Uno de los mejores momentos del embarazo es cuando notas a tu bebé. ¿Sabías que hay técnicas que puedes poner en práctica para estimular a tu bebé? No te pierdas todo acerca de la estimulación prenatal y sus múltiples beneficios.
La primera patadita suele ser uno de los momentos clave para cualquier embarazada. Pasas de saber que tu bebé está ahí dentro a sentirlo plenamente. A partir de ese momento no dejarás de notarlo, y sus movimientos, aunque a veces resulten incómodos, serán una señal de tranquilidad para ti.
La estimulación prenatal se basa en la idea de acompañar al bebé, estimulando sus diferentes sentidos a medida que se van desarrollando. Así, fortaleces a nivel sensorial, emocional y motriz a tu hijo, mientras creas momentos de íntima relación entre vosotros.
Se recomienda ser más constante en los ejercicios de estimulación a partir del segundo trimestre del embarazo hasta finalizar el mismo, pero algunos, como los de la estimulación táctil, se pueden empezar a poner en práctica casi desde el principio del embarazo.
Beneficios de la estimulación prenatal
Los beneficios de practicar la estimulación prenatal son muchos. El embarazo puede resultar muy largo, pero si aprovechas día a día para realizar los ejercicios adecuados, el tiempo se te pasará sin que te des cuenta.
Aquí te dejamos algunas razones que te convencerán para incluir las técnicas de la estimulación prenatal en tu rutina diaria.
- Te ayudan a conectar directamente con tu bebé. Comprobarás que lo que haces estimula directamente a tu bebé y sentirás esa conexión profunda con él.
- Favorecen el desarrollo de los sentidos del bebé. Cada ejercicio va enfocado a un sentido y a su desarrollo específico, por lo que ayuda a que cada uno sea estimulado de la forma más adecuada.
- Te aportan tranquilidad. Notar cómo tu bebé reacciona ante cada ejercicio rebaja considerablemente tus niveles de preocupación ante su estado de salud. Está ahí y lo sientes.
Técnicas de estimulación prenatal
Los siguientes ejercicios de estimulación prenatal están relacionados cada uno con un sentido, así que lo mejor es que vayas alternando día a día cada uno.
De esta forma, ni tu bebé ni tú se aburrirán practicando. Recuerda que cuanto más disfrutes tú, más disfrutará tu bebé.
Estimulación visual. A partir del cuarto mes aproximadamente, tu bebé podrá disfrutar de su sistema visual al máximo, reaccionando a los estímulos visuales. Por ello, es recomendable lo siguiente:
- Deja que el sol dé directamente en tu tripa, la luz entrará suavemente atravesando todas las capas hasta que le llegue al bebé.
- Haz diferentes juegos con luces de linternas. Encendiendo o apagando, para atraer la atención de tu bebé y provocar su respuesta.
Estimulación auditiva. A partir de la semana 14 será más efectiva, pero puedes hacerla desde el principio del embarazo. Algunas prácticas que pueden ayudar son estas:
- Habla con tu bebé. No pares de hablarle para que tu voz sea el mejor estímulo que pueda recibir.
- Puedes ponerle música suave, lo tranquilizará.
- Camina por la naturaleza. Los sonidos que proporciona la naturaleza son estímulos para tu bebé.
- Juega con diferentes instrumentos. Melodías solo de piano o percusiones suaves con baterías o cajones flamencos podrán provocar distintas reacciones en tu bebé.
Estimulación táctil. La importancia de las caricias viene desde el vientre materno, sobre todo a partir de la sexta o séptima semana.
- Puedes experimentar con diferentes texturas sobre tu piel, como una pluma, o un cepillo.
- Acaricia tu tripa, utilizando los dedos de forma alternativa o todos a la vez.
- Masajea tu barriguita. Al ejercer diferentes grados de presión, tu bebé reaccionará.
- Responde a los movimientos del bebé. Cuando él se mueva, ejerce presión en la zona donde él la ha ejercido. Será la interacción perfecta entre ambos.
Estimulación motora. El bebé se moverá a medida que cambies de posición, así que prueba a ir cambiando de postura. Sobre la semana 10 ya empezará a dejarse notar.
- El yoga prenatal es muy bueno para este tipo de estimulación.
- Intenta diferentes posturas en casa. Prueba a cambiar de lado en la cama o a ponerte con la tripa hacia abajo si estás de pie.
La ingesta de ciertas comidas, como es el caso del chocolate, también puede hacer responder a tu bebé. No obstante, no abuses de estos alimentos, puesto que no es recomendable buscar su nivel máximo de activación.
Bibliografía
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