¿Los niños se portan peor con sus padres?

¿Tu hijo se porta de lujo cuando tú o tu pareja no están presentes? Este cambio conductual puede tener varias razones; detallaremos algunas de ellas y veremos qué soluciones podemos encontrar.

¿Los niños se portan peor con sus padres?

De seguro habrás visto niños que fuera de casa son, como se dice comúnmente, ‘un pan de Dios’; pero en casa la situación es totalmente diferente. ¿Verdaderamente hay niños que se portan peor con sus padres? A continuación, profundizaremos sobre este tema e intentaremos dar una explicación a este cambio conductual.

Aunque resulta desalentadora para muchas madres y padres, esta situación sucede muy a menudo y por diferentes motivos. Queda muy en evidencia cuando los padres dejan a su hijo en casa de sus abuelos, tíos o con una niñera. A su regreso, llegan predispuestos a oír lo mal que se ha comportado y los berrinches que inició al rechazar el menú del día. Sin embargo, nada de eso pasa.

De hecho, los comentarios son totalmente opuestos y resaltan la amabilidad y el buen trato del pequeño. Es en ese momento cuando los progenitores empiezan a cuestionar muchas cosas, incluido su método de crianza. ¿Cómo puede ser que haya niños que se portan peor con sus padres?

Causas por la que algunos niños se portan peor con sus padres

En primer lugar, debe considerarse que el vínculo entre un niño y su madre es único. Por lo tanto, con nadie más que con ella el pequeño dejará salir sus emociones de manera libre y relajada. Esto quiere decir que el niño puede ‘cuidar’ un poco más su conducta ante personas que no conoce tanto como a sus padres.

Por otro lado, también existe una necesidad de atención que no se puede ignorar. Mediante el llanto, las quejas e incluso los malos comportamientos, el niño consigue lo que siempre quiere: la atención de su mamá. Esto se da incluso cuando se trata de una atención negativa, ya que muchas malas conductas vienen seguidas de regaños. Sin embargo, que un niño deba recurrir a portarse mal para conseguir la atención de su mamá no es natural; se trata de un aspecto a corregir prontamente.

Sí, hay niños que se portan peor con sus padres.

¿Se portan mejor con sus papás?

Otro hecho que suele plantearse es que los pequeños muestran mejor comportamiento estando en compañía de su papá que de su mamá. Las teorías al respecto son muchas: que pasan menos tiempo con él y esto los motiva a disfrutarlo o que las madres ‘imponen menos autoridad’.

En realidad, esto tiene mucho que ver con lo que comentamos antes. Al ser su persona más ‘cercana’, la mamá se convierte en alguien con quien los niños tienen total confianza. Esto, claro, hace que se sientan con derecho a exigirles lo que desean del modo en que no lo harían con nadie más.

Las mamás son las personas a las que los niños acuden cuando necesitan algo. Además, si una situación les molesta, les resulta injusta o incómoda, de seguro buscarán hacerlo saber. La mala conducta puede llegar a ser el método que escojan a estos fines.

¿Cómo lidiar con niños que se portan mal?

Ahora bien, más allá de que conozcamos las causas. ¿Qué podemos hacer los padres en estos casos? Estas sugerencias pueden ser de ayuda para quienes se encuentran en esta situación:

Ofrecerles tiempo y atención

Es el primer paso para establecer una relación sana con los pequeños. Pasa tiempo con él, ayúdalo con sus tareas y, por supuesto, diviértanse juntos.

Otra práctica que puede ser de mucha ayuda es la de dejarlos participar en las decisiones. A menudo, los niños se portan peor con sus padres porque ellos no les dan el espacio que necesitan. Por lo tanto, sería bueno que le consultarás al comprarle ropa, al elegir las comidas o al escoger sus actividades extracurriculares. De este modo, se sentirá valorado y escuchado.

“Mediante el llanto, las quejas e incluso los malos comportamientos, el niño consigue lo que siempre quiere: la atención de su mamá”

Controla tus reacciones

Si entras en una lucha de poder con el niño, solo lograrás profundizar el problema. Mucho menos plantees la idea de que solo se porta mal contigo, ya que esto podría hacerle creer que posee un método para manipularte. En lugar de esto, debes permanecer calma y plantear salidas pacíficas a los inconvenientes que surjan. Conserva una actitud positiva y proactiva.

Conserva la autoridad

Las dos recomendaciones anteriores no significan que debes aceptar la mala conducta y nada más. Siempre deberás dejar claros los límites; demuéstrale y explícale que no le queda otra que aceptarlos y que las rabietas no lo conducirán a buen puerto.

Si bien es bueno negociar en algunos temas, hay otros como las tareas en los que esto no es una alternativa. Aunque te cueste hacérselo entender, debes hacerlo. En definitiva, es sumamente frecuente ver niños que se portan peor con sus padres. Lo importante, en estos casos, es saber reacciones a estas situaciones y actuar a tiempo para evitar un desgaste insalubre en la relación con los infantes.

Bibliografía

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