¿Por qué es importante el microbioma en el embarazo y lactancia?

El microbioma en el embarazo y la lactancia es el punto de partida para el desarrollo de la flora intestinal del bebé que lo protegerá contra ciertas enfermedades infecciosas. Una buena alimentación de la madre y una lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, garantiza un microbioma saludable.
¿Por qué es importante el microbioma en el embarazo y lactancia?
María Patricia Piñero

Escrito y verificado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Última actualización: 25 agosto, 2023

El término «microbioma» ha revolucionado la forma de ver los microbios dentro y fuera de nuestro cuerpo. Sobre todo, por el conocimiento de que se hereda desde el vientre materno y, al nacer, se potencia con la lactancia. Pero, ¿por qué es importante el microbioma en el embarazo y la lactancia? Entre otras razones, es que el conjunto de microorganismos que intercambian el bebé y la madre afecta el estado de salud de ambos. Sigue leyendo para conocer más sobre este tema.

Actualmente, los expertos consideran al microbioma como un órgano más del cuerpo. Además, su colonización depende de varios factores, como la alimentación y la etapa del crecimiento. Por ejemplo, un recién nacido que se alimente con leche materna tendrá unas bacterias distintas a los alimentados con fórmulas infantiles.

¿Cómo diferenciar microbioma de microbiota?

A pesar de que las comunidades microbianas han evolucionado junto con la ciencia, todavía hay malentendidos cuando se habla de microbioma o microbiota. Incluso, en ocasiones se usan como sinónimos.

Microbiota

Lo primero a saber es que todo nuestro cuerpo está colonizado por billones de microorganismos (bacterias, virus, hongos y otros). Estos forman comunidades en diferentes órganos, como la piel, la vagina, la boca, las vías urinarias o el intestino, entre otros.

La Revista Española de Enfermedades Digestivas, en 2018, aclara que a aquellas comunidades de microorganismos que residen en un sitio específico del cuerpo se les llama microbiota. Así, encontramos la que habita en la piel, la de los intestinos -conocida como flora intestinal- o la de la boca, entre otras. Lo interesante es que cada una de ellas tiene características propias.

Microbioma

En cambio, el microbioma considera todas las comunidades de microorganismos, así como sus genes y los metabolitos que forman. El mismo varía para cada persona y la colonización se hace durante toda la vida. Se puede decir que el microbioma es como una huella dactilar, ya que es única para cada uno de nosotros.



El microbioma contiene a la microbiota. Mientras que el primero es el hogar, la microbiota viene a ser cada parte de ese hogar con sus habitantes diferentes.

Importancia del microbioma en el embarazo y la lactancia

Durante el embarazo y la lactancia ocurren cambios hormonales, inmunes y metabólicos que modifican particularmente la microbiota intestinal. La misma tiene un alto impacto en la salud del binomio madre-hijo. Tal como lo declaran algunos autores en la revista Infection and Gut Resistance, los cambios durante el embarazo están relacionados con la modificación en la composición del intestino y su diversidad.

Beneficios para la madre

La revista Nature explica que suceden cambios trimestrales en la microflora intestinal durante el embarazo. Estas modificaciones afectan la inmunidad, el metabolismo, la digestión y el desarrollo neurológico de la embarazada y el bebé. Asimismo, un desequilibrio de la microflora se asocia con ciertas enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y enfermedad inflamatoria intestinal.

También, es importante tomar en cuenta que los cambios de la flora intestinal están afectados por la genética, ciertos factores ambientales y los hábitos alimenticios de la embarazada. Así lo informaron un grupo de investigadores en la revista Nature en 2018.

Beneficios para el bebé

Tal como se lee en un análisis publicado en la revista Life, son varias las formas de colonizar el intestino del bebé durante su estadía en el vientre materno. Por ejemplo, a través de la transmisión directa del útero de la madre al hijo.

La forma de nacimiento también afecta la variedad de la microflora intestinal del niño. Además, es mayor la diversidad en el parto vaginal que cuando es por cesárea. Por su parte, también incide la edad gestacional. Por ejemplo, en los bebés pretérmino hay menos bacterias beneficiosas.

Es así como el sistema inmune del bebé comienza a formarse desde antes del nacimiento para enfrentarse a posibles bacterias dañinas. En este sentido, un artículo de Only About Children menciona que el 70 % del sistema inmune del bebé se localiza en el intestino. Además, esta microbiota ayuda a mejorar la digestión, la absorción de nutrientes y a estimular la producción de neurotrasmisores que controlan los sentimientos de miedo y ansiedad.

Beneficios de la lactancia materna para el microbioma

La colonización de las bacterias intestinales del bebé no solo ocurre en el vientre materno. Al nacer, la leche materna aumenta su biodiversidad. Algunos datos científicos destacan la presencia de lactobacilos y bifidobacterias en el alimento, lo que aumenta en un 85 % la microbiota intestinal con beneficios para la salud. A estos se les conoce como probióticos.

Un artículo divulgado por la Universidad Isabel I en 2022 explica que la leche también contiene unos carbohidratos especiales conocidos como prebióticos. Una revisión de artículos compartida por la revista Nutrients, en 2020, deja en claro que estos benefician la maduración y el desarrollo del sistema inmune, así como la integridad de la mucosa intestinal y la producción de anticuerpos IgA.

Además, como lo detalla una revisión en la revista Pediatrics, los probióticos también reducen el riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión y aumento de colesterol en la sangre del bebé y en su vida adulta. Estas son algunas razones de por qué los organismos de salud recomiendan una lactancia materna exclusiva hasta los primeros 6 meses de edad.



La alimentación durante el embarazo y la lactancia es clave para el microbioma, ya que modifica la comunidad de bacterias capaces de ser transferidas al bebé.

¿Cómo debe ser la alimentación de la embarazada y la lactante?

Tal como lo revela un estudio de la revista Gut Microbes, la alimentación materna durante el embarazo y la lactancia impacta sobre la abundancia y prevalencia de la microbiota intestinal.

¿Qué incluir y qué no en la dieta?

Algunas recomendaciones para llevar una alimentación que promueva el crecimiento de bacterias beneficiosas para la salud de la madre y el bebé son las siguientes:

  • Aumentar el consumo de fibra prebiótica, como la indicada en la revista Journal of Food Science and Technology. Unas buenas opciones son los fructooligosacáridos que se encuentran en el cambur, la cebolla, los espárragos, las fresas, la manzana o la achicoria, entre otros. Además, la fibra de los cereales integrales, las hortalizas y las legumbres también aportan nutrientes para la microbiota intestinal del colon.
  • Incluir más alimentos probióticos adecuados para el embarazo, como yogur, tempeh, kéfir de agua y chucrut, entre otros.
  • Incrementar las grasas omega-3 y omega-9. Esto se puede lograr al incluir sardinas, caballa, bonito, salmón y atún en la dieta. Por su parte, debe prevalecer el aceite de oliva.
  • Aumentar la porción de frutas entre 4 y 5 veces al día.
  • Mantener una dieta baja en grasas saturadas, trans y alimentos ultraprocesados, como azúcares, postres, bollería, pasteles, papas fritas, donas y comidas rápidas.
  • Seguir una dieta saludable, indicada y guiada por los profesionales de salud durante el embarazo.

Lo que debemos hacer para mantener un microbioma saludable

No cabe duda de que el microbioma forma parte de nuestras vidas y que es especialmente importante durante el embarazo y la lactancia. Y, para configurarlo desde temprana edad, dependemos de una gestación saludable y de una lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida.

Un microbioma sano beneficia no solo la salud de la madre, sino también a la del bebé. Además, aumenta las defensas del cuerpo y reduce el riesgo de ciertas enfermedades crónicas en la vida adulta, entre otros beneficios.

Un embarazo saludable depende de una buena alimentación, que incluya los nutrientes que fortalezcan la microbiota intestinal. En este sentido, se debe incluir la fibra prebiótica, como los oligosacáridos contenidos en los vegetales, las frutas y las legumbres. Además, también hay que tomar en cuenta a los cereales integrales y sus derivados.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.