¿Hay que cambiar la tetina al biberón?

¿Te preguntas si debes cambiar la tetina al biberón de tu bebé? Te contamos todo lo que debes saber al respecto.
¿Hay que cambiar la tetina al biberón?
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 27 julio, 2022

Las mamaderas pueden ser grandes aliadas a la hora de alimentar a los bebés. Y saber cuándo es necesario cambiar la tetina al biberón es de suma importancia, pues ayuda a garantizar una nutrición correcta y segura.

Los requerimientos alimenticios del bebé cambian a medida que este crece y las tetinas deben permitirle satisfacer sus necesidades nutricionales. A raíz de ello, es necesario cambiarlas cada cierto tiempo a fin de ofrecerle un flujo de leche mayor.

Además, el uso constante, los procesos de limpieza y esterilización y el paso del tiempo hacen que los materiales plásticos se desgasten y pierdan sus propiedades.

A continuación, te contamos mucho más. ¡No dejes de leer!

La tetina del biberón

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La tetina es la parte del biberón que entra en contacto con la boca del bebé. Su forma simula a la del pezón de la mamá para facilitar la alimentación del niño.

En el mercado existe una amplia variedad de materiales, tamaños y diseños para satisfacer las necesidades particulares de cada pequeño. Por eso, a la hora de elegir la más adecuada será preciso considerar la edad del bebé, el tipo de succión y las preferencias individuales. De hecho, muchas veces habrá que probar varios modelos hasta encontrar la mejor.

¿Cuándo hay que cambiar la tetina al biberón?

El primer indicio para saber que debes cambiar la tetina al biberón es el crecimiento propio del bebé. Pues a medida que el niño se desarrolla, sus capacidades para alimentarse y sus necesidades nutricias se modifican.

La tetina para un recién nacido posee uno o dos orificios pequeños que permiten un flujo de leche lento. Además, esto le facilita la succión porque no se requiere demasiada fuerza para liberar el alimento contenido en el biberón.

Entre los 2 y los 4 meses los bebés suelen requerir un volumen de leche mayor y además, tienen mejor manejo de los músculos de la cavidad oral. Succionan con más fuerza y se alimentan con mayor eficiencia. Además, al estar más tiempo despiertos y activos comienzan a demandar mayor cantidad de leche.

Por todo lo anterior, a esta edad puede ser necesario cambiar la tetina y el biberón. Usar una botella con mayor capacidad y una tetina más elongada y de flujo medio facilitan el proceso de alimentación.

Al momento de la introducción de la alimentación complementaria, lo más aconsejable es presentarle al niño la comida de manera paulatina y permitirle su manipulación y exploración. De todos modos, el uso del biberón continúa pues la lactancia es la fuente principal de nutrición a esta edad.

Al cambiar nuevamente los requerimientos alimentarios e incluso, las prácticas de nutrición, es preciso cambiar de nuevo la tetina por una con orificio aún más amplio.

¿Cómo saber que tienes que cambiarla?

Observa la manera en la que tu bebé se alimenta para darte cuenta si es necesario cambiarle la tetina al biberón. Ten en cuenta los siguientes indicios:

  • Tu bebé tarda demasiado tiempo para terminar su biberón (más de 25 minutos). Esto puede indicar que la tetina es demasiado pequeña para su edad.
  • El niño hace mucha fuerza al succionar y el biberón casi no se vacía. Lo más probable es que la tetina sea muy pequeña. Esto puede hacer que tu bebé trague demasiado aire y se sienta más irritable.
  • La leche se derrama fuera de la boca del bebé, sin que pueda tragar el alimento a un ritmo normal. Es posible que el orificio de salida sea muy grande, por lo que deberás cambiar la tetina por una que permita una succión más lenta.

Las tetinas se deterioran

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Si bien las tetinas de los biberones están fabricadas con materiales seguros, su desgaste y su deterioro es inevitable. La succión constante, las maniobras de limpieza y el calor de la esterilización terminan por estropearlas.

Es de suma importancia prestar atención al estado de este elemento frecuentemente, así como el de los demás componentes del biberón. Se debe revisar que estén completos, íntegros y sin elementos sueltos o casi desprendidos. Si detectas algún defecto visible en el biberón o en la tetina, cámbialos de inmediato.

Además, los elementos de nutrición infantil suelen ser foco de hongos o bacterias, por lo que su correcto mantenimiento es fundamental. Se deben revisar y limpiar todos los pliegues de la tetina, pues es ahí donde suelen quedan los restos de los alimentos.

La correcta limpieza y la esterilización de cada una de las partes del biberón evita la proliferación de microorganismos perjudiciales para el bebé.

En términos generales, se recomienda cambiar la tetina al biberón cada dos o tres meses, o antes si están dañadas o deterioradas. Dejar una nota con la fecha de cambio es una buena estrategia para no pasar por alto el reemplazo.

Biberones en buenas condiciones

Cambiar la tetina al biberón cuando sea necesario y mantener este utensilio en buenas condiciones son solo una parte de los cuidados de tu pequeño.

Ser responsable con el mantenimiento de la mamadera de tu bebé te permitirá ofrecerle una nutrición adecuada y segura.


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