Leche de fórmula para mi bebé: ¿cómo prepararla de forma segura?

Te vamos a mostrar los pasos que has de seguir para garantizar la seguridad alimentaria a la hora de preparar leche de fórmula de tu bebé.
Leche de fórmula para mi bebé: ¿cómo prepararla de forma segura?
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 30 enero, 2022

Preparar leche de fórmula de manera segura es clave para mantener la salud y el bienestar del bebé. En primer lugar, hay que ser precisos en la elección del producto y luego, llevar a cabo el proceso de preparación de la mejor manera. Sobre todo, cuando este es el único método de alimentación del infante.

A pesar de que las leches maternizadas son adecuadas para el consumo de los lactantes, es importante recordar que ningún producto es capaz de reemplazar a leche materna. Sus beneficios son incontables y los elementos bioactivos contenidos en dicho fluido aseguran el adecuado desarrollo del niño. Así mismo, previenen el desarrollo de varias patologías a futuro.

No obstante, cuando no esta opción no es posible o resulta insuficiente, hay que recurrir a las fórmulas artificiales. Y en estos casos, es clave conocer las pautas de higiene necesarias para su elaboración. Te las contamos a continuación.

Consejos de higiene para preparar la leche de fórmula

El objetivo principal de todas estas pautas es evitar la presencia de microorganismos patógenos en la leche de tu pequeño. Si bien estos productos no son 100 % estériles, es importante evitar el crecimiento de bacterias patógenas y potencialmente dañinas.

1. Limpia muy bien los biberones antes y después de usarlos

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En primer lugar, es clave esterilizar bien el recipiente que se utilizará para alimentar al bebé. Así mismo, asegurar un correcto lavado de manos previa a la manipulación de los elementos, pues son los principales vectores de transmisión de los gérmenes.

Tanto las botellas como sus tetinas deben lavarse con agua y detergente y hervirse antes de cada uso. Esto es porque el calor acaba con los microorganismos patógenos y aumenta la seguridad del uso.

Basta con poner a calentar agua en una olla e introducir las tetinas y los biberones hasta alcanzar el punto de ebullición. Luego, apagar el fuego y mantener los elementos dentro durante unos 5 minutos. Al finalizar, retirarlos con una pinza limpia y dejarlos secar al aire sobre una rejilla.



2. Prepara la toma justo antes de ofrecerla

A la hora de preparar el biberón es fundamental cuidar la metodología. Para esto, lávate las manos, limpia y desinfecta la superficie donde vayas a trabajar y evita hacer varias cosas a la vez.

Cuantas más cosas toques mientras elaboras la leche, mayor será el riesgo de contaminar el biberón de tu bebé.

Antiguamente, se indicaba hervir primero el agua a utilizar para garantizar la esterilidad de la misma. En la actualidad, muchos padres optar usar el agua embotellada, pero la realidad es que los expertos recomiendan utilizar el agua de grifo de fuente segura. En el caso de no contar con agua potable, es necesario recurrir al hervido de la misma.

Una vez que la temperatura del líquido descienda por debajo de los 90 grados, se lo puede introducir en el bote y mezclarlo con la leche en polvo antes de que pasen 30 minutos. Es importante respetar las recomendaciones del fabricante, las cuales figuran en la etiqueta del envase. La cuchara siempre se debe echar al ras y no se deben utilizar instrumentos distintos a los que se ofrecen en el propio bote.

Una vez realizada la mezcla, conviene dejar enfriar el biberón hasta que alcance la temperatura óptima. La leche no debe estar ni demasiado fría, ni demasiado caliente, para evitar quemaduras en la boca del bebé. Para comprobar que la temperatura es buena, basta con verter unas gotas en el pliegue de la muñeca y nunca succionar la tetina.

3. Conserva la leche apropiadamente

En el caso en el que tengas que dejar preparados los biberones con leche de fórmula, debes tener en cuenta algunas pautas de conservación.

En primer lugar, elabora cada biberón por separado y sigue los pasos anteriores en cuanto a la mezcla y a la esterilización.

Una vez reconstituida la leche, introduce el biberón rápidamente en el frigorífico, a una temperatura inferior a 5 grados centígrados.

Debes tener en cuenta que la fórmula no debe ofrecerse luego de las 24 horas de haberse preparado y que toda leche que haya sobrado en el biberón luego de la toma debe descartarse de inmediato. Por ende, es conveniente preparar y ofrecer solo lo que se va a tomar.

Consejos para elegir una buena leche de fórmula

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Para terminar, queremos ofrecerte una serie de buenos consejos para elegir correctamente la leche de fórmula.

En primer lugar, se debe comprobar el etiquetado para asegurarse de que el producto no contiene azúcares añadidos. Este ingrediente podría incrementar el riesgo de desarrollar diabetes en un futuro, según indica un estudio publicado en la revista European Journal of Epidemiology.

Por otra parte, suele ser buena noticia que venga reforzada con nutrientes esenciales, como los ácidos grasos omega 3. Estos lípidos han demostrado ofrecer varios beneficios sobre la salud de los más pequeños. Incluso, influyen positivamente en el desarrollo neurológico y en la prevención de alergias.



Prepara la leche de fórmula de manera segura

Como has podido comprobar, es clave preparar el biberón de leche de fórmula de manera segura para prevenir posibles infecciones o intoxicaciones. Estas patologías podrían ser especialmente graves cuando los bebés son muy pequeños.

Para terminar, no olvides que la leche materna es el mejor alimento para tu bebé y que, idealmente, debe ser ofrecida hasta cumplir el año de vida. Pero en el caso de tener que recurrir a la leche de fórmula, conviene prestarle mucha atención a los etiquetados y elegir un producto de buena calidad.


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