Son muchos los bebés recién nacidos que se contagian de enfermedades de personas adultas solo porque no hay una buena higiene en las personas que tratan con los bebés. Parece una tontería, pero no lo es en absoluto. Un bebé es un ser muy frágil que si es contagiado por una enfermedad, por muy leve que sea en los adultos, puede llegar a ser mortal para un recién nacido. En este sentido, toda precaución es poca y lavarse las manos es primordial.
La importancia de lavarse las manos
Un acto tan simple como lavarse las manos antes de tratar a un bebé podría salvarle la vida. Son precauciones que todos los adultos deben tomar antes de tocar a un bebé. Hay enfermedades realmente graves que se pueden contagiar, pero otras leves en un adulto como una gastroenteritis o un resfriado pueden ser mortales para un bebé recién nacido.
Sobre todo durante los primeros meses de vida del bebé es necesario tener las manos siempre limpias para evitar transmitir enfermedades a los pequeños. Los bebés son seres muy vulnerables que pueden enfermar rápidamente y al tener un sistema inmune bastante débil que se recuperen rápidamente o con éxito puede ser bastante complicado, requieren hospitalización inmediata en muchas ocasiones.
Cómo y cuándo lavarse las manos
Las manos tendrás que lavártelas tantas veces como quieras coger al bebé. Sobre todo cuando le vayas a dar de comer, después de asearle o si te has tocado la nariz o la boca (por ejemplo, después de estornudar o de sonarte las secreciones nasales). Es importante que te laves las manos con agua y jabón y de forma concienzuda para evitar la propagación de bacterias.
No te canses en decir a otras personas que interactuan con tu bebé que también lo hagan. Los hermanos mayores, los abuelos, los tíos o cualquier otra persona que toque a tu bebé en sus primeros meses de vida deberán tener las manos siempre bien limpias. Si además, alguien está enfermo de cualquier virus o bacteria deberá lavarse las manos con mayor frecuencia.
La cura para un bebe asustado es el toque suave de su madre
-Autor desconocido-
Aunque si hay alguna persona que tiene un virus infeccioso o alguna enfermedad viral, entonces más que lavarse las manos lo que resulta más importante es que simplemente no toque al bebé. Cuantas menos probabilidades haya de transmitir enfermedades al pequeño mucho mejor, y si deben estar unos días sin acercarse porque están enfermos, no pasa nada. Más vale prevenir que curar.
No tienes que sentir vergüenza o apuro en pedir a los abuelos o a otras visitas que se abstengan de tocar o acercarse a tu bebé si tienen las manos sucias, si no tienen posibilidad de lavárselas en ese momento o si tienen alguna enfermedad viral. Deben comprenderlo puesto que es por la salud y bienestar de tu bebé. No te sientas mal y si tienes que poner límites para que tu bebé no caiga enfermo, simplemente, ponlos.
Todos podemos transmitir gérmenes
Aunque no se tenga ninguna enfermedad viral todos podemos transmitir gérmenes. Nos pasamos el día tocando cosas y objetos que también han tocado otras personas por lo que no podemos saber a ciencia cierta si tenemos las manos totalmente limpias o no, por lo que lavarlas siempre será una apuesta segura para salvaguardar la salud del recién nacido.
Si por el motivo que sea en el lugar que te encuentras no hay agua y jabón, siempre será una buena opción tener en el bolso una botellita de desinfectante de manos. Desinfecta las manos al instante sin necesidad de usar agua y jabón y es una opción más que acertada sobre todo cuando sales a la calle a pasear y te encuentras con conocidos que quieren tocar a tu pequeño bebé.
Como ves, toda precaución es poca para que puedas proteger a tu bebé de los gérmenes de otras personas (y también de los tuyos propios). Tener las manos bien limpias es muy importante y todos los que están a tu alrededor deberán tenerlo presente si quieren tocar a tu bebé, cogerlo o incluso acariciarle la cara. Un bebé es vulnerable y hay que protegerle entre todos.