Mioclonias del sueño en el bebé

Este trastorno paroxístico es poco frecuente y se produce en neonatos y bebés sanos durante el sueño.

Durante los tres primeros meses de vida, los recién nacidos suelen moverse mucho mientras duermen: agitan las piernas, estiran los brazos con rapidez o suben la cabeza. Estos espasmos breves se conocen como mioclonias neonatales.

Las miclonias son naturales en los niños y no duran más de 20 segundos. Cabe destacar que se trata de algo benigno, por lo tanto, no hay de qué preocuparse. Se puede decir que se trata de pequeños sobresaltos que ocurren mientras se duerme. 

Origen y características

Las miclonias aparecen y desaparecen en poco tiempo. Su aparición se da sobre todo en neonatos y es más frecuente en bebés del sexo masculino que no han cumplido los 2 años de edad. Luego desaparecen por sí mismas, por lo que no es necesario ningún tratamiento.

En un pequeño estudio con 21 recién nacidos, se observó que estas disminuían en frecuencia e intensidad al final del primer mes de vida. De media desaparecieron del todo cumplidos los 3 meses y a una edad máxima de 7 meses.

Además, los autores señalan que, en general, se trata de un síntoma que va en aumento durante las tres primeras semanas, con lo que al principio pueden pasar desapercibidas.

Cuando se acude al neurólogo para que realice una revisión del estado de salud del bebé, este determinará si la mioclonia cursa o no con encefalopatía. En caso de que se confirme que se trata de una mioclonía benigna de la infancia, debes saber que esta no tiene nada que ver con la epilepsia.

Los especialistas aún no han reconocido la causa exacta de estos movimientos agitados, pero sí aseguran que se generan en el sistema nervioso central, al dormir.

Específicamente comienzan una vez que se alcanza la quinta etapa del sueño, mejor conocida como etapa REM (Rapid Eye Movement, en inglés), cuando ocurre un aumento de la actividad cerebral.

Algunas personas consideran que las vibraciones que sienten los bebés en los paseos, o al mecerlos, promueve la aparición de movimientos involuntarios durante su descanso. Por consiguiente, recomiendan que se eviten estos paseos. No obstante, no se ha concluido nada al respecto todavía.

Las mioclonias benignas de la infancia son generadas desde el sistema nervioso central y aparecen durante la etapa REM del sueño.

¿Las mioclonias tienen efectos secundarios?

Las mioclonias del sueño en la infancia son benignas.
La respuesta es no. Se trata de una actividad paroxística beningna. Poco a poco, el bebé las superará y no sufrirá ningún tipo consecuencias en su salud ni en su desarrollo psicomotor. Según datos del estudio citado con anterioridad, en todos los bebés los exámenes neurológicos y la maduración del desarrollo psicomotor posterior fueron normales.

Por lo general las mioclonias beningnas del sueño suelen confundirse con otras patologías como:

  • La epilepsia (que aparece a partir de los 6 meses).
  • El síndrome de movimientos rítmicos del sueño o el de movimientos periódicos de las piernas.

Por esta razón es recomendable supervisar al bebé durante sus siestas y, si es posible, durante el sueño nocturno. De esta manera, si ocurre alguna incidencia, podremos comentársela con mayor detalle al pediatra.

Existe otro trastorno muy parecido denominado mioclonias del lactante, y se presenta tras de los 3 primeros meses de vida y duran hasta los 2 años aproximadamente. A diferencia de la otra, los movimientos se dan cuando el niño está despierto y solo afecta a los miembros superiores de su cuerpo.

Cómo ayudarles a superar las mioclonias

Las mioclonias del sueño en la infancia son benignas.

Los recién nacidos deben dormir, al menos 16 horas. Luego este período de descanso disminuye a 15 horas cuando cumplen tres meses. Al tener un año, los bebés pueden dormir hasta 14 horas seguidas. 

Hacer que los bebés descansen sin perturbaciones es una tarea más sencilla de lo que se pueda creer, solo es necesario tomar ciertas medidas para acondicionar mejor el ambiente.

Ciertamente, la higiene del sueño es fundamental para el crecimiento y la salud de los bebés. A continuación te brindamos algunos consejos que te serán de mucha utilidad.

  • Evitar el colecho. Lo mejor es colocar al bebé en su cuna para evitar accidentes.
  • Si no hay cuna, es necesario colocar al bebé en el centro de la cama, entre dos almohadas. Estas evitarán que el bebé se vaya de lado y se caiga de la cama.
  • Establecer horarios para las siestas diarias.
  • Mantener un ambiente relajado antes de la hora de ir a dormir. Esto implica:
    • Bajar el volumen de la televisión que quede más cerca de la habitación del bebé.
    • Apagar las luces cerca del cuarto del bebé y bajar las persianas un poco para que la luz sea más tenue en su habitación.
    • Disminuir el tono de voz.
  • Revisarles el pañal antes y después del sueño para evitarles molestias.
  • Durante el sueño es necesario ayudar al bebé a cambiar de posición, con suavidad. Hasta que aprenda a girarse por cuenta propia.
    • Los expertos no recomiendan colocarlo boca abajo porque es uno de los factores de riesgo de muerte súbita por la posible inhalación del dióxido de carbono al exhalar.

Antes del diagnóstico los padres también pueden grabar a sus bebés mientras duermen y así poder enseñar las imágenes al pediatra y ayudar a determinar su existencia. Además, también pueden despertar al bebé para asegurarse que ya no suceden y quedarse así todos más tranquilos.

Una vez diagnosticadas y saber que se trata de un problema benigno, tan solo queda tener paciencia y saber que estas desaparecerán al cabo de unas semanas.

Bibliografía

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  • Carballo R. H, Yépez I, et al. Mioclonías neonatales benignas del sueño. Archivos Argentinos de Pediatría. 1998. 96.
  • Yépez I, Vásquez González E, et al. Mioclonías benignas de la infancia temprana: revisión de la literatura a propósito de dos casos clínicos. Revista Ecuatoriana de Neurología. 2006. 15 (1).
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