Que un estudiante tenga un buen hábito de estudio es muy importante para que pueda aprender de forma eficaz. Esto es más importante y fácil de comprobar a medida que se va avanzando en los niveles educativos. Una hora o dos de estudio al día suele ser suficiente para lograr terminar la Educación Secundaria con buenas calificaciones.
Es necesario haber logrado un buen hábito de estudio durante los ciclos anteriores a la universidad. Una vez que la universidad llega, no hay tiempo de empezar a crear este hábito y estudiar de forma inteligente.
Estudiantes con éxito y hábito de estudio
Si bien es cierto que algunos estudiantes son capaces de pasar por Educación Primaria con un esfuerzo mínimo, esto suele ser la excepción. La gran mayoría de los estudiantes con éxito lo consiguen desarrollando y aplicando hábitos de estudio efectivos.
“La investigación sobre la memoria proporciona una serie de sugerencias importantes sobre las formas más eficaces de estudiar. Uno de los consejos más importantes es que los estudiantes deben estudiar poniéndose a prueba a sí mismos en lugar de limitarse a leer el material”.
-Robert Bjork y Nate Kornell, Psychonomic Bulletin and Review-
Pero es importante recordar que, antes de elaborar un plan para inculcar buenos hábitos de estudio en un alumno, es importante entender el estilo de aprendizaje que este alumno tenga. Entonces sí podremos guiar al alumno hacia el desarrollo de buenos hábitos de estudio.
Los mejores hábitos de estudio
Hemos recopilado los mejores hábitos de estudio que suelen emplear los alumnos que consiguen un gran éxito académico. Es importante trabajar para desarrollar cada uno de los que te presentamos a continuación.
Las notas subirán, aumentarán los conocimientos y la habilidad para asimilar información mejora.
No intentes aprenderlo todo en una sola sesión
Los estudiantes con éxito suelen espaciar sus ejercicios y sesiones de estudio en periodos cortos de tiempo. No intentan asimilar todo el contenido que quieren aprender en una o dos sesiones. Por esta razón, es importante lograr momentos para estudiar que sean regulares y cortos.
Hay que planificar cuándo se va a estudiar
Es necesario programar y fijar horas específicas a lo largo de la semana para estudiar. Luego, hay que respetar ese horario creado. Aquellos estudiantes que estudian de forma esporádica y caprichosa no logran los mismos objetivos que los que tienen un horario de estudio fijo.
Incluso estando al día con los estudios, es importante crear una rutina semanal y reservar un periodo de tiempo unos días a la semana para revisar el avance. Esto asegura el desarrollo del hábito de estudio que permitirá lograr éxito en educación.
Es importante estudiar a la misma hora cada día como hábito de estudio
No solo es fundamental planificar los días de estudio, también es importante crear una rutina de estudio diaria y consistente. Al estudiar a la misma hora cada día y cada semana, el estar estudiando se convertirá, así, en una parte regular del día a día.
La preparación y disposición mental y emocional será mayor para cada sesión de estudio. Si hay que cambiar el horario por un evento inesperado, no pasa nada, pero hay que intentar volver a la rutina tan pronto como sea posible.
Cada sesión de estudio debe tener un objetivo específico
Estudiar sin objetivos concretos no es efectivo. Hay que saber exactamente lo que se quiere lograr durante cada sesión de estudio. Antes de empezar, habría que establecer una meta que apoye el objetivo académico general.
El tema más difícil debe ser el primero
La tarea o tema más difícil va a requerir el mayor esfuerzo y la mayor energía mental, así que hay que empezar con él. Una vez que se haya completado el trabajo complejo, será mucho más fácil completar el resto.
Hábito de estudio: las distracciones mientras se estudia deben desaparecer
Las distracciones mientras se está estudiando hacen perder el hilo de los pensamientos y pueden hacer que la capacidad de concentración no llegue. Esto tiene como consecuencia un estudio ineficaz.
Así que, antes de empezar a estudiar, hay que buscar un lugar en el que nadie vaya a molestar o a distraer. Para algunas personas, esto es el silencio de una biblioteca, para otras hacerlo en casa y hasta tener ruido de fondo.
En definitiva, desarrollando los hábitos descritos, se podrá comprobar una mejora significativa en los éxitos académicos.
Los padres, pieza clave en los hábitos de estudio
Cuando los pequeños inician la escolaridad los padres se convierten en piezas esenciales para la construcción de los hábitos de estudio. En general se trata de avanzar en el establecimiento de reglas que hacen parte de la relación filial que educa con miras a lo social.
En efecto, desde el seno del hogar comienza una conexión dialéctica con el tiempo y los ritmos que impone la sociedad. Hacia dentro las actividades y compromisos tienen una duración, una constancia particular y una disciplina adjunta a caracteres personales. Pero todo tendrá un tenor distinto cuando se establezcan pautas, por ejemplo, para prácticas deportivas, asistencia regular a instituciones, o bien, a la misma escuela.
Sucede que el tiempo familiar dialoga con el social. Y los hábitos internos, de alguna manera devienen la forma de responder a las condiciones externas que se imponen. La palabra que empieza a formar parte de las dinámicas familiares es: organización.
Llegado el momento, llevar una agenda y un calendario se vuelve indispensable. Permitir que los niños conozcan proactivamente la lista de los quehaceres para hacerle seguimiento y marcar las cumplidas, por ejemplo, comunicará una rutina de flujos y estrategias en las que todos los miembros estarán implicados.
En ese horario ampliado, en el que entran las actividades de cuidados diario, descanso, actividades deportivas y recreativas, el niño debe manejar con propiedad las vinculadas al estudio.
En resumen
Los padres deben contribuir de manera entusiasta a crear lo necesario para:
- Organizar un horario.
- Dejar bien establecido y cumplir lo dispuesto para la recreación, el estudio, el descanso, el ocio, el deporte, la actividades de socialización.
- Tener un lugar para el estudio.
- Contar con los materiales y recursos mínimos indispensables.
- Llevar una relación detallada y participativa del progreso de las distintas tareas.
- Generar un espíritu de cuerpo o de equipo que avanza hacia la consecución de metas y objetivos compartidos.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Art Markman Ph.D. (2012). Developing Good Study Habits Really Works. Sychonomic Bulletin & Review.
- Rigo, D. Y., & Donolo, D. (2019). Implicación familiar y compromiso escolar: el desafío de crear puentes. Psicologia da Educação, (48). https://revistas.pucsp.br/psicoeduca/article/view/45644
- Robert Bjork y Nate Kornell. (2007). Principles of cognitive science in education: The effects of generation, errors, and feedback. Psychonomic Bulletin and Review.
- Yasmin, G. Á. G., & Alejandra, P. C. Influencia de los hábitos de estudio en el rendimiento escolar. http://vinculacion.dgire.unam.mx/vinculacion-1/Memoria-Congreso-2017/trabajos-ciencias-sociales/sociologia/1.pdf