La primera sonrisa intencional del bebé marca un hito excepcional en su desarrollo. Es la primera conexión voluntaria con sus progenitores, es un encuentro de miradas donde las emociones estallan y acontece esa apertura que da la bienvenida a una nueva etapa: la de la sociabilidad.
La sonrisa del bebé es, por curioso que nos parezca, un foco de preocupación para muchos padres. Hay mamás y papás que llegan a pensar que si su hijo no dibuja una sonrisa a lo largo de las tres primeras semanas de vida, es un claro marcador del que niño puede estar dentro del espectro autista.
No debemos llevar este tipo de creencias al límite o a la exasperación. En primer lugar, cabe decir que cada bebé tiene sus tiempos, sus ritmos y sus avances. Si bien es cierto que la sonrisa social suele aparecer a lo largo del primer mes de vida, no debemos preocuparnos si esta no surge de forma tan temprana.
La sonrisa va de la mano también del desarrollo de la visión, por lo tanto, puede tardar algunas semanas más. Lo importante es favorecer una adecuada interacción cotidiana con el bebé para que este tipo de gestos surjan de forma espontánea y natural. Ver sonreír por primera vez a un niño es algo muy especial que toda madre y todo padre esperan con expectación.
En “Eres mamá” te hablamos de ello.
La sonrisa ya surge por primera vez en el útero materno
Así es, por curioso y asombroso que nos resulte, un feto ya es capaz de sonreír en el útero materno. Ahora bien, cabe matizar algunos aspectos.
- Esta sonrisa es un acto reflejo, no hay voluntariedad ni responde a ningún acto emocional.
- Es un proceso natural del propio desarrollo del feto donde aparece cierta gestualidad, ciertos movimientos faciales.
- Estas sonrisas reflejas son algo parecido a los movimientos espasmódicos de los brazos y de las piernas, ahí donde todo forma parte del propio proceso madurativo.
La sonrisa depende del desarrollo visual, emocional y social
Lo señalábamos al inicio, esa sonrisa social intencionada y espontánea aparece entre las 3 semanas y el primer mes de vida. En algunos niños puede tardar un mes más y entraría también dentro de lo normal.
- Cabe decir que el hecho de que aparezca de forma temprana esa sonrisa en el bebé dice mucho sobre su correcto desarrollo.
- Es una señal de su visión ha mejorado y de que es capaz de reconocer nuestro rostro.
- El cerebro y el sistema nervioso del bebé han madurado lo suficiente como para eliminar ya las sonrisas reflejo que pueden aparecer cuando están a gusto, cuando duermen o los acariciamos, para regalarnos una sonrisa consciente y plenamente intencional.
El hecho de que aparezca este gesto es motivo de alegría: significa que toda va bien y ante todo, que hemos creado es vínculo emocional.
La importancia de reforzar esa primera sonrisa del bebé
El que un bebé sonría tiene un fin muy concreto: busca conectar con los demás. Con las personas que le son más significativas, es decir, sus padres.
- Es muy común que sea la mamá quien disfrute en primer lugar de ella durante esos instantes compartidos en la lactancia. Esa cercanía cotidiana invita a un descubrimiento tras otro, a ver cómo cambian, cómo crecen y como maduran día a día y semana a semana.
- Un bebé sonreirá para expresar placer, para demostrar emoción, alegría, felicidad… Si tú le respondes con otra sonrisa entenderá que eso es la comunicación, y que ese juego de miradas, palabras y gestos es algo tan divertido como reconfortante.
Cómo estimular la sonrisa del bebé para que aparezca antes del mes de vida
- Cuando cojas al bebé, sitúalo cerca de tu rostro y háblale, sonríe y acentúa tu expresividad.
- Aprovecha los instantes de cambio de pañal, de alimentación y baño para cantarle, para hablarle y dirigirte a él siempre con una amplia sonrisa.
- Busca el contacto visual cada día, interacciona con él mediante el afecto siempre que esté despierto.
Señales de advertencia que debemos vigilar
Tal y como hemos señalado, lo más normal es que la sonrisa social e intencional aparezca entre las 3 semanas y el primer mes de vida. Sin embargo, puede tardar dos meses.
- Cada niño es único en estos aspectos, pero si el bebé ya ha cumplido los 3 meses y aún no ha aparecido ese gesto en su conducta cotidiana, se lo deberemos mencionar a nuestro pediatra.
Lo esperable es que llegados los 4 meses, los bebés no solo sonrían, sino que rían a carcajadas emitiendo múltiples sonidos que dan forma a ese intenso mundo emocional en el que están inmersos.
No dudes en reforzar estos gestos, estas sonrisas que marcan su desarrollo social, ahí donde como padres sois sin duda los mejores guías y artífices.
Bibliografía
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