Actualmente, son muchos los padres que se deciden por la práctica del colecho (dormir en la misma cama con el bebé o con una cuna colecho) pero, llegado el momento, queremos que nuestros hijos empiecen a dormir en su habitación. ¿Quieres pasar del colecho a la cama sin traumas para los niños? A continuación, te damos algunos consejos para ayudarte en ese paso tan importante para todos.
Esto supone un cambio para la familia y necesita hacerse de forma correcta para que no suponga un problema en el niño. Estas pautas os ayudarán a la hora de hacerlo de forma progresiva y que no sea traumático para ninguno. ¿Quieres saber cómo hacerlo? Sigue leyendo y no pierdas detalle.
Pasar del colecho a la cama sin traumas para los niños
La Asociación Española de Pediatría no indica inconvenientes a la hora de practicar el colecho, aunque tampoco lo recomienda de forma explícita. Sí remarca que se practique con unas correctas medidas de seguridad para reducir las posibilidades de asfixia o las caídas.
Hay gran cantidad de especialistas que remarcan que la práctica del colecho aporta enormes beneficios, tanto al bebé como a la mamá:
- Los bebés, al estar con la madre, lloran menos y tienen menos ansiedad, ya que se sienten seguros y protegidos.
- El vínculo afectivo entre los padres y el recién nacido se ve reforzado.
- El bebé descansa de forma más profunda.
- Se despierta menos veces y, cuando lo hace, le cuesta menos volver a conciliar el sueño.
- La madre también descansa mejor y más tiempo
- El riesgo de muerte súbita disminuye.
Pero, llegado el momento, el bebé va creciendo y, tanto los padres como el pequeño, no se sienten cómodos compartiendo cama. Muchos niños empiezan a necesitar su propio espacio e independencia.
¿Cuándo y cómo pasar del colecho a la cama sin traumas para los niños?
No hay un momento exacto para hacer este cambio; lo importante es que sea el momento que vosotros hayáis decidido o veáis preparado al niño para hacerlo. Aunque el cambio empieza a plantearse una vez que el pequeño ha crecido y necesita más espacio en la cama, por lo que no deja dormir bien a sus padres y da patadas y se mueve mucho. Es ahí cuando los progenitores tienen que valorar si es el momento idóneo para hacer este cambio o no.
El cómo hacer este cambio es algo que debemos hacer de forma progresiva, porque este paso supone muchos cambios para el niño, por eso hay que estar pendientes de sus necesidades en cada momento.
Consejos para pasar del colecho a la cama sin traumas para los niños
Paso a la cuna en la misma habitación que los padres
Pasaremos al pequeño de la cama de los papás a la cuna, pero en la habitación con nosotros. Una vez que el niño duerma bien y veamos que ha aceptado el cambio, procederemos al cambio a su habitación.
Establecer una correcta rutina de sueño
Es muy importante que tengamos un ritual para ir a la cama, que sea muy predecible y que el niño esté acostumbrado a eso. Por ejemplo: cena, baño, leer un cuento y a dormir.
Hacer una correcta progresión
Tenemos que tener en cuenta que, desde que estaba en el vientre materno, ha estado siempre en la compañía de mamá y el cariño de papá, por lo que tenemos que ser pacientes y flexibles. La primera vez que lo llevemos a su cuarto nos quedaremos con él hasta que se duerma.
Nunca dejarlo llorar
Si, una vez que está en su cuarto, el niño llora, iremos a ver qué pasa. Si dejamos que llore, estamos permitiendo que el pequeño tenga una elevada ansiedad, y esto es incompatible con un adecuado descanso. Lo acariciaremos y hablaremos con él hasta que se quede dormido.
Intentar no retroceder
Si volvemos a llevarlo a nuestra cama porque está teniendo una mala noche, dificultará el proceso.
Evitaremos reñir al niño por llorar o levantarse por la noche
Cada niño tiene un ritmo y unas necesidades que hay que respetar. El pequeño necesita que lo ayudemos a adaptarse con cariño y amor en esta situación novedosa para él/ella.
Sobre cómo pasar del colecho a la cama sin traumas para los niños
Estos son algunos de los consejos que se pueden llevar a cabo para pasar del colecho a la cama sin traumas para los niños. Puede que durante este tiempo el descanso sea menos profundo y con menor calidad. Pero aquí lo importante es ser constantes pues, de esta manera, alcanzaremos la meta y tanto nuestro sueño como el del pequeño volverá a la normalidad.