Los niños suelen tener amigos en el colegio entre sus compañeros. Hay niños que a los que les cuesta hacer amistad con otros niños y tienen problemas para lograr hacer amigos en el cole. Desde pequeños tienen que aprender a mantener estas relaciones y a tener criterio para valorar las actitudes de sus amigos.
Muchas veces estos amigos los encuentran en clase o son otros niños que han conocido en el recreo o en las clases extraescolares. Suelen ser un vínculo muy importante en la infancia ya que los niños pasan muchas horas en el colegio. Si los niños no tienen amigos lo pasarán mal.
Además, en la adolescencia estas relaciones se convierten en decisivas en la vida de nuestros hijos. Muchos adolescentes convierten su pandilla en el núcleo de su vida diaria y siguen todas sus decisiones. Los adolescentes son vulnerables y tienden a hacer lo mismo que su grupo.
Problemas de relación en clase
Nos podemos encontrar con el problema de que nuestro hijo sea tímido y le cueste hacer amigos. En ese caso tenemos que animarle a que busque amigos y no se encierre en sí mismo. Podemos pedir colaboración de los profesores para que le ayuden.
También puede ser que nuestro hijo no encuentre amigos afines en clase porque funcionan como si fuesen un grupo. Eso suele ocurrir cuando por ejemplo todos los niños de la clase juegan al futbol en el recreo y nuestro hijo no lo hace. Tendrá que buscar niños de otras clases para que no se quede solo en los recreos.
La influencia de los amigos
Los compañeros de clase pueden influir de forma muy positiva en la vida de los niños. Pueden encontrar en clase verdaderos amigos con los que compartir juegos e ilusiones. Incluso estas relaciones se suelen prolongar fuera del colegio, en los fines de semana y las vacaciones.
Pero también pueden influir de forma negativa . Hay amistades que pueden no ser positivas si no dan buen ejemplo o no se comportan bien en clase.
En casi todas las clases hay niños que tienen más habilidades de liderazgo y otros que solo quieren sumarse a las actividades de los amigos. Los niños líderes intentan influir en los comportamientos de los compañeros.
Los chicos pueden ceder a sus peticiones para sentirse integrados en el grupo o para no meterse en problemas. A veces empezamos a notar que nuestro hijo empieza a comportarse de forma diferente. Si los profesores nos lo confirman, tendremos que hablar a nuestros hijos.
Cuando los niños van creciendo esta situación se puede complicar. A partir de los doce años suelen encerrarse en grupos de cuatro o cinco adolescentes que se convierten en su pandilla y que se mueven juntos dentro y fuera del colegio. Suelen compartir sus aficiones, salir juntos y quedar fuera del colegio.
En estos grupos los niños pueden hacer grandes amistades pero también si no tienen claros sus criterios pueden tener problemas. Los adolescentes pueden verse arrastrados a conductas que no les convienen si no se cuestiona las decisiones que toma el grupo. Por eso desde pequeños tenemos que estar atentos a las amistades de nuestros hijos para ayudarles a elegir con criterio.
Potenciar las buenas amistades
Tenemos que intentar que nuestros hijos elijan amistades que les resulten positivas en su vida diaria. Lo más importante es enseñarles a elegir a los amigos intentando que se parezcan a ellos en sus aficiones y comportamientos. Si a nuestro hijo por ejemplo le gustan los cómics, será bueno que conozca niños con sus aficiones.
También hay que potenciar su autoestima para que puedan estar seguros de su criterio a la hora de valorar sus acciones y las de sus amigos. Tendremos que escuchar sus comentarios sobre los amigos y cómo les influye esta relación.
Un buen consejo es que no se cierren a un solo amigo sino que se lleven bien con todos sus compañeros del grupo. También que conserven sus amistades en otros grupos o que hagan nuevos amigos en el recreo.
Por último tendremos que avisar a nuestro hijo de los riesgos que puede tener seguir a niños que supongan una mala influencia. Los niños tienen que empezar a discernir desde pequeños si una amistad es positiva o les puede perjudicar.
Bibliografía
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