Mi hijo tiene miedo a hablar en público, ¿qué hacer?

Una exposición en clase, una representación en el colegio, un examen oral… Y tu hijo tiene miedo a hablar en público. ¿Qué podemos hacer en estos casos?

Son muchos los momentos en los que los niños deben hablar para un grupo de gente. En muchos casos, entran en pánico y se quedan en blanco, tartamudean, se bloquean, empiezan a respirar agitadamente, se ponen rojos… Lo que puede suponer un trauma cada vez que se tienen que dirigir a un grupo de personas.

Estos traumas pueden permanecer con el niño durante su crecimiento, su adolescencia e incluso cuando ya es adulto. Hay muchas personas adultas que no son capaces de entablar conversación ni de expresarse cuando hay un número voluminoso de personas alrededor.

En los colegios no suelen enseñar cómo tratar este tipo de problemas. Por eso, os dejamos una serie de consejos que podéis poner en práctica en casa para que tu hijo no tenga miedo a hablar en público.

No contestar por él

Es muy importante no contestar por ellos cuando le preguntan. Es bastante normal que cuando alguien poco conocido se dirige directamente al niño, este no conteste. Solemos decir que es vergonzoso y contestamos por él, pero esto no debe de ser así.

Debemos dejar que el niño responda y se exprese por sí mismo, aunque tarde en responder o le cueste. Así, ayudaremos a que el pequeño pierda el miedo a hablar en público.

Otra forma de ayudar a los niños a que pierdan el miedo es enseñarles técnicas sencillas de respiración. Es decir, que aprendan a inspirar y espirar para saber controlar la respiración, una de las cosas que más se alteran a la hora de hablar en público.

Utilizar juegos en los que se tenga que expresar para superar el miedo a hablar en público

Unir el juego con la expresión. Estos dos factores juntos ayudarán que tu hijo pierda su miedo a hablar en público. Uno de los juegos que más pude ayudarle es la representación teatral. Escoger un cuento infantil que os guste y representarlo dándole el papel principal. Otro tipo de juegos también pueden ser actuaciones musicales o jugar con marionetas que él tenga que dirigir y hablar.

Recitar poesías es una buena manera de ayudarles. Además, al mismo tiempo estás haciendo que ejerciten la memoria al retener los versos y se expresen bien a la hora de recitarla.

Estas representaciones, independientemente del tipo que sean, es conveniente que las hagan delante de más gente. Si, por ejemplo, dentro de poco tenéis una comida familiar, aprovecha para preparar con él un teatro y que lo represente ante la familia. Así, el miedo a hablar en público irá disminuyendo si el niño ve que hay mucha gente.

La escritura como método de estructura de ideas

Antes de que las palabras salgan de la boca, primero se piensan y se estructuran en el interior, en el pensamiento. Por eso, que el niño coja soltura en la escritura y escriba, normalmente hará que sus ideas estén más estructuradas. Nuevamente, estarás haciendo que ejercite la memoria y el pensamiento siendo capaz de organizar y enlazar ideas.

Una muy buena idea es inventaros el título de una cuento y a partir de ahí que el niño vaya generando una historia, con sus personajes y su narración. Si escribe diariamente un fragmento de la historia, estará estructurando ideas así como manteniendo el hilo de una historia, a la vez que se divierte dejando volar la imaginación.

Apoyarlo y animarlo siempre

Transmitirle confianza es el mayor apoyo que le podrás dar en el momento en el que se tenga que enfrentar a hablar en público. Animarlo siempre durante la exposición si tu estás delante y aplaudirlo al finalizar, haciendo destacar en todo momento lo bien que lo ha hecho y lo capaz que es. Con esto, el niño ganará confianza y seguridad, los dos aspectos clave para perder el miedo.

Conclusiones para que tu hijo no tenga miedo a hablar en público

En definitiva, y como decíamos anteriormente, las representaciones delante de la familia o amigos son muy importantes, pues de esta manera verá a un grupo grande de personas que lo apoyan a la vez y hará que crezca la confianza en sí mismo y no sentirá en ningún momento que puede estar haciéndolo mal.