Las familias resilientes salen adelante juntas

La resiliencia familiar permite a las familias hacer frente a situaciones estresantes sin ver dañados sus lazos ni su funcionamiento.

Familia resiliente riéndose en el sofá de casa.

Cada familia es diferente. No obstante, existe un punto importante que marca la diferencia entre unos núcleos familiares y otros, y es el modo en que afrontan la adversidad. Ante un revés del destino, algunas personas se unen más que nunca, mientras que otras se distancian casi irremediablemente. Así, las familias resilientes son aquellas capaces de salir adelante juntas.

La resiliencia es la habilidad para afrontar la adversidad y salir incluso fortalecido de ella. Desafortunadamente, todas las familias en algún momento experimentan infortunios y vivencias que desafían sus capacidades. Y es su modo de responder el que determina el grado de resiliencia familiar.

Todas las familias enfrentan problemas

Las dificultades que pueden experimentar las familias son muy diversas. Algunas habrán de hacer frente a situaciones estresantes crónicas y cotidianas, como por ejemplo:

  • Pobreza y falta de recursos económicos.
  • Enfermedad crónica o discapacidad de alguno de sus miembros.
  • Problemas de alcoholismo o cualquier otro tipo de adicción en alguna de las personas que conforman la familia.

Familia resiliente paseando con sus dos hijos.

Por otro lado, otros núcleos familiares sufrirán impactos más puntuales pero devastadores, como pueden ser:

  • Enfermedad grave.
  • Muerte de alguno de los miembros de la familia.
  • Abuso sexual dentro del núcleo familiar.
  • Exposición a eventos traumáticos como desastres naturales, robos o accidentes.

En cualquier caso, estas vivencias sacudirán la normalidad de la familia, supondrán un estrés excesivo que demandará de ellos el uso de todos los recursos personales de los que dispongan. Para recuperarse, el núcleo familiar deberá reorganizarse y mostrarse flexible para hallar salidas. De lo contrario, la crisis aumentará y se cronificará, dañando a cada persona y los lazos afectivos que mantienen entre ellos.

¿Qué caracteriza a las familias resilientes?

Dado que no es posible evitar que sucedan estos contratiempos o dificultades, la clave para que la unidad familiar se mantenga y se fortalezca ante la adversidad es la resiliencia. Así, las familias resilientes cuentan con dos tipos de ventajas.

Factores protectores

En primer lugar, cuentan con factores protectores que minimizan el impacto del estrés que pueden llegar a sufrir. Se trata de sencillos hábitos o formas de relacionarse que hacen a la familia más fuerte y menos vulnerable a los problemas:

  • Suelen pasar tiempo de calidad juntos; comparten y conviven desde la armonía y el amor.
  • Cuentan con rutinas y tradiciones familiares que proporcionan un sentido de unidad y pertenencia. Los miembros se sienten parte de algo mayor que ellos mismos, forman parte de un grupo en el que tienen un lugar propio. Esto es algo que, sin duda, proporciona seguridad y cohesión.
  • Realizan celebraciones familiares en las que se festejan los logros y se agradece la presencia de los demás.

Procesos de recuperación

Por otro lado, las familias resilientes son capaces de actuar adecuadamente cuando se presenta una crisis. Ponen en marcha todos sus recursos, adquieren nuevas habilidades o piden ayuda si es necesario para recuperar el bienestar:Familia feliz.

  • Se comunican de forma asertiva y respetuosa, comparten perspectivas y tienen en cuenta el punto de vista de cada uno.
  • Se unen más aún cuando la vida los golpea, centran sus esfuerzos en apoyarse mutuamente, en servirse de sostén. Recuerdan siempre que son un equipo y trabajan unidos.
  • Desarrollan y mantienen una visión optimista, se centran en encontrar los aspectos positivos y en continuar disfrutando juntos, en la medida de lo posible.
  • Recurren a su red social en busca de apoyo emocional, logístico y de cualquier índole. Se apoyan en familiares y amigos para sobrellevar mejor la situación adversa que están atravesando.

Las familias resilientes salen adelante juntas

La resiliencia no es un concepto exclusivo de la familia, sino que depende, en gran medida, de la resiliencia individual. Así, por un lado, es importante que cada miembro posea los recursos personales necesarios para afrontar el estrés, que sea capaz de comunicarse y mantenerse flexible. Por otro lado, es necesario que las dinámicas familiares sean saludables, que todos se escuchen, se apoyen y motiven mutuamente.

La resiliencia familiar permite dar un significado a lo vivido (ya sea una enfermedad, una muerte o la pobreza) y continuar adelante con mayor fortaleza. Esta habilidad familiar, si aún no se dispone de ella, puede trabajarse. Y se trata de algo muy recomendable, ya que es la que permite salvaguardar la integridad y la felicidad de la familia cuando el estrés la golpea.

Bibliografía

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  • Gómez, E., & Kotliarenco, M. A. (2010). Resiliencia Familiar: un enfoque de investigación e intervención con familias multiproblemáticas. Revista de psicología19(2), 103-131.
  • Ramírez-Osorio, P., & Hernández-Mendoza, E. (2012). Resiliencia familiar, depresión y ansiedad en adolescentes en situación de pobreza. Revista de Enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social20(2), 63-70.
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