¿Pueden los padres revisar las redes sociales de sus hijos?

En una actualidad marcada por la incesante actividad tecnológica a nivel digital, las redes sociales son un claro riesgo para los pequeños de la casa. ¿Pueden los padres revisar las redes sociales de los hijos para prevenir estos riesgos?

¿Pueden los padres revisar las redes sociales de sus hijos?

Las comunidades virtuales se han convertido en un fenómeno social mundial que ha cambiado la forma de comunicarnos e incluso de vivir. Pero para los padres revisar o no las redes sociales de sus hijos puede convertirse en un gran dolor de cabeza.

En efecto, es natural que los niños y adolescentes sientan la necesidad de pertenecer a alguna comunidad virtual a la que pertenezcan sus amigos. También es natural que los padres lo permitan. Sin embargo, es indispensable ejercer un control sobre el uso de la tecnología y las redes sociales, debido al riesgo que implican.

Esto no es siempre una tarea sencilla y suele generar conflictos entre padres e hijos. La mayoría de los adolescentes no están de acuerdo con que sus padres les revisen las redes sociales o los mensajes.

La pregunta es: ¿pueden los padres controlar a los hijos su actividad en internet sin su consentimiento? A continuación, veremos algunos elementos de reflexión sobre el control que deben ejercer los padres sobre las redes sociales de sus hijos.

¿Cómo controlar el movimiento en las redes sociales de un hijo adolescente?

La intromisión de los padres en las redes sociales de sus hijos adolescentes siempre va a ser motivo de conflicto. Y si los padres intentan imponerse y, en casos extremos, prohibirles su uso, los jóvenes encontrarán fácilmente la forma de no seguir esa norma y acabarán abriendo un perfil secreto o modificando la configuración de privacidad.¿Pueden los padres revisar las redes sociales de sus hijos?

Por otra parte, las redes sociales no solo tienen cosas negativas. También son una buena oportunidad para que los hijos aprendan a sociabilizar y consoliden un grupo de amigos. La mejor solución es controlar la actividad de los hijos adolescentes en ellas, pero no restringirla. Es necesario poner ciertos límites a la actividad para poder saber por dónde se mueven.

Todo depende también de la edad del hijo. Cuando los hijos empiezan a utilizar las redes sociales, es conveniente poner horarios y límites para ello. También es importante asesorarles y explicarles algunas cosas sobre los peligros que existen. Es muy útil, por ejemplo, que los padres sean parte de los contactos del hijo en las redes sociales.

Lo ideal es encontrar un término medio para que los hijos tengan la confianza de compartir con sus padres sus movimientos por la red, y que vayan haciéndose responsables paulatinamente para poder usarlas. Los padres, por su parte, también deben respetar la privacidad de los hijos y establecer ciertas pautas graduales y controladas.

Una autonomía progresiva

El concepto de autonomía progresiva fue incorporado por la ley de garantía de los derechos de la niñez, aprobado en la Cámara de Diputados. Según esta consideración, todo niño tiene derecho a desarrollar su vida privada, a gozar de intimidad y a mantener comunicaciones sin injerencias arbitrarias o ilegales, y los padres deben respetar este derecho. 

A pesar de que para muchos este concepto implicaría la prohibición para los padres de revisar las redes sociales de sus hijos, el tema de fondo es, en realidad, mucho más amplio. Se trata de la importancia de la educación en medios y de la incorporación de las tecnologías digitales a la cotidianidad de los niños y adolescentes.¿Pueden los padres revisar las redes sociales de sus hijos?

Es evidente que prohibir o controlar el uso de las redes a los adolescentes es casi imposible. Siempre encontrarán estrategias para burlar ese control. La verdadera preocupación debería ser la de fortalecer las competencias de los padres y de los adultos, en general. Se trata de ser intermediarios en el consumo de las redes sociales.

¿Tienen derecho los padres a revisar las redes sociales de sus hijos sin su consentimiento?

Durante el periodo de la adolescencia, la mayoría de jóvenes suele distanciarse de sus padres y buscar refugio en grupos de amigos. Y esto, en ocasiones, genera preocupación entre los padres. Puede ocurrir, por ejemplo, que los padres sospechen que sus hijos tienen problemas. 

Ante estas situaciones, al ser responsables del cuidado y protección de sus hijos, los padres tienen derecho a utilizar estrategias para conocer su vida privada con la finalidad de saber qué está pasando y poder intervenir.

Siempre que se haga pensando en el bienestar de sus hijos, este acto de revisión por parte de los padres está legítimamente justificado, e incluye el control parental de redes sociales, mensajes de WhatsApp, etc.

Riesgos a los que se exponen los hijos en las redes sociales

Las redes sociales contienen un riesgo potencial de acceso a contenidos para adultos con material sexual explícito, racistas, incitadores de la anorexia e incluso del suicidio. Como también a “juegos, apuestas, escenas de violencia, consumo de drogas y alcohol”.

El otro riesgo lo entraña la comunicación con personas desconocidas o con perfiles falsos, que buscarían engañar, seducir, abusar, incluso, proponer acciones ilícitas y hasta solicitar, por ejemplo, información personal o datos familiares.

Las redes suelen ser refugio y son mecanismos de compensación. Los hijos buscarán en ellas lo que sienten que les falta. Y esta situación los hace aún más vulnerables.

Afirma la teoría al respecto que, las “personas con ansiedad social pueden ser incluso más vulnerables a una experiencia en línea negativa porque pueden tener menos oportunidades de compensar las experiencias en línea con otra interacción”.

“Los padres deben moverse en un terreno complicado, lidiando por encontrar un equilibrio entre garantizar la seguridad de los hijos y respetar su derecho a la privacidad, para no dañar la confianza mutua”.
-Comunicadora y Socióloga María-Cruz López-De-Ayala, y otros-

Algunas recomendaciones

Antes que revisar las redes sociales de los hijos, los padres necesitan construir un clima de confianza en el que los hijos crezcan sin presiones ni apremios, y se sientan seguros de comunicar sus dudas y preocupaciones.

Por otro lado, hay comportamientos y conductas que hablan de problemas en el uso de internet y las redes sociales. Por ejemplo, problemas de sueño, de sociabilidad, de ira. Los hijos solitarios, aburridos o sobreexcitados, necesitan observación y sobre todo atención.

Un ambiente familiar donde prevalezca la comunicación y el diálogo, dejará menos espacio al ostracismo y la soledad. Crear espacios para compartir y colaborar hará más difícil que las redes sociales sean la única forma de socialización.

Bibliografía

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