La importancia de la responsabilidad emocional en los adolescentes

Para algunos adolescentes es difícil relacionarse con sus propias emociones y con las de otros. La responsabilidad afectiva puede ayudarles a no herir ni salir heridos.
La importancia de la responsabilidad emocional en los adolescentes
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 13 febrero, 2021

Durante la adolescencia, las relaciones con el grupo de iguales cobran una gran relevancia. Así, es en esta época cuando muchos de ellos experimentar el amor de pareja por primera vez.

Dentro de este contexto, el concepto de responsabilidad emocional se hace fundamental para que los menores sepan relacionarse con los demás de una manera sana y equilibrada. Y es en el hogar donde han de inculcarse los valores que harán posible que esta se ponga en práctica.

Afortunadamente, cada vez son más los jóvenes que están al tanto del significado y las implicaciones de este término. La necesidad de cuidar las emociones de aquellos con quienes se vinculan es una realidad que muchos de ellos tienen presente. No obstante, la guía y orientación de los padres al respecto puede ayudarles a navegar este universo social sin herir ni salir heridos.

Pareja de adolescentes pensado en la responsabilidad emocional.

Responsabilidad emocional para cuidar a los demás

La adolescencia es una etapa de emociones intensas y cambiantes. Cuando los jóvenes se embarcan en una relación, esta les parece única e irremplazable; pero, con la misma intensidad con la que comenzó, puede desvanecerse, y este cierre no siempre se lleva a cabo de la mejor manera. Especialmente debido al uso de las redes sociales, muchos menores simplemente optan por “desaparecer” o cortar el contacto con el otro sin dar explicaciones.

Este tipo de comportamientos puede resultar sumamente dañino y es necesario que sean conscientes de ello.

Así, la responsabilidad emocional implica comprender que, siempre que se vinculen con alguien, adquieren el compromiso de cuidar y respetar los sentimientos del otro. Esto no significa que deban permanecer en relaciones que no desean, pero sí implica que deben ser claros y asertivos con la otra persona y no generarle daños gratuitos.

En ocasiones, debido a una actitud egoísta (propia de la edad) y en otros casos por una falta de autoestima, lo cierto es que a muchos adolescentes les cuesta comunicarse adecuadamente en este tipo de situaciones. Y, en consecuencia, sus vínculos personales son pocos satisfactorios e incluso perjudiciales.

Responsabilidad emocional para cuidar de uno mismo

Por otro lado, la responsabilidad emocional implica hacerse cargo de las propias emociones; es decir, saber que lo que una persona siente depende, en última instancia, de ella misma.

Es frecuente observar en las relaciones entre adolescentes cómo estos depositan en otros su estado de ánimo. Se sienten felices cuando la otra persona se comporta como ellos esperan y se decepcionan, enfadan y entristecen cuando los demás no cumplen sus expectativas.

Este modo de pensamiento puede llevar a relaciones de dependencia muy perjudiciales. Sentir que necesitan de otra persona para ser felices y que la felicidad de otro depende de ellos no es saludable. Es necesario que aprendan a gestionar sus emociones, de forma que no sean los actos de los demás los que las definan. Y, del mismo modo, que comprendan que no es su responsabilidad llenar las expectativas de nadie más.

Educación en valores desde el hogar

La responsabilidad emocional es el sano equilibrio entre desentenderse de los sentimientos ajenos y sentirse a cargo de la felicidad del otro. Para que los jóvenes sepan actuar con madurez en sus relaciones, es fundamental establecer unas bases sólidas desde el hogar. Para ello, algunas pautas importantes son las siguientes:

  • Fomentar desde la infancia una educación en valores basada en la empatía, la compasión, el respeto y la responsabilidad.
  • Dar ejemplo en la familia, asegurándonos de ser cuidadosos con las emociones de nuestros hijos, de modo que ellos aprendan a hacer lo mismo con los demás.
    Chica adolescente pensando en su ruptura.
  • Potenciar la inteligencia emocional, ayudándoles a entender qué sienten en cada momento y cómo abordar esos sentimientos. Para esto, será fundamental mantener una relación de confianza y una comunicación fluida con los jóvenes.
  • Trabajar la asertividad de forma que sean capaces de expresar sus opiniones, deseos y necesidades con respeto, pero con convicción.

La responsabilidad emocional es algo que todos deberíamos implementar siempre en nuestro día a día. Sin embargo, es necesario recalcar su importancia durante la adolescencia, ya que estas experiencias sociales tempranas tendrán un gran impacto en la vida de los jóvenes. Hacerse responsables de sus emociones y de sus actos les ayudará a disfrutar de relaciones más saludables y agradables.


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