Algunos padres son considerados un factor pernicioso para el desarrollo deportivo de sus hijos. Esto sucede cuando se olvidan de que sus pequeños practican algún deporte principalmente para divertirse y no para ganar siempre. A los papás que no son capaces de desvincularse de la competitividad del juego infantil se les conoce como padres hooligans y se caracterizan porque en el algún momento del juego, sobre todo en los decisivos, sucumben ante sus emociones: Se molestan, gritan, profieren insultos a diestra y siniestra y el en peor de los casos terminan peleando a puñetazos.
Hace pocos días, en las redes sociales y medios de información, circuló un video de un par de padres que terminaron yéndose a las manos producto de una fuerte discusión en un partido de fútbol infantil.
Lo que llama la atención es que generalmente cuando hay peleas en el campo de fútbol, estas usualmente son protagonizadas por los mismos jugadores; pero esta vez fue diferente, esta vez los protagonistas de la pelea eran padres que presenciaban el partido. Dos padres que, llevados por su extremada competitividad y agresividad, protagonizaron un fuerte enfrentamiento a puños.
La lista de acciones inadecuadas en el campo de juego por parte de estos tóxicos padres van desde insultos al árbitro, fuertes reproches a los niños del equipo rival e incluso a su propio hijo. Es común que los padres hooligans le falten el respeto a los entrenadores e intervengan en el partido dando indicaciones técnicas a jugadores, pero lo más grave de todo son las peleas entre padres. Se forman unas verdaderas batallas campales en las que se llega a requerir la presencia policial. Desgraciadamente, estas situaciones se repiten con bastante frecuencia en los campos de fútbol de muchas partes del mundo.
Padres que transmiten sus frustraciones
El campo de acción de los padres hooligans nace en el ambiente familiar. Estos padres, muchas veces de manera inconsciente, proyectan sobre el niño tanto sus expectativas de éxito como sus frustraciones deportivas, que terminan cargando a su hijo de una excesiva presión que al final lo desmotiva y lo aleja del campo de juego.
Entre otros aspectos de relevancia que fomentan esta toxica actitud, queda en evidencia la debilidad y permisividad de los clubes deportivos, sobre todo los modestos; ya que la concepción de los padres y sus hijos como clientes del club –y como casi la única fuente de financiamiento- les concede en algunos casos un estatus de total impunidad.
Es posible que quienes dirigen los clubes se sientan cohibidos de llamarle la atención a este tipo de padres, pues es fácil que un papá hooligan retire el pago de las cuotas si se siente criticado o coartado. Y también es probable que los clubes no quieran perder a un deportista destacado en una discusión con un padre tan tóxico. Sin embargo, cualesquiera que sean las razones, la impunidad frente a la violencia siempre es un craso error.
Acciones anti hooligans
Siempre hay formas de combatir cualquier situación por más difícil que sea, incluso si se trata de un tóxico padre hooligan. Aquí hay un listado de sugerencias que puede ayudar a disminuir dentro de lo posible esta mala actitud, que además de ser preocupante no le transmite nada bueno a los niños ni hace ningún buen aporte por la imagen del deporte rey.
- El niño solo debe rendir en el colegio, en el futbol y cualquier otra práctica que realice solo debe divertirse.
- La única pregunta que debes hacer a tu hijo o hija después del partido, es si se ha divertido, los reproches no ayudan.
- Trata con respeto a todos los niños, sean del equipo de tu hijo o no. Todos son compañeros.
- Los padres son espectadores como cualquier otro, no interfieras y respeta las decisiones del árbitro. Generalmente se trata de jóvenes que empiezan su carrera y tratan de hacerlo lo mejor posible.
Este es uno de los consejos más importantes de todos: no des órdenes al niño desde la grada. Ya tiene un entrenador que se ha formado como tal y está capacitado para transmitirle sus conocimientos.
- No fumes ni bebas alcohol mientras presencias el partido de tus hijos. Ayuda a crear un entorno deportivo saludable.
- Fomenta la independencia de tu hijo. Que se encargue de preparar su morral de deporte y vaciarlo. También debe responsabilizarse de su higiene personal que es más importante que marcar goles.
- Colabora con el club denunciando conductas o situaciones que puedan constituir un mal ejemplo para los pequeños.
- Ten siempre presente que eres el espejo donde se mira tu hijo.
- Disfruta de ese momento como padre y cede el protagonismo al pequeño futbolista.
Recuerda siempre que el lugar que los padres de los pequeños futbolistas deben ocupar es el de motivador, acompañante y sobre todo facilitador, una sobreprotección o sobreimplicación solo aumenta la presión al joven jugador.
Bibliografía
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- Rojas-Marcos, L. (2014). La familia: De relaciones tóxicas a relaciones sanas. Grijalbo.
- Forward, S. (2010). Toxic Parents. Random House.
- FRIEDMAN, R. A. (2009). When Parents Are Too Toxic to Tolerate. New York Times. https://www.betterdaysandnights.com/When%20Parents%20Are%20Too%20Toxic%20to%20Tolerate.pdf
- Carballo Márquez, A. (2017). Cerebro, estrés y parentalidad. http://repositori.uic.es/handle/20.500.12328/948