La higiene bucal en la escuela es necesaria. En especial, durante el preescolar y la primaria. No solo porque ayuda a fijar el buen hábito de cuidarse los dientes sino porque ayuda al niño a promover una mejor imagen de sí mismo ante sus compañeros y amigos de clase.
Recordemos que hay muchos niños que desayunan y almuerzan en sus escuelas. Al pasar tantas horas sin cepillarse, pueden tener halitosis. Esto, combinado con una hidratación pobre y una alimentación rica en azúcares, puede promover la aparición de caries, gigivitis y otros problemas.
Una mala higiene bucal no solo ocasiona un mal aspecto o halitosis, también puede causar dolor (de intensidad leve a grave), dificultad para comer, infecciones, entre otros. De allí que la higiene sea tan importante. Por supuesto, esto se les debe enseñar a los niños de una forma amena y dinámica, a modo de tips, para que les resulte sencillo llevarlo a la práctica en su día a día.
La importancia de la higiene bucal
La higiene bucal es de gran importancia para poder llevar una vida saludable, ya que la cavidad oral es la entrada principal de microorganismos a nuestro cuerpo. En este sentido, al tener un problema en la cavidad oral, este podría extenderse a otras partes del cuerpo y ocasionar la aparición de signos desfavorables en el resto del organismo.
Aunque no lo parezca en primera instancia, el hecho de enseñar a los niños a no introducirse cualquier objeto en la boca, lavarse las manos y cepillarse los dientes ayuda considerablemente a prevenir enfermedades de todo tipo. Esto promueve su bienestar y, por ende, un buen desarrollo en el ámbito escolar.
La escuela es el lugar donde los niños aprenden ciertos conocimientos y refuerzan otros ya adquiridos en el hogar. En este sentido, la higiene bucal no queda, para nada, excluida. Es importante que el hábito se consolide para que así, el día de mañana, el niño crezca y se convierta en un adulto responsable que sabe velar por sí mismo, incluso en aspectos tan sencillos como la salud dental.
¿Qué implica la higiene bucal en la escuela?
1. Higiene diaria de las piezas dentales
En un principio, los niños más pequeños pueden realizar un cepillado con el cepillo de dientes en forma horizontal. Pero después que un niño cumple 10 años de edad, debe saber que las cerdas deben tener un ángulo de 45º con respecto a la encía. Esta es una maniobra que recibe el nombre de ‘técnica de Bass’. Al realizarse, se eliminará gran parte de la placa dental acumulada en el borde de los dientes en unión con la encía.
Con respecto a la concentración de flúor en las cremas dentales, es recomendable utilizar pastas con un contenido de hasta 500 partes por millón (ppm) de iones de flúor. Esto para los infantes con edades comprendidas entre 2 y 9 años de edad, asegurándose que tras finalizar el cepillado, escupan toda la pasta dental de la boca con gran cantidad de agua limpia.
Mientras que en niños que pasan de los diez años de edad, las concentraciones de flúor en la pasta dental deben estar entre 1000 a 1450 (ppm) y el enjuague al finalizar el cepillado no debe ser excesivo, de forma que pueda aprovecharse de forma correcta el efecto del flúor en las piezas dentales.
2. La alimentación adecuada
Las escuelas deben programar actividades con la que los niños puedan entender la importancia de consumir alimentos saludables. Y también, donde puedan identificar cuáles alimentos son beneficiosos para el organismo y cuáles no. Una alimentación equilibrada interviene directamente en la salud bucal de los niños y de la población en general.
3. Visitas periódicas al odontólogo
El tema de la higiene bucal en la escuela, debe fomentar en los niños la importancia de las revisiones periódicas al odontólogo. Dándoles a conocer la importancia que tiene la revisión y el control de la cavidad oral.
Las instituciones educativas pueden programar actividades en las que los niños conozcan la función de los profesionales de la salud bucal y, por supuesto, cómo debe ser una visita al especialista. Así los niños sentirán interés en aprender y perderán el miedo a las revisiones odontológicas.
La higiene bucal en la escuela no es difícil de conseguir si se da un buen ejemplo y se supervisa a los niños. Por otra parte, conviene trabajar siempre en equipo (padres y educadores) para conseguir el logro de los objetivos. De esta manera, la labor se hará mucho más amena para todas las partes, incluyendo, el niño.