Hoy en día queremos que nuestros hijos tengan una buena formación, que hagan deporte, que aprendan idiomas, que desarrollen sus habilidades artísticas y mucho más. Pero no caemos en la cuenta de que un exceso de actividades extraescolares no es positivo para ellos.
Los padres deseamos que tengan todo lo que nosotros no tuvimos, ¿pero nos hemos parado a pensar en qué es lo que ellos quieren? ¿Ese exceso de actividades les hace bien?
Quizás los pequeños ya se hayan acostumbrado a ese ritmo de vida, pero en su ideal deseen tener algo más de tiempo para jugar. Entonces, los estamos sobrecargando de actividades y aunque pensemos que es beneficioso, no lo es en absoluto.
El exceso de actividades extraescolares, ¿es bueno o malo?
No existen blancos o negros en este aspecto y tampoco podemos catalogar de buenas o malas a las actividades en sí mismas. Depende más del hecho de considerar y respetar la voluntad de los niños, que de cualquier otra cosa.
Está claro que es positivo que los chicos tengan tiempo libre para el ocio y para optimizar su desarrollo, pero el problema radica en incurrir en excesos.
En este sentido, es importante dejar a los niños elegir qué hacer en su tiempo libre y alentarlos a que jueguen, ya que esa debería ser su tarea principal. Sobre todo hasta los 6 años los niños deberían pasar al menos dos horas al día en su juego y compartir más tiempo con sus padres.
Jugar es una necesidad de los menores y esta acción debe hacerse libremente, de forma espontanea, con otros niños o familiares y en lo posible, al aire libre. Además, también es necesario propiciar el aburrimiento, ya que este estado fomenta el desarrollo de la creatividad e incentiva la imaginación.
La cuestión es que hoy en día los niños no tienen tiempo para aburrirse y su imaginación está cada vez menos desarrollada.
Si queremos darle lo mejor a nuestros hijos, debemos ser conscientes de que el exceso de actividades extraescolares no es la clave. Y a la larga, termina por provocarles estrés. Lo mejor, sin dudas, es dejarles tiempo para jugar.
¿Qué consecuencias puede tener en los niños el exceso de actividades extraescolares?
Por si no nos hemos dado cuenta, los niños viven un estrés diario similar al de los adultos, con largas jornadas de trabajo y una agenda llena de obligaciones. Al parecer, hemos olvidado que son niños y que esa cantidad de tareas diarias les produce ansiedad y un malestar difícil de manejar.
Algunos de los síntomas asociados al estrés infantil por el exceso de actividades extraescolares son los siguientes:
- Dolores de cabeza.
- Problemas para dormir.
- Pesadillas.
- Pérdida de apetito.
- Dolores de estómago.
- Ansiedad.
- Exceso de preocupaciones.
- Imposibilidad de relajarse.
- Dificultad para controlar sus emociones.
- Conductas agresivas.
- Regresión a conductas de etapas anteriores del desarrollo.
- Cambios de humor.
- Problemas de concentración.
- Problemas de atención.
- Agotamiento mental y físico.
Muchos niños de hoy salen del colegio, comen y ya tienen que ponerse en marcha para llegar a sus actividades extraescolares. Y lo peor del caso es que a menudo no se trata de una sola actividad, sino de varias encadenadas.
¿Y los deberes? ¿Nos hemos planteado que también forman parte de las tareas extraescolares? No solo eso, también forman parte de sus obligaciones.
Entonces, ¿dónde queda el tiempo para jugar o compartir actividades en familia? A pesar de que algunas veces pensemos que el juego es una pérdida de tiempo, estamos bastante equivocados. El juego tiene numerosos beneficios para el desarrollo integral de los niños.
Consejos para elegir las actividades extraescolares de los hijos
Lo primero que tenemos que pensar es que cuando un niño juega, madura. Sobre todo, cuando la actividad que realiza es de su agrado.
Si tenemos hijos adolescentes, otra cosa a tener en cuenta es que las actividades extraescolares estén vinculadas a los temas que les apasionen. De esta forma, desarrollan su visión del mundo, mejoran sus relaciones sociales y comparten sus talentos con otros chicos de su edad.
Vamos a darte algunos consejos para la hora de elegir la actividad extraescolar más apropiada para tus hijos:
- Evita saturar la agenda de actividades: tienen que tener tiempo para descansar, para hacer deberes, para estar con sus amigos e incluso, para aburrirse.
- Presta atención siempre a los gustos y a la personalidad de los niños: dejarles elegir la actividad extraescolar que más les guste a ellos, no a nosotros.
- No los obligues a ir si no lo desean.
- Estate atenta a cualquier síntoma de estrés infantil.
- Limita las actividades extraescolares de refuerzo de los contenidos académicos: ya pasan bastante tiempo en el colegio con este fin y tienen toda una vida por delante para sumar aprendizajes.
Sobre como afecta el exceso de las actividades extraescolares podemos decir…
Como has podido ver el exceso de actividades extraescolares no es beneficioso, pero con esto no queremos decir que las propuestas sean malas. A lo que nos referimos es que hacer un uso inadecuado de cualquiera de ellas puede provocar el efecto contrario al deseado.
Es necesario alcanzar un equilibrio entre las tareas educativas y las recreativas, a fin de proporcionarle un desarrollo pleno y saludable de los pequeños.
En definitiva, las actividades extraescolares tienen que ser del gusto del niño y sumarle algo bueno a su vida. No estresarlo desde edades tempranas.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Jiménez Jiménez, K. J., Díaz Flórez, M., Álvarez Pai, D. L., Bernal López, A. D. P., & Vargas Amézquita, S. L. (2012). Determinar la relación existente entre el estrés y las actividades extraescolares en los niños de 5 a 7 años de edad (Doctoral dissertation).
- Abadía Grasa, S. J., & Vicente Hernández, D. ¿Qué aporta la realización de actividades extraescolares físico deportivas al alumnado de 5º y 6º de primaria? REVISTA EDUCATIVA Marzo 2021/ Vol 2 LAS COMPIS.
- Buzyn, E. (2016). Papá, mamá,¡ dejadme tiempo para mi!. Parkstone International.
- Honoré, C. (2013). Bajo presión: cómo educar a nuestros hijos en un mundo hiperexigente. RBA Libros.