Las consultas del médico suelen estar llenas de padres que repiten asustados “mi hijo se ha tragado una moneda”. Este tipo de accidente es más frecuente de lo que imaginas, ya que hasta los 5 años de edad, los pequeños se meten todo a la boca, independientemente de si es un alimento o no. En muchas ocasiones, terminan por tragárselo, ya sea de forma accidental o voluntaria.
Lo primero que debes hacer es conservar la calma. Si le gritas y te dejas invadir por el pánico, además de que lo vas a asustar, el niño podría atragantarse y complicar las cosas.
Que no cunda el pánico
Si ves que el niño está jugando con monedas y por instinto se las lleva a la boca, no le grites. Con suavidad pídele que te la entregue y cuando esto ocurra, desaparece al instante todas las que estén a su alcance.
En caso de que la tenga en el interior de la boca, pero aún está visible, con el dedo como gancho busca extraerla.
A veces ocurre que crees que se la ha tragado y cuando le preguntas al niño este da respuestas ambiguas o aún es muy pequeño para responder. Allí comienzas a preocuparte y la angustia solo consigue más mutismo y extrañeza en el peque.
En esta situación, trata de no perder la calma y comienza a buscar en los alrededores signos de manipulación o juego con monedas u objetos pequeños. Asegúrate de que el área esté limpia y mantén en observación al pequeño explorador. Pendiente, por si aparece tos o dificultad para respirar.
Ahora bien, ¿está tranquilo y sigue en lo suyo sin registrar molestias? Entonces, lo más probable es que no tengas por qué preocuparte. En la mayoría de los casos de niños que han ingerido algún objeto, este cuerpo extraño termina pasando al intestino y se elimina a través de las heces a los 5 o 7 días.
Dónde está localizada
Es muy importante determinar en qué parte del cuerpo está alojada la moneda. De ello dependerá una posible complicación o que todo se quede en una experiencia más que narrar. En casa estaremos atentos de cómo respira o si le cuesta tragar.
El riesgo mayor es si el cuerpo extraño se va por la vía respiratoria. De ser así, ameritaría alguna maniobra de desobstrucción.
Si en cambio, corre por el tracto digestivo los riesgos se reducen, sobre todo si logra pasar por el esófago, que es el tramo más estrecho. Pero de quedarse atascada, hay que ir a un centro médico en menos de 24 horas.
Otra posibilidad es que no indique molestias de ningún tipo cerca del incidente sino al cabo de unas horas. Tos, producción de baba, dificultad para tragar, indican que la moneda está alojada en un punto del esófago.
Otras molestias que acompañarían el evento como fiebre, dolor de estómago o vómitos, ocurren si la moneda está obstruyendo algún tramo de los intestinos.
Considerando estar seguros de que se ha tragado la moneda, pero con el correr de los días no ha ocurrido que la expulse en las deposiciones, no aplaces la ida al médico. En cualquiera de estos casos, será necesario ir al servicio de urgencias para que le realicen una radiografía al accidentado.
Si está en el esófago, lo cual ocurre en un 20% de los casos, va a requerir que se la extraigan dentro de un plazo máximo de 24 horas; en estas circunstancias, existe riesgo de perforación o de aspiración y asfixia. El procedimiento a través del cual se realiza dicha extracción es una endoscopía.
Si la moneda ha pasado al estómago, hecho que se da en un 60% de las ocasiones, intervienen factores como el tamaño de la moneda y la edad del niño. Para niños pequeños (de menos de 2 años), todo objeto mayor a 3 centímetros deberá ser extraído.
Por otro lado, en caso de que sean mayores, el tamaño límite aumenta hasta los 5 centímetros. Si la moneda es más grande, no podrá pasar a través del píloro y esto traería graves consecuencias.
En el resto de los casos, la moneda llega al intestino. Una vez que alcance este punto, hay un riesgo bajísimo de que las cosas puedan complicarse.
Mi hijo se ha tragado una moneda y no sé si preocuparme
Como mencionamos antes, lo mejor es que acudas al servicio de urgencias para que ellos valoren la gravedad del asunto. Si el niño presentara dificultad para hablar, respirar o incluso si hay pérdida del conocimiento, llama inmediatamente a emergencias para que te den instrucciones acerca de cómo puedes actuar.
Una vez supervisado y si no ha requerido de ningún procedimiento para su extracción, lo más recomendable es suministrar al niño abundante agua y una dieta rica en fibras (fruta, verduras, ciruelas pasas, etc.) para facilitar su expulsión a través de las heces.
“Si la moneda está en el esófago, lo cual ocurre en un 20% de los casos, va a requerir que se la extraigan dentro de un plazo máximo de 24 horas”
Sí, te va a tocar estar muy atenta cada vez que tu hijo vaya al baño, para que puedas asegurarte de que la moneda ha salido de su cuerpo. Si este el caso, no requerirá ingreso hospitalario y solo deberás observarlo.
Ante cualquier cambio en su comportamiento o síntomas como vómitos, dolor abdominal o sangre en las heces, deberás volver al servicio de urgencias inmediatamente.
Otros objetos que se pueden tragar
Hay otro tipo de objetos que sí merecen la pena mencionar, ya que su ingestión podría acarrear serias complicaciones:
- Objetos punzocortantes: Hay que poner especial atención en ellos, ya que podrían dañar algún órgano a su paso. Un caso así requiere de mucha observación; suelen hacerse radiografías diarias hasta que lo expulsan.
- Pilas: Aquí el problema viene dado por su alta toxicidad: contienen mercurio, zinc, óxido de plata, litio. Además, son corrosivas y peligrosas. La Sociedad Española de Pediatría recomienda su extracción siempre.
- Imanes: No hay problema si es redondeado y es uno solo. Ahora bien, si iban varios pegados y algún metal, la situación cambia, ya que podrían perforar el intestino.
Más vale prevenir…
Ahora que ya sabes la afición de los pequeños a llevarse todo a la boca, es necesario que tomes medidas de seguridad para evitar posibles accidentes. Por ejemplo, nunca dejes al alcance de su mano objetos pequeños ni medicinas.
Al mismo tiempo, explícales qué tipo de objetos deben evitar meterse a la boca y hazles comprender que podrían tragárselos y hacerse daño. Estos consejos siempre deben adaptarse a su nivel madurativo y se han de expresar de forma clara y sin asustarlos. Por último, elige siempre juguetes adecuados a su edad.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Villa, M. C. R., De La Torre, I. B. M., Burrieza, G. G., Pedemonte, J. C. C., Pdellansar, J. P., & Méndez, É. V. (2018). El papel del radiólogo ante la sospecha de ingesta de cuerpos extraños en edad pediátrica. Seram. https://piper.espacio-seram.com/index.php/seram/article/download/1046/582