¿Puedo hacerme un tatuaje si estoy embarazada?

El interrogante de saber si está permitido o no realizarse un tatuaje al estar embarazada está instalado hace tiempo. Llevarlo a cabo significa inyectar tinta en el organismo, por lo que es mejor evitarlo. Cada vez que una persona introduce una sustancia extraña en el cuerpo, existe un riesgo para la salud de la persona y, en este caso, también para el bebé.

¿Existen probabilidades de infección o reacciones alérgicas?

Existen posibilidades de desarrollar una infección al realizarse un tatuaje una mujer embarazada. Además, no todos los establecimientos cumplen con los estándares mínimos de seguridad respecto de la higiene, los equipos y las agujas. De hecho, las agujas no estériles pueden transmitir hepatitis C, hepatitis B y HIV.

La sintomatología de estas enfermedades es muy variada. Por ejemplo, puede ir desde cansancio hasta fiebre y dolor en las articulaciones. Por lo tanto, contraer estas patologías es peligroso para las mujeres embarazadas debido a que pueden transmitirlas al bebé. Incluso, el tatuaje puede infectarse mientras se lleva a cabo el proceso de cicatrización. Por ende, es mejor consultar con el médico ante los siguientes signos y síntomas:

• Secreción fétida.
• Presencia de pus.
• Escalofríos o transpiración.
• Temperatura elevada.

Una revisión del año 2016 concluye que entre el 0.5 y el  6.0 % de las personas desarrollan una infección como resultado de un tatuaje. A su vez, una infección de causa bacteriana puede empeorar y convertirse en celulitis (aún más dolorosa) o sepsis.

Reacciones locales de los tatuajes

Un tatuaje realizado recientemente es una herida abierta, por lo que tiene importantes probabilidades de desarrollar una infección. Entonces, una persona con un sistema inmune debilitado, como la embarazada, puede contar con un mayor riesgo. En los casos de reacciones adversas locales pueden observarse los siguientes signos alrededor del tatuaje:

• Aumento de eritema y edema.
• Costra amarilla.
• Supuración de pus.
• Intenso dolor.

Incluso, los componentes de las tintas pueden desencadenar una reacción inflamatoria en la región tatuada. Esto se debe a que en su composición cuentan con diversos minerales que generan la tonalidad.

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Cambios de la piel durante el embarazo

Las alteraciones hormonales que se presentan durante el embarazo generan cambios en la piel. Esta no solo se expande para poder contener un útero gravídico en su interior, sino que también se torna más sensible y delicada.

Estas expansiones de la piel pueden ocasionar estrías sobre la superficie cutánea y, en consecuencia, verse afectado el tatuaje realizado. En la mayoría de los casos, el abdomen y las piernas son las zonas que se encuentran afectadas con mayor frecuencia.

Por su parte, los cambios hormonales también pueden provocar hiperpigmentación de ciertas zonas específicas del cuerpo o máculas residuales de hiperpigmentación. De hecho, un 70 % de las mujeres embarazadas experimenta melasma.

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Cuidados para realizar un tatuaje de manera segura

Si se toma la decisión de hacerse un tatuaje pese a estar embarazada, hay ciertos recaudos que se deben tener en cuenta para garantizar un contexto y un procedimiento seguro:

• Buscar establecimientos que se encuentren higienizados y habilitados.
• Usar autoclave para esterilizar los equipos y las agujas.
• Chequear que las agujas provengan de paquetes individuales cerrados.
• Uso de guantes de látex nuevos por parte del tatuador.
• Informar al tatuador sobre el embarazo.
• Asegurarse de que el tatuador sea un practicante registrado.

Luego de realizado el tatuaje, se deben seguir las indicaciones del tatuador para evitar complicaciones y posibles eventualidades. Por ejemplo, la colocación de crema humectante de manera rutinaria y el uso constante de protector solar sobre el reciente tatuaje.

Henna, como tatuaje temporal en la embarazada

La henna natural es un tinte derivado de la planta Lawsonia inermis. En comparación con el tatuaje permanente, este es temporal, es mucho más barato, es indoloro y se puede aplicar en cualquier lugar del cuerpo.

Por lo general, se utilizan para teñir la piel, el cabello, las uñas y como componente de algunos productos cosméticos y el champú. Además, según una revisión de Clinics in Dermatology poseen un potencial alérgico muy bajo.

Una de las pocas preocupaciones de seguridad que se deben tomar en cuenta con un tatuaje de henna durante el embarazo es cerciorarse de que el tatuador no use henna negra. Lo ideal es utilizar la forma natural de henna, que suele comercializarse en una gama de colores rojo, marrón y naranja.

Consideraciones del tatuaje y la embarazada

El hecho de tatuarse implica provocar lesiones en la piel. Por lo tanto, se corre el riesgo de desarrollar una infección. Además, en esta etapa, la piel experimenta cambios, por lo que no conviene generarle un traumatismo intencional. Incluso puede haber una reacción alérgica a la tinta, dolor o incomodidad.

Lo recomendable es esperar el nacimiento del bebé para hacer el tatuaje. De esa manera, se evita la exposición a situaciones que pueden comprometer tanto la vida de la madre como del niño.