Sin duda hay madres más estresadas que otras, pero algunos estudios señalan que nadie menos estresado que el papá. Al parecer, los padres no sufren como las madres cuando deben cuidar a sus hijos. Resultados científicos indican que las mujeres tienden a ser más infelices ante las responsabilidades parentales. ¿A qué se debe? ¿Estás de acuerdo en esto?
No es una novedad que la crianza implica una serie de compromisos agotadores. La rutina, las obligaciones, la falta de tiempo personal, pueden ser agobiantes. Sin embargo, esto parece ser mucho más complicado para las mujeres que para los hombres. Particularmente, creemos que tiene que ver con la necesidad de buscar la perfección y no tener ayuda.
¿Qué pasa cuando dos personas con las mismas obligaciones no están en sintonía? Lo más probable es que alguien se quede con la mayor parte del trabajo. Observar que no te ayudan y que todo terminas haciéndolo tú, ya de por sí es estresante.
Además, en el caso de la crianza, a la mayoría de los padres no les toca cuidar a sus hijos por mucho tiempo. Por lo tanto, siendo algo temporal, no da lugar al estrés. Ellos saben que en cuanto llegue mamá él entrega su guardia, pero no es así al revés. Si mamá está ocupada con los niños, en nada la alivia que llegue papá.
¿Qué dicen los datos sobre madres estresadas?
La universidad estadounidense de Cornell, realizó una investigación a través del Centro de Población Minnesota. El estudio comenzó por analizar el tiempo que dedican tanto hombres, como mujeres al cuidado de los hijos. En consecuencia, fue suficiente con conocer las abismales diferencias, para tener una idea.
Según los resultados de la investigación, no solo las mujeres dedican más tiempo, además, es un proceso agotador. Si se tratase de una tarea sencilla y plenamente satisfactoria, el tiempo en que se realiza no debería afectar particularmente nuestros nervios. Sin embargo, en este caso, las mujeres fueron descubiertas evidentemente estresadas y menos felices que los hombres.
Los investigadores tomaron nota de al menos 12 mil casos. Se evaluó el sentimiento de los padres de acuerdo al uso de su tiempo, esto relacionado con datos tres años de investigación. Estos indicios reflejaban el uso del tiempo y el tipo de actividades que realizaban madres y padres. También se tomó en cuenta el ambiente en el cual se desenvolvían.
Debido a la mayoría de las responsabilidades, el tiempo de disfrutar a los hijos se reducía en las mujeres. Sin embargo, el tiempo para sí mismas era todavía más bajo. Los padres tienden a conservar sus momentos de ocio con más frecuencia que las madres.
Las madres disfrutan menos a sus hijos
Observemos la siguiente situación: un padre llega a casa después de un duro día de trabajo; mientras, la madre prepara la cena y los hijos miran televisión. ¿Qué hace el padre? Él tiene la opción de descansar o sentarse un rato con sus hijos.
Sin embargo, la madre no tiene tiempo para eso, ella seguirá cocinando, luego sirviendo y ordenando la cocina. Para ese entonces ya habrá acumulado estrés con las tareas del hogar, los deberes de los niños y quizá su propio trabajo. Lastimosamente, no aprovechó un tiempo de calidad con sus pequeños y tal vez ni siquiera con su pareja.
Este tipo de situaciones puede repetirse en distintos niveles. Cuando un padre debe cuidar a su hijo, es probable que lo lleve al cine, a tomar un helado o simplemente juegue con él en el patio. No obstante, la madre no actúa de esta manera, ella sigue trabajando para que los demás puedan tener una feliz vida.
“Cuando las madres están con sus hijos, generalmente están solas. Los papás cuando están con los niños, es más probable que tengan a otros adultos cerca, que les ofrecen respaldo. Esto ayuda a comprender el porqué los papás están menos estresados con sus hijos”
-Ann Meier. Socióloga –
También es común que las propias madres le pidan a su pareja que se lleve a los hijos al parque mientras ella lava la ropa u ordena las habitaciones. Como siempre sacrificadas por nuestra familia, terminamos siendo infelices con algo que en realidad nos da mucho placer.
Ser madres no nos hace infelices, es la manera en la que llevamos la maternidad. Las exigencias sobre nosotras mismas, la necesidad de que a ellos no les falte nada, es lo que termina quitándonos tiempo para disfrutarlos.
Bibliografía
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