El líquido amniótico cumple funciones vitales en el embarazo. Gracias a él, el bebé se mantiene protegido dentro del útero materno y se desarrolla adecuadamente.
Lo habitual es que este fluido se elimine unas horas antes del nacimiento, producto de la rotura natural de la bolsa que lo contiene. Sin embargo, cuando la pérdida ocurre semanas o incluso meses antes de la fecha probable de parto, puede suponer un peligro para el embarazo.
Las causas de la pérdida temprana de líquido amniótico son diversas y a continuación, te las contaremos y te explicaremos cómo detectarlas.
¿Para qué sirve el líquido amniótico?
El líquido amniótico es un fluido corporal claro y ligeramente amarillento que protege al bebé adentro del útero. Está compuesto por proteínas, carbohidratos, lípidos y fosfolípidos, urea y electrolitos.
Dentro de la matriz, este líquido está contenido por el saco amniótico, que es una bolsa compuesta por dos membranas fuertes selladas a las paredes internas de dicha cavidad (endometrio).
El líquido amniótico cumple importantes funciones durante el embarazo, entre las que se destacan las siguientes:
- Protege al bebé de los movimientos bruscos que hace la madre o de los golpes del exterior.
- Regula la temperatura corporal del feto.
- Protege al bebé de sufrir infecciones provenientes del tracto genital materno.
- Favorece a la movilidad adentro del útero.
- Permite el desarrollo de los distintos órganos y sistemas del bebé, como el respiratorio y el digestivo.
Por todo esto, el obstetra evalúa la cantidad de este fluido en cada ecografía. Pues la escasez del mismo (oligohidramnios) puede indicar algún problema en la producción o la presencia de pérdidas vaginales por roturas de la bolsa.
¿Por qué se producen las pérdidas de líquido amniótico en el embarazo?
Las pérdidas de líquido amniótico pueden producirse por pequeñas fisuras de la bolsa amniótica o por un gran rompimiento de las membranas. Las causas de estos fenómenos son varias y a continuación, describiremos brevemente cada una de ellas:
- Infección intraamniótica: cuando existe una invasión de microorganismos patógenos a través del tracto genital femenino, las membranas que recubren al bebé se debilitan y se rompen. Esta causa representa el 30 % de las pérdidas de líquido amniótico en el embarazo.
- Aumento de la presión intrauterina: cuando la cantidad de líquido amniótico que se produce está muy por encima de lo normal (polihidramnios), se ejerce mayor presión sobre las membranas de la bolsa. Esto también ocurre en algunas gestaciones múltiples.
- Contracciones tempranas: cuando la dinámica uterina inicia en etapas tempranas, favorece a la fisura de la bolsa y al desarrollo de un parto prematuro.
- Amniocentesis o fetoscopía: estas pruebas diagnósticas son invasivas y consisten en la punción de la bolsa amniótica para la extracción del líquido. Si no se toman los cuidados adecuados, es posible romper el saco o contaminar el medio acuoso contenido en él.
- Antecedentes maternos: cuando la mamá ha presentado roturas de bolsa en los embarazos previos, el riesgo de reiterarlas aumenta.
- Otras causas: por ejemplo, el desprendimiento prematuro de la placenta, algunas anomalías congénitas, el retraso del crecimiento uterino, entre otras complicaciones gestacionales.
¿Cómo detectar las pérdidas de líquido amniótico en el embarazo?
Es difícil distinguir el líquido amniótico de una pérdida espontánea de orina, que es un fenómeno habitual en las últimas etapas del embarazo.
Lo primero que se nota cuando hay una pérdida es la ropa interior está mojada con un líquido transparente y sin olor. A diferencia de la orina este fluido sale lenta y constantemente.
Para distinguirlo del flujo vaginal se deben corroborar sus características: en general, el flujo vaginal es más espeso y más blanquecino que el líquido amniótico, que es completamente transparente.
Cuando se sospecha una pérdida de líquido amniótico, lo mejor es vaciar la vejiga y colocar una nueva toalla sanitaria. Luego, se debe toser un par de veces, a fin de aumentar la presión intra pélvica. Si a continuación se constata una pérdida mayor, será conveniente contactarse con el médico.
Actualmente, existen en el mercado algunos test caseros en forma de apósito que permiten detectar las pérdidas de líquido amniótico. El más conocido es el de la marca Al Sense®.
Estos productos tienen una tira reactiva especial que mide el pH de las secreciones vaginales. Según se trate de orina, de flujo o de líquido amniótico, arrojará un color diferente. El liquido amniótico tiene un pH elevado, por lo que la tira se tornará de un color azul o verde.
¿Cuándo acudir al médico?
Si sospechas que hay una pérdida o si sientes que algo no marcha bien con tu embarazo, debes acudir al especialista cuanto antes. Tu obstetra te revisará, te practicará una ecografía y evaluará la salud de tu bebé.
Ante la confirmación de una fisura de bolsa, el médico te indicará reposo y un tratamiento con antibióticos para tratar o prevenir infecciones que puedan afectar el embarazo. Además, te indicará un seguimiento cercano para corroborar que todo marcha bien.
Según la semana de gestación en la que te encuentres, el especialista evaluará la necesidad o no de inducir el parto. Generalmente, estas pérdidas de líquido amniótico son mínimas y con un adecuado seguimiento es posible llevar el embarazo a término.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Morgan F, Quevedo E, Gutiérrez J. (2015) Anatomía y fisiología de la placenta y líquido amniótico. Madrid. Revista MEDUAS; Vol.5 Nº4.
- The American College of Obstetricians and Gynecologists. (2020). Ruptura de membranas antes del trabajo de Parto. Recuperado de: https://www.acog.org/clinical/clinical-guidance/practice-bulletin/articles/2020/03/prelabor-rupture-of-membranes
- Vargas K, Vargas C. (2014). Ruptura Prematura de Membranas. Revista médica de Costa Rica y Centroamérica LXXI (613). Recuperado de: https://www.medigraphic.com/pdfs/revmedcoscen/rmc-2014/rmc145h.pdf