Las madres estrictas tienen hijas más exitosas

Si bien una madre estricta puede resultar "pesada" en ocasiones, también es cierto que algunas actitudes pueden fomentar la disciplina, con todos los beneficios que eso conlleva. Reflexionamos al respecto a continuación.

exitosas

Las madres estrictas tienen hijas más exitosas. En la disciplina recae gran parte de la posibilidad de que una persona alcance sus metas y sus sueños. Solo quien se esfuerza y obra mediante exigencias, tanto de otros como de sí mismo, se fortalece y se supera.

No hay secretos para el éxito. Este se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso

—Colin Powell—

El éxito: eso que las madres desean para sus hijas

El éxito es alcanzar la cima, el estrellato, ser la mejor en su rama; ser reconocida por sus virtudes y perdurar, de alguna manera, en el tiempo. Las madres, quieren esa clase de éxito para sus hijas.

Existe otro tipo de éxito que se encuentra en el plano económico y también lo pretenden las progenitoras. En este caso, es exitosa aquella mujer que tiene el poder monetario en sus manos, que es independiente económicamente, y puede adquirir en el plano material, lo que desea.

Por último, está el éxito emocional, y no por ser el último es el menos querido por las madres para sus hijas, todo lo contrario. Alcanza el éxito aquella mujer que logra ser feliz con lo que tiene y lo que es.

La fémina que goza de bienestar emocional, ama y es amada, puede decir, sin lugar a dudas, que alcanzó el éxito.

Las madres estrictas tienen hijas más exitosas

exitosas 2

La tesis de que las madres estrictas tienen hijas más exitosas no es una idea casual, parte de una investigación realizada por la Universidad de Essex, Inglaterra, en la que estudiaron la vida de 15 500 niñas entre las edades de 13 y 14 años.

El examen duró 6 largos años. Comenzó en 2004 y vio su fin en el 2010 cuando las adolescentes ya eran unas jovencitas.

Aunque no en el 100% de los casos, los investigadores concluyeron que las hijas de madres estrictas, según la disciplina y las exigencias en la cual se criaron, matricularon en la universidad y se mantuvieron encaminadas hacia un futuro prometedor.

Las exigencias de las madres estaban en correspondencia con las metas y los esfuerzos de sus hijas. Además de los estudios universitarios, la investigación abarcó el índice del embarazo en la adolescencia. En este caso, se determinó que las hijas de las madres poco permisivas fueron menos propensas a salir embarazadas que las hijas de las madres menos exigentes.

El éxito no se logra solo con cualidades especiales. Es sobretodo un trabajo de constancia, de método y de organización

—J.P. Sergent—

Madres estrictas versus madres abusivas ¿cuál de las dos eres tú?

Mamá, la maldad no tiene aspectos positivos de ninguna índole.

No es la violencia o la crueldad lo que hace que tu hija tenga una infancia de preparación que le abra el camino hacia una adultez de éxito.

No porque la castigues más, le muestres poco cariño y seas abusiva, la estás preparando para la vida. Cuando traspasas los límites de la exigencia y llegas a la injusticia, no estás haciendo nada bueno por tu pequeña.

¿Cómo ser una madre estricta sin traspasar los límites?

exitosas 3

Para ser una madre estricta sin traspasar los límites y no llegar a la crueldad, ten presente estos consejos finales:

  • Exige sabiendo hasta dónde puede llegar tu hija. La meta que le pongas no debe quedar por debajo de sus posibilidades, pero tampoco tan alta que no pueda alcanzarla
  • Castiga solo cuando sea necesario. Tus castigos no deben ser escarmientos que se anden ofreciendo por cosas simples. Tampoco pueden ser crueles o recurrir a la violencia
  • Usa una mano para exigir y otra para acariciar. Como mismo exiges, debes ser cariñosa con tu hija. Las madres estrictas no tienen por qué ser las mujeres duras y serias que de pronto nos vienen a la mente cuando escuchamos hablar acerca del tema
  • Sé comprensiva cuando, aun siendo estricta, tu hija no logre su meta. Puede que tu hija no logre alcanzar sus sueños y, a cada rato, deba conformarse con ocupar un “peldaño” más abajo del que han aspirado juntas. Si es el caso, debes ser la madre comprensiva que ella necesita. No sumes a su desilusión la carga de la tuya.
Scroll al inicio