Mi hijo me pega: ¿qué acciones debo tomar?

¿Tu hijo te agrede físicamente y no sabes qué hacer al respecto? Echa un vistazo a nuestras recomendaciones para abordar la agresividad infantil, organizadas por grupo de edad.

La agresividad en los niños no es poco común y, en general, representa una forma no saludable de expresar y gestionar emociones como la ira, la frustración o incluso la tristeza. Si tu hijo te pega, es importante abordar el problema cuanto antes y tomar medidas para evitar que esto siga ocurriendo.

Sin embargo, las estrategias a emplear varían según la edad de tu hijo. Por ejemplo, la situación es muy diferente si tu bebé de 10 meses te araña cuando le niegas un juguete que quiere, en comparación con tu hijo de 4 años que te lanza un puñado de legos en un arrebato de enojo, o incluso con tu hijo adolescente, que te supera en altura y te empuja cuando se enfada.

En este artículo, te ofrecemos una serie de recomendaciones clasificadas por rangos etarios para abordar y revertir la agresividad infantil.

Mi hijo me pega: estrategias para abordar el problema de forma efectiva

Las causas de la violencia infantil son diversas. En un estudio realizado en la Universidad de San Martín de Porres, se investigaron las razones detrás de los comportamientos agresivos en algunos niños. Entre los factores más destacados que influyen en esta conducta se identificaron la ansiedad de la madre, la violencia de género y el estilo de crianza.

Es importante destacar que los golpes, empujones o gritos pueden ser resultado de dificultades en la gestión adecuada de las emociones. Además, estos comportamientos pueden ser temporales y, en algunos casos, considerarse como parte del desarrollo natural del niño.

Sin embargo, esto no implica que se deban ignorar. Veamos qué acciones deberías emplear si tu hijo te pega, de acuerdo a con su edad.

Bebés

En el caso de los bebés, sus capacidades de expresión son muy limitadas. No pueden hablar ni comprender con certeza lo que les dices. Imagina por un momento lo frustrante que debe ser para ellos querer comunicarse y no poder hacerlo.

Por lo tanto, es posible que la traducción verbal de los arañazos, golpes o lanzamiento de objetos sea: «esto no me gusta», «no quiero» o «estoy enojado». Su intención no es hacerte daño, sino comunicarte lo que desean y necesitan. Entonces, si tu hijo te agrede físicamente, estas son algunas formas en las que puedes reaccionar.

  • Reacciona con sorpresa: puedes mostrar una expresión facial de dolor y sorpresa para que comprendan que su acción no fue adecuada.
  • Rechaza su conducta, no a tu hijo: evita frases que los juzguen como personas, como «eres malo». Opta mejor por comentarios de desaprobación como «golpear está mal». Utiliza un tono de voz suave, pero firme.
  • No respondas con más agresividad: evita gritar o darles golpes en sus manos (por más sutiles que sean). En lugar de eso, busca formas de manejar la situación de manera más calmada y comprensiva.

Niños pequeños

A partir de los tres o cuatro años, los niños comienzan a desarrollar una comprensión más sólida de lo que está bien y lo que no lo está. Sin embargo, la gestión emocional sigue siendo bastante frágil.

En apoyo a esta idea, un estudio realizado por profesionales de la Universidad de Granada asegura que la mejora en las habilidades de autocontrol tiene un efecto positivo en la reducción del comportamiento agresivo en niños de edad preescolar. Aquí tienes algunas estrategias:

  • Nombra lo que pueden estar sintiendo: ayúdales a ponerle nombre a sus emociones. Decirles frases como «entiendo que estás enfadado», «parece que te enoja que no podamos quedarnos más tiempo en el parque» y similares puede ser de gran ayuda.
  • Establece límites claros: hazles saber cuáles son las reglas y expectativas en cuanto a su comportamiento. Explica de manera simple y consistente lo que está permitido y lo que no.
  • Fomenta su autocontrol: aplica diversas técnicas de autocontrol para enseñarles formas de dominar sus impulsos y reemplazarlos por comportamientos más saludables.

Niños de edad escolar

A menudo, los niños de 6 o mayor edad recurren a la agresividad para hacerse escuchar. De esta manera, consiguen una atención inmediata por parte de sus cuidadores, incluso si es una reprimenda. No obstante, su comportamiento violento no siempre se debe a esto. Si tu hijo de edad escolar te pega, considera las siguientes estrategias.

  • Anticipa la explosión de ira: presta atención a las señales previas a las rabietas o explosiones de ira. Además de observar lo que sucede a su alrededor, mantén un ojo en sus expresiones faciales, su tono de voz y su tensión muscular para tomar medidas preventivas.
  • Revisa tus propios comportamientos: no es necesario que respondas a todas sus demandas de inmediato, pero es esencial que tu hijo sienta que lo escuchas, lo observas y lo valoras. ¿Le dedicas suficiente tiempo? ¿Estás presente cuando te necesita?
  • Enseña estrategias de afrontamiento: explícale que existen formas más adecuadas y satisfactorias de expresar las emociones, como hablar con alguien de confianza, escribir lo que siente o usar técnicas de relajación.
  • Evita titubear al momento de establecer límites: el uso de la violencia está prohibido y es vital que tu hijo comprenda esta norma. No debes permitir que te golpee ni tolerar sus acciones violentas sin imponer consecuencias.

A su vez, y de acuerdo con un trabajo difundido en Acta de Investigación Psicológica, la crianza positiva permite que los niños aprendan conductas prosociales y reduzcan la desobediencia, la agresión y los berrinches excesivos.

Adolescentes

Es innegable que la adolescencia es una etapa desafiante tanto para los jóvenes como para los padres. La agresividad en adolescentes es más compleja, por lo que requiere enfoques específicos. Aquí tienes algunas recomendaciones importantes.

  • Apela a la comunicación asertiva: establece un diálogo abierto y honesto con tu hijo adolescente. Ofrece un oído empático, comprensivo y respetuoso para que se sienta cómodo expresando sus sentimientos y preocupaciones. Esto puede ayudarte a comprender mejor las causas de su comportamiento agresivo y trabajar en ellas.
  • Insiste en que la violencia no es aceptable: deja claro que la agresión es inaceptable, sin importar la edad de tu hijo. Establece consecuencias negativas para su comportamiento inapropiado.
  • Busca ayuda profesional: en algunos casos, puede ser necesario recurrir a la ayuda de un psicoterapeuta especializado para abordar esta problemática con adolescentes. No dudes en solicitar apoyo profesional si la situación lo amerita.

¿Has revisado tus propios comportamientos?

Recuerda que los niños están atentos a todo lo que hacen sus padres y a menudo internalizan los comportamientos que observan de manera más impactante que las palabras que se les dicen. Sin embargo, es importante señalar que las conductas agresivas de tu hijo no siempre se deben al estilo de crianza que empleas.

El asunto es más complejo. Si tu hijo te pega, es crucial que realices un proceso de introspección y examines la forma en la que te comunicas tanto con él como con otros miembros de la familia.

Bibliografía

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