con la pelota.
Pero antes vamos a hacer una breve reflexión. Hay que tener en cuenta que, a pesar de vivir en un mundo digitalizado donde las opciones de juego son muchas y muy diversas, la pelota sigue siendo uno de los juguetes favoritos de los más pequeños, y esto es digno de valorar. Veamos por qué este objeto resulta tan atractivo para los niños.
¿Qué beneficios les aporta a los niños jugar con la pelota?
Jugar con la pelota ayuda a tomar conciencia del propio cuerpo
Al jugar con la pelota, los niños no paran de moverse, tensan y relajan continuamente los brazos, las piernas, los dedos, etc. Esto hace que poco a poco aprendan a reconocer las distintas partes de su cuerpo, hasta adquirir el conocimiento del esquema corporal, es decir, la capacidad para representar su cuerpo mentalmente, sin ayuda de otros datos externos.
Favorece el equilibrio
El hecho de que los más pequeños tomen conciencia de su propio cuerpo también hace que desarrollen su sentido del equilibrio y mejoren la confianza en sí mismos a la hora de lanzar la pelota, ya sea con el pie o con las manos.
Permite desarrollar la coordinación
Todos los juegos de pelota implican dominar el cuerpo, especialmente las extremidades, y, por tanto, con ellos se aprende a coordinar los movimientos entre ojo-mano y ojo-pie.
Ayuda a ejercitar la motricidad fina
Si se juega con pelotas pequeñas, se puede ejercitar la motricidad fina, ya que ello implica adquirir ciertas destrezas manuales y coordinar los movimientos de los dedos.
Ayuda a desarrollar la visión espacial
Las pelotas les proporcionan a los niños una oportunidad fantástica para explotar el entorno que les rodea y desarrollar determinadas nociones espaciales relacionadas con la dirección, la trayectoria y la orientación.
Favorece la atención y la concentración
Jugar a la pelota resulta motivador y genera mucho interés en los pequeños, de manera que cuando llevan a cabo dicha actividad focalizan toda su atención en lograr los objetivos del juego.
Fomenta la socialización
Existen innumerables juegos de pelota para jugar en equipo o en grupos, lo que obliga a socializar a los niños con sus iguales. De esta manera, aprenden a interactuar y a comunicarse con los demás de forma respetuosa y colaborativa.
La importancia de jugar a la pelota durante la infancia
Como hemos visto hasta ahora, jugar a la pelota aporta muchos beneficios, tanto cognitivos como físicos, para el desarrollo infantil. Por ello, es importante que los pequeños se familiaricen con este objeto esférico desde los primeros años de vida. De hecho, para estimular al máximo sus capacidades, lo ideal es que cuenten con pelotas de diferentes tamaños, texturas, colores, etc.
Además, hay que dejarles tiempo para que disfruten del juego con la pelota, ya que, como afirma la psicóloga clínica y escritora estadounidense Kay Redfield Jamison:
“Los niños necesitan la libertad y el tiempo para jugar. Jugar no es un lujo, es una necesidad”.
Pues bien, como adultos responsables de la educación de los niños, tenemos el deber de dejarles gozar de su infancia y permitirles jugar con la pelota, tal y como nosotros mismos hemos hecho de pequeños.
De esta forma, los chicos estarán aprendiendo de una manera lúdica y entretenida, sin darse cuenta de la importancia que tienen esos aprendizajes para su desarrollo futuro. Y tú, ¿conocías todas estas ventajas de jugar a la pelota? ¡Seguro que ahora ves esta actividad con otros ojos!
Bibliografía
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- Berruezo, P. P. (1995). La pelota en el desarrollo psicomotor. Madrid: Cepe.