La piel del bebé en verano: cuidados y recomendaciones

La piel de los bebés es muy sensible y delicada. Por esto, durante el verano debe recibir medidas de cuidado especiales. ¿Sabes cuáles son? ¡Aquí te las contamos!
La piel del bebé en verano: cuidados y recomendaciones
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 12 agosto, 2022

La piel del bebé en verano debe ser protegida con cuidados extremos por su delicadeza y sensibilidad. Asimismo, se debe prevenir la humedad y el calor, ya que pueden alterar el equilibrio dentro del organismo del lactante y provocar cuadros graves. Aquí te detallamos que cuidados poner en práctica. ¿Te interesa? Entonces, ¡no dejes de leer!

Recomendaciones para cuidar bien de la piel del bebé en verano

Durante los meses de verano aumentan las inquietudes respecto a los cuidados de la piel sensible y delicada de los bebés. No obstante, si se ponen en práctica las medidas necesarias, se pueden evitar los daños ocasionados por los rayos ultravioleta (UV) y por el calor.

Hidratar la piel de forma correcta

Mantener la piel de los lactantes correctamente hidratada es imprescindible durante los meses más calurosos. Para ello, existen en el mercado múltiples opciones de cremas hipoalergénicas y específicas para pieles sensibles.

Sin embargo, en la región del pañal se recomienda aplicar pomadas o preparaciones más densas, que generen una película aislante contra las sustancias irritantes y los efectos del roce mecánico. Además, estos productos se indican para estimular la regeneración de la superficie cutánea y prevenir la deshidratación del tejido. Para ello, los expertos recomiendan el uso del pantenol y de la provitamina B5.

Lo mejor es evitar que los bebés se expongan al sol entre las 10 y las 16 horas, cuando los rayos ultravioleta son más agresivos e inciden de forma directa sobre la piel.

Evitar la exposición a los rayos ultravioleta

Durante el verano solemos estar más expuestos al sol, ya que la gran mayoría de las actividades recreativas se realizan al aire libre. Sin embargo, la Skin Cancer Foundation aconseja controlar el horario y el tiempo de exposición a los rayos UV en los bebés menores de un año. Como normal general, conviene evitar la franja entre las 10 y las 16 hs, cuando los rayos solares son más agresivos.

Por el contrario, los recién nacidos y los bebés pequeños tienen una piel más fina, delicada y frágil, que se caracteriza por la inmadurez de su mecanismo de defensa natural y por la incapacidad para regular la temperatura corporal. Por esto, la American Academy of Dermatology Association desaconseja la exposición directa de los bebés menores de un año a los rayos solares.

Utilizar medidas de protección solar

El protector solar como medida de cuidado y de prevención contra las agresiones del sol se recomienda solo a partir de los 6 meses de edad. De hecho, en los menores de esta edad, lo mejor es evitar la exposición solar directa y permanecer a la sombra.

Los sombreros son excelentes complementos para reducir los efectos negativos de los rayos UV y permiten cubrir más áreas del cuerpo a fin de evitar los golpes de calor. Aquellos accesorios que poseen ala ancha son los más indicados, ya que protegen los ojos, las orejas, la nariz, el cuero cabelludo y la frente.



Elegir las prendas de vestir adecuadas

Durante el verano, lo ideal es utilizar ropa holgada y ligera, preferentemente confeccionada con fibras naturales que faciliten la transpiración de la piel, como el lino y el algodón. A su vez, se recomienda que las prendas cubran la mayor superficie cutánea posible.

No obstante, es importante saber que la prenda en sí misma no bloquea los rayos solares, sino que contribuye a minimizar sus efectos. Para bloquear por completo la acción de los rayos solares existen telas con protección UV, las cuales se identifican a través del etiquetado que detalla el factor de protección ultravioleta (FPU). De hecho, de acuerdo con un estudio realizado por Cancer research, cuanto más elevado sea el factor, más protección otorgará la vestimenta.

Aplicar repelente de insectos

En el verano, se debe tener en cuenta la presencia de mosquitos y otros insectos. Utilizar repelente es una buena manera de combatirlos, pero hay que tener cuidado de no mezclarlo con el protector solar.

Durante el verano, las alteraciones bruscas de temperatura y los diversos planes para realizar al aire libre nos obligan a extremar los cuidados de la piel. Entre ellos, es importante considerar la presencia de insectos y evitar las picaduras.

Pero hay que tener en cuenta que no se recomienda la mezcla del protector solar y del repelente, sino que la forma adecuada de aplicarlos es colocar la crema solar primero y a los 30 minutos proceder con el repelente. Asimismo, es mejor evitar el uso de cosméticos y de perfumes con colorantes que puedan provocar irritación o reacciones de hipersensibilidad en la dermis del niño.



Cambiar los pañales con asiduidad

Siempre intenta que los pañales del bebé sean transpirables y cómodos para reducir los riesgos de desarrollar dermatitis en la zona anogenital. Además, se recomienda cambiarlos de forma frecuente, junto con una limpieza y humectación del área.

La higiene es importantísima para mantener la barrera cutánea sana y funcional. Los baños no deben hacerse con agua muy caliente, ni durar mucho tiempo a fin de evitar la deshidratación de la piel o agravar los cuadros de dermatitis atópica. A su vez, conviene secarlos con una toalla limpia y en forma suave, en especial en los pliegues de las rodillas y de los brazos, para prevenir eritemas.

Si bien es aconsejable cambiar los pañales de manera frecuente, también resulta favorable dejar a los pequeños con la piel descubierta cada cierto tiempo.

La importancia de proteger la piel del bebé en verano

La protección de la piel del bebé cobra mayor importancia durante los meses estivales. Debido a su sensibilidad, los rayos solares pueden provocar diferentes lesiones cutáneas si no se toman las medidas correctas.

Los pequeños menores de 6 meses no deben exponerse de forma directa al sol, por ende, la primera opción siempre será resguardarlos a la sombra. Además, se aconseja complementar la protección con barreras físicas como gorros y prendas de vestir.


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