¿A quién debo pedir ayuda como mamá primeriza?

Ser madre no es fácil, por eso, si ha llegado ese momento, te irá bien tener a una mamá cerca de ti, con su experiencia, apoyo y compañía.
¿A quién debo pedir ayuda como mamá primeriza?
Maria Fátima Seppi Vinuales

Revisado y aprobado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 26 marzo, 2024

Cuando se es madre es muy importante recibir acompañamiento emocional. Sobre todo si eres primeriza, pedir ayuda a familiares y amigos o apoyarse en otra mamá, revela una honda necesidad de amparo, abrigo y fuerza. Sí, siempre vamos a necesitar a alguna persona de confianza que nos escuche. Que nos comprenda y acompañe en cualquier etapa del largo y complejo camino que apenas inicia.

Además, nadie está exento de necesitar el apoyo de otras personas. Y en este caso resulta más que valioso. De hecho, son comunes los altibajos, no solo en cuanto a depresión postparto, sino en general, debido a problemas relacionados con la crianza, la pareja o las finanzas.

No tengas miedo de pedir ayuda

La mayoría de los especialistas recomiendan que liberemos un poco de estrés, llamando a mamá si fuera el caso, cuando nos haga falta. Ante problemas que sentimos que nos superan, la mejor manera de combatirlos es con apoyo externo. 

Ya sea para cuidar al bebé mientras nos damos tiempo, o simplemente para conversar con alguien. A veces lo único que necesitamos es que nos escuchen. Por otro lado, es usual agotarse solo de recibir visitas. En estos momentos es lo que menos queremos, pero es difícil de evitar.

Luego está todo el cansancio físico y mental, que puede hacer sucumbir a la más fuerte. No obstante, ¡cómo nos alienta la compañía de una mujer que sea madre con vocación de ayuda y entrega! Cuando tenemos cerca a esa persona, sus consejos nos darán confianza y alivio.

De igual modo, involucra a tu pareja. Desde el vientre, la voz ya es familiar y su presencia no es extraña para el niño. Compartir los cuidados y entrenarse juntos en las tareas de la crianza, fortalece la unión, construye estabilidad y fomenta el equilibrio al repartirse las cargas.

Recibir apoyo es clave para que las madres gocen de una buena recuperación después del parto. Un estudio publicado en Maternal and child health journal señala que «Las mujeres de todos los grupos identificaron la recepción de apoyo instrumental como esencial para su recuperación física y emocional». Por eso, si eres primeriza, no prescindas de pedir ayuda.



¡Qué bien lo estás haciendo!

Primerizas o experimentadas se apoyan en otras mamás. En realidad, todas tenemos miedo de cómo nos va a ir con la crianza de los hijos. De ahí que resulte comprensible que el miedo a fracasar sea uno de los hallazgos más relevantes de una investigación sobre la experiencia subjetiva de la maternidad.

La investigadora destaca el temor a no poder cumplir con el ideal impuesto por la sociedad al respecto de la labor materna. Por lo tanto, es muy reconfortante y motivador que nos digan que todo va bien.

De hecho, es importante recibir palabras de aliento. Saber que las mujeres que tienen experiencia, aprueban nuestro trabajo, resulta muy satisfactorio. Porque, aunque no lo admitamos, en el fondo tenemos miedo de que el bebé no esté bien cuidado.

Vale mucho entonces que una madre experimentada nos diga que el niño se ve bien. Pues anima escuchar consejos agradables de la recuperación postparto de otras mujeres. Es duro pensar que el proceso es lento y doloroso, pero la mayoría acepta que se trata de una etapa superable.

¿Por qué una mamá primeriza pide ayuda a otras mamás?

¿Cómo lo sobrellevó mi amiga? ¿Qué haría mamá en mi lugar? ¿Habrá alguien más pasando por esto? Todas estas interrogantes de primeriza se resuelven de una manera: llamando a pedir ayuda y si es a mamá, mucho mejor. En cualquier caso, basta con que haya criado para que nos sintamos aliviadas, en confianza y un tanto más optimistas.

Un estudio publicado en la Revista Cubana de Salud Pública, constata que las principales dificultades a las que se enfrentan las mamás primerizas son la recuperación posparto, el cuidado del bebé y la relación de pareja. De ahí la importancia de lograr apoyo emocional y físico, e información oportuna. Todo lo cual permite establecer un vínculo saludable con el bebé durante la exigente lactancia materna y el cuidado infantil.

Se trata como sabemos de un proceso que mucho depende de la comunicación única e intransferible que estableces con tu hijo, mezcla de intuición y comprensión, llena de silencios, miradas y balbuceos. Además, no existe un modelo único ni una forma universal de ser madre, es válido cometer errores y sobre todo, aprender de ellos.

La ayuda profesional nunca está de más

Una investigación desarrollada en la Universidad de Salamanca, señala que más del 50 % de las madres presentan lo que se conoce como «maternity blues». Esto consiste en un estado de tristeza y melancolía, de irritación constante y dificultad para dormir, que aunque dura pocos días, necesita atención.

Esa misma publicación destaca que las mujeres que más informadas y acompañadas se han sentido son las que recibieron más apoyo emocional y afectivo por parte de profesionales de la salud.

Sin embargo, las madres no suelen recurrir de buen grado al asesoramiento científico, incluso, quizá, no recurran a ningún tipo de apoyo. En este caso, buscar a otras madres por cercanía, familiaridad o confianza, significa que necesitamos la versión de mujeres que han pasado por lo mismo.

Una de las necesidades en esta etapa tiene que ver con el hecho de ser comprendidas y escuchadas. El lenguaje de las madres es único, entre nosotras nos entendemos mucho mejor. Es por ello que, la experiencia nos une en una suerte de red universal. Nosotras sabemos lo que sentimos, y esa afinidad nos cae muy bien en esta etapa.



Pedir ayuda a otras mamás, opción en línea para una mamá primeriza

Los expertos recomiendan los grupos de madres, porque esta interacción fundada en la comprensión y el respeto, alimenta la seguridad en nuestro nuevo rol. De hecho, como lo reseña este artículo de Women and Birth, han aumentado las alternativas de apoyo emocional a través de entornos en línea, en el mejor de los casos con participación de profesionales.

Ello enriquece la información proveniente de los testimonios de las otras madres. La idea es que entre todas compartamos aprendizajes y protección en un espacio de encuentro donde prevalezcan el crecimiento personal y de grupo, sobre la base de la empatía y la sororidad.

Detalles de su filosofía se encuentran en el artículo «De mujer a mujer, cómo acompañarnos entre iguales» una experiencia de la escuela de familias del Centro de Jóvenes Taleia-Fundación Adsis de la ciudad de Valencia, España.

Además, estos espacios de expansión de la intimidad nos brindan una oportunidad de oro para desahogar penas, al mismo tiempo que se dan a conocer detalles sobre lo que hacen y hacemos para avanzar en la crianza.


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