Es correcto pensar que tu hijo necesita un mayor aporte de vitaminas en un momento determinado o ante una circunstancia en particular.
Por ejemplo, la época del año, su nivel de actividad física habitual o alguna situación que genere estrés, son algunas cuestiones que aumentan la demanda de estos nutrientes. Y en caso de no satisfacerla, se puede afectar negativamente el estado de salud del niño.
Ahora bien, antes de ofrecerle un suplemento de vitaminas al niño siempre es recomendable consultar con un especialista. Estos productos no deben administrarse sin la indicación de un profesional de la salud, ya que el exceso vitamínico también resulta contraproducente.
Signos de que un niño necesita vitaminas
A continuación, te vamos a mostrar cuáles son los signos que permiten identificar las carencias vitamínicas del niño.
Sistema inmune debilitado
Cuando un niño enferma de manera recurrente, esto indica que algo no funciona como debería. Algunos nutrientes, como la vitamina C, juegan un papel importante en la fisiología del sistema de defensas (sistema inmune). Así lo evidencia un estudio publicado en Nutrients.
Por este motivo, si un pequeño comienza a enfermarse con facilidad, es importante evaluar si existe algún déficit nutricional que deba corregirse.
Piel pálida
Los cambios en la coloración de la piel son uno de los síntomas más evidentes de la falta de vitaminas o minerales.
Por este motivo, si se detecta un cambio en la tonalidad de la piel de la cara o aparecen ojeras con frecuencia, es importante considerar la existencia de algún déficit de hierro o de vitamina B12.
Boca agrietada
El déficit de vitaminas se puede manifestar a partir de la aparición de grietas en las comisuras de los labios. Este es un síntoma común con la deshidratación, por lo que es preciso realizar una valoración nutricional completa a fin de determinar la causa del problema.
La falta de vitaminas del grupo B puede llegar a ocasionar este tipo de daños en la piel, al igual que sucede cuando el niño recibe un aporte inadecuado de zinc o de hierro.
Heridas que no cicatrizan
De acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrition in Clinical Practice, la vitamina A juega un rol determinante en la cicatrización de las heridas. Junto a la vitamina C, desempeña un papel en la fisiología del colágeno.
Cuando alguna de estas dos vitaminas están por debajo de los niveles esperables en sangre, esto se manifiesta a partir de un retraso en la cicatrización de las heridas. Además, pueden aparecer moretones frecuentes en la piel, ante cualquier traumatismo o golpe menor.
Erupciones rojas en la piel por falta de vitaminas
Cualquier cambio significativo en la apariencia de la piel tiene un significado y muchas veces se asocia a problemas de tipo dietético que hay que corregir.
Cuando se presentan erupciones rojas es necesario evaluar el aporte de zinc de la dieta del niño. Un aporte suficiente de este nutriente se consigue a partir del consumo regular de carnes rojas, huevos y chocolate negro.
Cosquilleos en las extremidades
Una sensación de cosquilleo en las extremidades podría indicar un déficit de vitaminas, más específicamente las del grupo B. Estas intervienen en la señalización nerviosa y en la firmeza de los músculos.
Cuando se experimenta un aporte inadecuado de vitamina B, puede experimentarse una sensación de pinchazos leves por todo el cuerpo, principalmente en las extremidades.
La falta de vitaminas en los niños genera síntomas notorios
Según lo comentado, cuando un niño experimenta una carencia de de vitaminas, los síntomas son bastante significativos. Los más frecuentes son estos que hemos mencionados, pero los déficits severos pueden condicionar el desarrollo de patologías complejas, como la anemia o algunos trastornos neurológicos.
De cualquier modo, ante cambios en el aspecto de la piel, en el comportamiento, en la vitalidad o en los hábitos del niño conviene consultar con un especialista. Por medio de una correcta valoración nutricional, se puede determinar si el aporte de nutrientes es suficiente o no.
En los casos en los que se confirme el déficit, es posible que el especialista indique un suplemento nutricional, aparte de realizar ajustes en la dieta. No obstante, este producto ha de estar correctamente pautado según la edad y la condición del niño en cuestión.
Bibliografía
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- Carr, A. C., & Maggini, S. (2017). Vitamin C and Immune Function. Nutrients, 9(11), 1211. https://doi.org/10.3390/nu9111211
- Zinder, R., Cooley, R., Vlad, L. G., & Molnar, J. A. (2019). Vitamin A and Wound Healing. Nutrition in clinical practice : official publication of the American Society for Parenteral and Enteral Nutrition, 34(6), 839–849. https://doi.org/10.1002/ncp.10420