Son muchas las características que convierten a la sopa en un alimento muy práctico y seguro para los niños, en especial porque es versátil en cuanto a preparación e ingredientes.
Esta saludable receta puede ser un vehículo para suministrar importantes nutrientes a los niños, además puede ser consumido desde temprana edad.
El consumo de la sopa en los niños suele ser habitual ya que a la mayoría de ellos les gusta mucho comerla. Además, en invierno parece ser más apetecible y ayudar al cuerpo a entrar en calor.
Puesto que las combinaciones que admite la sopa son tan variadas, es muy difícil aburrirse con ella y no encontrar la receta favorita de los niños.
Pero es que además incluirla en la dieta tiene algunos puntos fuertes que vale la pena destacas.
¿Cuáles son los beneficios de tomar sopa para los niños?
Un plato de sopa va más allá de un caldo con fideos. Tiene un origen antiguo y parece ser que se usaba como un modo de ablandar ciertos ingredientes para así facilitar su ingesta.
Hoy en día admite un elevado número de ingredientes, se puede tomar fría o caliente y forma parte del recetario tradicional de muchas culturas gastronómicas.
En la dieta infantil, la sopa puede converirse en un alimento ideal para niños ya que cuenta con algunas ventajas remarcables:
- Este plato puede tomarse en distintas versiones, horas y gustos.
- En su elaboración se usan todo tipo de ingredientes algunos de los cuales resultan bastante económicos. Asimismo es una buena forma de aprovechar alimentos que han sobrado o que están a punto de perecer.
- Durante la dieta complementaria de los bebés, los caldos de verduras pueden ayudar a introducir algunos alimentos como el pollo, el arroz o la pasta.
- Cuando los niños son más grandes, una sopa con verduras cortadas en juliana es otra opción diferente para introducir vegetales y aumentar su presencia en la dieta.
- Algunos expertos sugieren que tomar sopa de pollo puede mejorar algunos síntomas de los resfriados y la gripe. Se trata de un alimento nutritivo que ayuda a recuperar el apetito, calmar la garganta y aportar electrolitos.
- Es un plato sencillo de preparar, pues por lo general se trata de una combinación de alimentos y agua hirviendo. También las hay en versiones industriales para microondas, sopas de sobre o cremas de verduras pero están no son recomendables pues pueden contener grandes cantidades de sal, aromas o grasas poco saludables.
- Favorece la ingesta de alimentos de manera pausada. Comer despacio es algo que los niños deben aprender desde muy pequeños porque es más seguro para ellos, además favorece el proceso digestivo, permite apreciar mejor el sabor de los alimentos y controlar la cantidad que consumen.
- Es un primer plato perfecto para la hora de cenar. Al ser ligero su digestión será más sencilla y podrán descansar mejor.
- Ayuda a prevenir la obesidad infantil o el sobrepeso cuando la receta es baja en calorías.
- Como primer plato sirve para reducir la cantidad de alimentos que ingerimos por comida. Puesto que son muy nutritivas pueden conseguir la saciedad de forma rápida, tal y como afirma un artículo publicado en la revista Appetite. Se disminuye al menos el 20% de las calorías consumidas cuando incorporamos la sopa en el menú.
No obstante esto solo debería ser tenido en cuenta en casos determinados y cuando el pediatra sugiera seguir un régimen especial para el sobrepeso.
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¿Cómo preparar una sopa ideal para niños?
Como ya hemos dicho, preparar sopa no es un proceso muy complicado. Sin embargo existen ciertas dudas con respecto a cuáles son los ingredientes adecuados para los más pequeños. Seas una experta en la cocina o no, estos consejos te pueden ayudar a obtener un resultado perfecto.
En la elaboración del caldo puedes usar todo tipo de verduras: puerro, cebolla, zanahoria, calabaza, nabo o apio son los más habituales. Si cortas los vegetales en trozos pequeños puedes dejarlos en la sopa. De este modo se aprovechan mucho más todos sus nutrientes y los beneficios antes mencionados.
También puedes colar el caldo y hervir en él un poco de arroz o de pasta para sopa. En este caso, de las verduras quedan algunos minerales disueltos en el agua. El resto no las deseches, son perfectas para elaborar purés y cremas nutritivos para otro día de la semana.
En el caldo o la sopa también puedes introducir ingredientes de origen animal, como pollo o el hueso de la res. Si es pescado, te recomendamos utilizar las espinas y la cabeza también. De nuevo, puedes usar estos ingredientes cortados muy finos y dejarlos en el plato final.
El secreto de un buen caldo está en el tiempo y la calidad de los ingredientes. No hace falta poner muchos vegetales pero sí que sean sabrosos. Además deja hervir un buen rato para que todo el líquido coja sabor.
Introduce especias y sal con moderación. Si necesitáramos más sabor prueba a colocar un sofrito de cebolla y ajo varios minutos antes de apagar.
Como es para niños, una opción es pasar por la licuadora toda la sopa con algunos trozos de carne. Si la elaboraste con pescado, recuerda usar un filtro de café o servilleta de algodón para atrapar las espinas e impurezas.
Te ofrecemos a continuación recetas para que tengas algunas ideas y puedas empezar hoy mismo a cocinar.
1. Receta de caldo básico
Con esta elaboración se obtiene un caldo básico con el que se podrá hervir arroz o pasta, preparar otras recetas o usar para servir ingredientes variados (legumbres, pollo, pescado, verduras o huevo).
Ingredientes
- 1 cebolla.
- 1 puerro.
- 2 zanahorias.
- 2 ramas de apio.
- 300 gramos de pollo o de huesos de pollo (opcional).
- 1 litro y medio de agua.
- 2 hojas de laurel.
- Sal.
Preparación
- Lavar y cortar todas las verduras en trozos grandes.
- Introducir en una olla, cubrir con el agua y agregar un poco de sal y las hojas de laurel. Si se desea hacer un caldo con pollo incorporar junto a los otros ingredientes.
- A continuación dejar hervir durante una hora o una hora y media. El tiempo se puede acortar si se usa una olla exprés.
- Pasado este tiempo colar el contenido de la olla. Por un lado reservar el caldo para hacer otras preparaciones y las verduras para incluirlas en la sopa o hacer purés.
2. Sopa de fideos y verduras
En este caso usaremos un caldo ya elaborado con antelación. Es muy recomendable hacer caldo un día a la semana en gran cantidad y congelarlo para tener siempre a mano.
Ingredientes
- 50 gramos de cada una de estas verduras: zanahoria, brócoli, coliflor, puerro.
- 100 gramos de fideos (pueden ser integrales si tu hijo está acostumbrado).
- 1 litro de caldo o de agua (si no tienes caldo preparado).
- Un poco de aceite de oliva.
- Eneldo fresco.
Preparación
- Lavar y pelar todas las verduras y cortar en trozos muy pequeños.
- Poner una cazuela con un poco de aceite a calentar. Sofreír las verduras un par de minutos, añadir el agua o el caldo y dejar cocer 15 minutos.
- A continuación añadir la pasta y dejar entre 5 y 7 minutos más. Una vez lista apagar el fuego, agregar un poco de eneldo picado y servir.
3. Sopa de pescado
El marisco y los pescados dan un sabor inigualable al caldo y puede resultar una forma más de ofrecer este alimento tan saludable.
Ingredientes
- 200 gramos de merluza.
- 1 puerro.
- Media cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 1 zanahoria.
- 2 cucharadas de tomate frito.
- 1 litro de caldo de pescado.
- Sal y aceite de oliva.
Preparación
- Lavar y pelar las verduras y después cortar en trozos pequeños. A continuación freírlas en una cazuela con aceite de oliva hasta que estén blandas.
- Agregar el pescado desmenuzado con los dedos y una pizca de sal. Dejar unos minutos e incorporar el tomate. Remover bien.
- Verter el caldo y dejar cocer todo el conjunto 10 minutos. Corregir de sal y servir.
4. Sopa fácil de arroz y calabaza
Una opción rápida y muy ligera, perfecta para los días en que los niños no se encuentran muy bien del estómago.
Ingredientes
- 100 gramos de arroz blanco.
- 100 gramos de calabaza (o zanahoria en su defecto).
- 1 pechuga de pollo (100 gramos).
- 1 diente de ajo y 1 hoja de laurel.
- Un litro de agua.
- Sal al gusto.
Preparación
- Poner a calentar el agua en un cazo grande, con un poco de sal.
- Lavar y pelar la calabaza. Cortar en trozos pequeños y reservar.
- En el momento en que el agua rompe a hervir, agregar el arroz, el diente de ajo entero y el laurel. Pasados 10 minutos incorporar la calabaza y dejar 5 minutos más.
- Mientras, en una sartén, pasar el pollo a la plancha. Cortar en tiras y agregar cuando la sopa está al punto.
- Retirar el diente de ajo y el laurel, y servir.
5. Sopa de lentejas
Si a tus hijos les gusta la sopa prueba a introducir las legumbres en ella. De este modo el plato es más nutritivo y tenemos más repertorio para introducir este ingrediente tan saludable y necesario en la dieta infantil.
Ingredientes
- 4 tazas de agua.
- Una taza de lentejas.
- 1 puerro.
- Medio nabo grande o 1 pequeño.
- 1 zanahoria.
Preparación
- Poner una olla con el agua a calentar e introducir las lentejas. Dejar cocer durante 15 minutos.
- Mientras lavar, pelar y cortar en trozos pequeños las verduras. Pasado este tiempo de cocción inicial, agregar en la olla junto a las lentejas. Se puede condimentar con un diente de ajo, laurel o tomillo al gusto.
- Dejar hervir unos 30 minutos más o hasta que las lentejas estén en su punto.
El tiempo de cocción de la legumbre puede reducirse si se dejan en remojo previo durante unas 12 horas. Después es necesario cambiar el agua para elaborar la sopa de lentejas.
La sopa es un alimento muy adecuada para los niños
La sopa es una preparación ideal para introducir en la dieta de los niños. Puede ser un acercamiento a la dieta complementaria y supone un gran aporte de nutrientes.
Si mezclamos una pieza de carne, pescado, huevo o unas legumbres, con distintos tipo de verduras, obtenemos un plato rico en antioxidantes y proteínas.
De este modo garantizamos que el niño tenga todo lo que necesita para desarrollarse y llevar a cabo sus funciones vitales con normalidad.
Este plato suele ser un gran recurso ya que es fácil de comer y gusta a casi todos los niños. Sin embargo recuerda que lo más adecuado es ofrecer diversidad de alimentos, texturas y recetas, con el fin de ofrecer una dieta lo más variada posible.
Bibliografía
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