La importancia de la asertividad en la adolescencia

La asertividad permite al adolescente respetarse tanto a sí mismo como a los demás. ¿Quieres saber más al respecto? Te lo contamos a continuación.
La importancia de la asertividad en la adolescencia
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 01 enero, 2021

La adolescencia trae a la vida del menor situaciones novedosas, retos y desafíos a los que nunca antes se ha enfrentado. Y muchos de ellos están vinculados a las relaciones sociales.

El grupo de iguales es el máximo referente de los jóvenes y la necesidad de encajar y ser aceptados es imperiosa. Sin embargo, este mismo deseo de aprobación puede acarrear serias consecuencias si no se maneja adecuadamente. Por lo mismo, queremos hablarte sobre la importancia de la asertividad en la adolescencia.

Desacuerdos con los profesores, conflictos con los padres, discrepancias con los compañeros y amigos… Son muchas las situaciones delicadas que un joven puede tener que afrontar desde que se adentra en la pubertad. Su forma de interpretarlas, gestionarlas y responder ante ellas resultará determinante.

Y es que, como seres sociales, nuestras relaciones con los demás pueden enriquecernos o hacernos enormemente infelices. Es aquí donde una buena capacidad asertiva puede ayudar a tu hijo a salir airoso de las dificultades.

Chico adolescente con mucha asertividad.

¿Cómo se manifiesta la falta de asertividad en la adolescencia?

En primer lugar, es importante conocer las manifestaciones de la falta de asertividad. De esta manera, podrás determinar si tu hijo necesita trabajar y fortalecer esta habilidad. Un comportamiento poco asertivo puede presentar dos extremos: la pasividad y la agresividad, ambos muy perjudiciales para el joven.

Pasividad

La conducta pasiva se caracteriza por una incapacidad de hacer valer los propios deseos, necesidades y opiniones. El adolescente que la manifiesta suele tener dificultades para decir que no, siente un enorme miedo al rechazo y evita los conflictos. Por ello ,es más propenso a sucumbir ante la presión del grupo y acceder a realizar actividades con las que no está de acuerdo, solo por complacer a otros.

Agresividad

Por su lado, quienes se sitúan en el extremo de la agresividad tienden a imponer sus ideas y preferencias, pasando por encima de las necesidades de los demás. Estos jóvenes pueden amenazar, coaccionar y persuadir a los demás para que se sometan a sus deseos y opiniones. No empatizan ni tienen en cuenta las necesidades del otro, son incapaces de ceder o de aceptar otros puntos de vista.

¿Qué es la asertividad?

En una posición equilibrada entre los dos extremos anteriores se haya la conducta asertiva. Esta consiste en una capacidad para respetar tanto los derechos propios como los ajenos. Es decir, el adolescente asertivo es capaz de expresar sus preferencias, gustos y opiniones sin miedo y de una forma adecuada. Pero, al mismo tiempo, logra reconocer que los demás pueden tener ideas y necesidades diferentes y las tiene en cuenta.

Por lo mismo, estos son jóvenes gozan de buena autoestima y se sienten seguros de sí mismos. No se someten ni se imponen ante los demás y, por ello, sus relaciones sociales son sanas y enriquecedoras. Pero ¿de qué formas concretas puede beneficiar la asertividad en la adolescencia?

La importancia de la asertividad en la adolescencia

Los adolescentes asertivos, en primer lugar, son más felices. Pero, además, cuentan con numerosas ventajas a la hora de interactuar con otras personas:

Chica adolescente asertiva.
  • Logran exponer sus puntos de vista y mantener sus opiniones y valores sin ceder ante la presión grupal.
  • Son capaces de pedir ayuda y de ofrecerla sin sentirse por ello insuficientes o superiores a los demás.
  • Resuelven conflictos de una manera tranquila, sana y respetuosa.
  • No necesitan ganar siempre, se sienten bien consigo mismos de forma genuina y toleran la frustración. Pero, al mismo tiempo, no se resignan a la posición de víctima y recuerdan que ellos también merece respeto.
  • Se hacen cargo de su responsabilidad y aceptan cuándo están equivocados.

La asertividad es una habilidad que puede desarrollarse

La asertividad no es algo innato; no nacemos con ella ni viene determinada genéticamente. Por el contrario, se trata de una habilidad que debemos adquirir, desarrollar y perfeccionar. Lo más conveniente es trabajarla desde la infancia para que se asiente adecuadamente. Sin embargo, la adolescencia es un momento ideal para reforzar posibles carencias al respecto.

La guía de los padres y el ejemplo que ellos mismos ofrecen puede ser de gran ayuda para el joven que desea mejorar su asertividad. Pero, si se requiere un trabajo más amplio, existen profesionales capacitados para acompañar al joven en esta labor.


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