La pielectasia renal en bebés es, básicamente, la dilatación ligera de la pelvis renal con dilatación o no de los cálices. La pelvis renal es una pequeña estructura anatómica en forma de embudo que drena o recoge la orina del riñón y la dirige hacia los uréteres, los cuales son unos tubos que conducen la orina a la vejiga.
Esta condición se produce por una obstrucción en el tracto urinario en la mayoría de los casos. También puede deberse a una condición llamada reflujo vesico-ureteral, en la cual el orine se regresa de la vejiga a los uréteres. Como consecuencia, se da un aumento de presión retrógrada en el tracto urinario, generando así el aumento en el tamaño de la pelvis renal.
El número de casos de la pielectasia renal en bebés varía; las niñas son menos propensas a desarrollar anomalías renales. No obstante, en la mayoría de los pacientes varones, la dolencia desaparece al cumplir los seis meses de edad.
Por lo tanto, independientemente del sexo del bebé, se necesita una actitud responsable para llevar a cabo el diagnóstico y el tratamiento. Debido a la frecuencia de la pielectasia renal en bebés, se dificulta encontrar una relación con enfermedades maternas o con la medicación que la madre debe tomar.
¿Qué puede causar la pielectasia renal en bebés?
Algunos factores que pueden originar la pielectasia renal en bebés son los siguientes:
- Reflujo vesico-ureteral: como se dijo anteriormente, la orina retorna de la vejiga hacia los uréteres y de ahí hacia el riñón.
- Obstrucción en el aparato urinario, bien sea a nivel de los uréteres, la vejiga o la uretra.
- Que el uréter esté compuesto por tubos que sean demasiado estrechos o bien la obstrucción de algún orificio.
- Parto prematuro.
- Infección del tracto urinario.
Por otra parte, además, puede haber otro tipo de desencadenantes. A menudo, la presencia de pielectasia renal en bebés es causada por la debilidad general y la presencia de problemas neurológicos.
Síntomas de la pielectasia renal en bebés
Si notas algunos de estos síntomas, es importante que lleves a tu niño al pediatra, pues podría estar sufriendo pielectasia renal. Observa si presenta aumento significativo de la temperatura y dolor regular en el abdomen. Además, en la mayoría de los casos se interrumpe el flujo de orina.
Otros de los signos de alarma son las infecciones urinarias frecuentes, sobre todo en las primeras semanas de vida y cuando se mantienen las medidas higiénicas adecuadas. Estos síntomas aparecen solo en las últimas etapas o cuando se presentan complicaciones. Por lo tanto, es importante actuar con rapidez.
¿Cómo se puede detectar la pielectasia renal?
Se detecta por medio de una ultrasonografía prenatal y se clasifica de acuerdo al grado de dilatación. Por ejemplo, puede ser leve (- 10 milímetros), moderada (entre 11 y 15 milímetros) y severa (+ 15 milímetros).
De hecho, un estudio publicado en la Revista Chilena de Obstetricia y Ginecología establece que esta anormalidad se puede detectar hasta en el 2,9 % de los fetos evaluados. Además, destaca que es importante realizar las mediciones correspondientes antes y después de la semana 33 del embarazo, para evaluar posibles cambios.
Si no recibe tratamiento para la enfermedad, el bebé puede padecer un gran número de afecciones que impactan en el estado de los riñones. Por lo tanto, es necesario llevar a cabo exámenes regulares, incluyendo ultrasonido.
Muchos bebés que padecen de pielectasia renal sufren un aumento del nivel de presión en los órganos y funcionalidad reducida. Además, las infecciones urinarias a repetición aumentan la probabilidad de padecer pielonefritis, es decir, la infección del parénquima renal por parte de estos gérmenes.
Si percibes aunque sea uno de los síntomas mencionados con anterioridad en tu bebé, no lo automediques. Al contrario, dirígete de inmediato a una institución médica, donde un especialista le hará un examen y diagnóstico.
“A menudo, la presencia de pielectasia renal en bebés es causada por la debilidad general y la presencia de problemas neurológicos”
¿Cuándo se requiere cirugía para tratarla?
Es necesario realizar cirugía cuando el uréter presenta un sistema de construcción anormal y no puede ser curado a través de la terapia de drogas. También se recurre a este medio cuando ocurre un fuerte aumento en el crecimiento dinámico de la pelvis renal, tanto a la izquierda y la derecha, es decir, cuando ambas pelvis renales se encuentran afectadas.
Si hay complicaciones en el bebé, en algunos casos se recurre a la cirugía. Estas medidas se utilizan para rescatar al niño con el fin de eliminar los efectos del reflujo infantil; esto libera el flujo de excreción urinaria.
Tratamiento contra la pielectasia renal en bebés
Desafortunadamente, no hay receta mágica para solucionar el problema antes de que nazca el bebé. No obstante, realizar una ultrasonografía ayudará a estar preparados para los diversos malestares que pueda sufrir el pequeño. La ausencia de tratamiento durante el embarazo se debe a que cualquiera puede conducir a consecuencias negativas, como la muerte del feto.
Posteriormente, cuando el niño crece, sus órganos están sujetos a cambios; entonces, estos pueden adquirir las dimensiones correctas. Es decir, la pielectasia renal en los bebés puede desaparecer por sí sola en los primeros años de vida. En tal caso, los síntomas de la enfermedad se evaporan.
Para finalizar, lleva tu bebé al pediatra; una vez que se hayan identificado todas las causas de la formación de la pielectasia renal en bebés, será él el más indicado para asignarle el tratamiento. En la mayoría de los casos, consiste en tomar medicación y realizar procedimientos de terapia física.