La importancia de los horarios en los niños

Los horarios son muy importantes desde el punto de vista laboral y organizacional, pero... ¿realmente es algo relevante en los niños? Te lo contamos.

Los niños necesitan seguir ciertos horarios, que les ayudarán a crear una rutina que influirán en espacios importantes como la escuela.
Aunque resulte difícil para muchos padres, los niños necesitan seguir ciertos horarios en la cotidianidad. A veces, por la falta de ayuda de otras personas, papá y mamá lo llevan a pasear a todos lados, a cumplir con ciertas responsabilidades e, incluso, a compartir en reuniones en horarios nocturnos que no les favorece para nada.
Lo cierto es que cumplir con los horarios les permite crear hábitos, que empiezan a repetir constantemente. Estas conductas les impulsan a tener un equilibrio emocional básico y establecer un mecanismo fundamental para su educación y la construcción de una personalidad propia.

Cumplir con los horarios les da un sentido de la responsabilidad

A su vez, la realización constante de las actividades trascendentales fomenta las virtudes del ser humano. En este sentido, se crea un ambiente positivo que favorece el desarrollo del chiquitín, mediante la orientación adecuada que proporciona mami y papi. El resultado: un niño capaz de reconocer responsabilidades y de querer cumplirlas.
Pero, ¿cuál es el momento indicado para comenzar con esta tarea? Simplemente, desde el mismo día en que nace puedes ir cosechando esos hábitos que te parecen importantes, para que sea un proceso más fácil. Por supuesto, con mucha paciencia y amor, lograrás excelentes resultados que te van a sorprender en el tiempo.

Beneficios de los horarios en los niños


Frente a esta misión, lo primero que debes tener en cuenta es que no hace falta que le obligues a cumplir con sus tareas. Este es un trabajo que merece muchísima dedicación y, poco a poco, podrás ir corrigiendo lo que no ejecuten correctamente o inculcándole nuevos valores que lo impulsarán al logro de las metas.

La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón.

-Howard G. Hendricks-

Ahora bien, para que sepas con precisión cuáles son las ventajas, te tenemos esta lista de beneficios que te va a encantar:

La seguridad de un pequeñito depende de sus rutinas

Él necesita identificar qué cosas son importantes y qué habilidades posee para conseguirlas. En la medida en la que tú le guíes, tu bebé se irá dando cuenta del mundo que le rodea y cómo puede interactuar con este.

Los niños descubren el sentido del orden

Al nacer, ellos no tienen idea de qué se trata la organización. Si le enseñas este concepto con actividades sistemáticas, aprenderá con rapidez el mensaje que le estás transmitiendo.

Repetición de rituales

Esto permite que el entorno se vuelva predecible, por lo que se empiezan a sentir más seguro en este ambiente. Por ejemplo, decirles que recoger los juguetes es relevante y mostrarles cómo se hace, se sentirán motivados a ejecutarlo por su propia iniciativa.

El sueño, la alimentación y la higiene

Son las primeras actividades que deben tener un horario. Como parte de su rutina inicial, podrás darle a entender que hay situaciones que se repiten en un momento específico del día y no se deben obviar.

Ordenar los pensamientos

En los primeros seis años, los pequeños de la casa tienen una mente absorbente. Por eso, requieren de un orden en sus pensamientos.

Noción del tiempo

Tener horarios fija una sensación de períodos de tiempo.

Construcción de una personalidad

Orientarlos en este camino les permite consolidar una forma de ser.
Rudolf Dreikurs, educador y psiquiatra estadounidense, insistía en que el cumplimiento de horarios para los niños era tan importantes como las paredes de una casa, puesto que les pone ciertas fronteras y dimensiones de su vida. “La rutina les da un sentido de orden que da origine a la libertad”, señaló.

¿Cómo lograr este objetivo?


Para poder fijar horarios a tus hijos, debes proponértelo y dar los primeros pasos tú misma. Los expertos aseguran que si realizas una tarea por un mínimo de 21 días, las acciones pasan a convertirse en parte de la vida cotidiana. Por lo tanto, la constancia en tus esfuerzos es el requisito fundamental.
Bajo este contexto, podrás comprender que apenas llegue el niño a casa, tienes que establecer las metas tan pronto sea posible. De esta forma, irá reconociendo el espacio, los horarios de papi y mami, los ruidos que se originan en el hogar, etc.

Los horarios hacen que el mundo sea predecible para los chiquitines

Sumado a esto, tienes que acostumbrarle a su hora de baño, de alimentación, de compartir contigo, para hacer ejercicios y dormir. Una vez que hayas establecido esto, debes permanecer firme para no cambiar el orden.
Recuerda que eres el ejemplo a seguir para ese angelito. Llévalo de tu mano por el camino correcto y verás cómo evoluciona con buenos hábitos.

Bibliografía

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