Los humanos somos seres sociales y sentir que pertenecemos a algo más grande es una de nuestras grandes necesidades. El hogar es el lugar donde establecemos nuestras primeras relaciones sociales. Por ello, el sentimiento de pertenencia en la familia cobra una gran importancia para todo nuestro desarrollo futuro.
¿Qué es el sentimiento de pertenencia?
La pertenencia es el sentimiento que surge al saber que formas parte de un grupo. En la pirámide de Maslow podemos comprobar cómo, tras tener cubiertas las necesidades más básicas (supervivencia y seguridad), la pertenencia y la afiliación constituyen el punto más importante para un ser humano.
La pertenencia está íntimamente ligada con nuestra identidad, pues el grupo es, para nosotros, un referente de quiénes somos. También está relacionada con nuestra autoestima, viéndose esta afectada por el nivel de arraigo y orgullo que sentimos por el colectivo al que pertenecemos.
La pertenencia nos proporciona un sentido de trascendencia y de seguridad al saber que formamos parte de algo más allá de nosotros mismos, que no estamos solos en el mundo.
Para los niños, el sentimiento de pertenencia comienza a desarrollarse en sus primeros años de vida, en su hogar, junto a sus padres y hermanos. Este será el primer grupo del que formará parte, y sus miembros serán los encargados de generar en el pequeño el sentimiento de saberse amado, aceptado e integrado en el clan.
Lejos de lo que se pueda pensar, el sentido de pertenencia familiar no surge a partir de tener personalidades afines o compartir los mismos gustos. La clave es, precisamente, la aceptación y el aprecio de la familia por cada uno de sus miembros, con sus propios deseos y preferencias diferentes.
El sentimiento de pertenencia en la familia no es un fenómeno fijo, sino que evoluciona, adaptándose a cada época y cada familia en particular. No obstante, siempre se nutrirá del arraigo, el apoyo, la mutualidad y a su vez de la independencia. Los miembros de la familia necesitan sentirse apoyado por sus congéneres, pero también ser un ente aparte con gustos diferentes.
¿Para qué sirve el sentimiento de pertenencia en la familia?
- Ayuda a construir vínculos fuertes y sólidos entre los miembros y fomenta valores tales como el amor, el respeto, el apoyo, la empatía y el cuidado mutuo. Al considerar a la familia parte importante de nuestra identidad, tenderemos a estrechar lazos y unir fuerzas unos con otros.
- Sentirse parte del grupo familiar facilita al niño comprender los conceptos de reciprocidad y generosidad. Aprende de forma natural a cuidar de las relaciones como algo valioso, y entiende que convivir supone tener en cuenta a los demás.
- Si la familia desarrolla adecuadamente el sentimiento del niño, este tendrá en el futuro más facilidad para adaptarse e integrarse en el resto de grupos de su vida. Su satisfacción social en la escuela, en el grupo de amigos o en el trabajo será superior.
- Un niño con un buen sentimiento de pertenencia en la familia se muestra colaborador, amistoso y comprensivo con las personas de su entorno. Por ello, es apreciado y valorado por todas ellas.
- El sentirse incluido en un grupo también hará que el niño construya su identidad y tenga mayor seguridad en sí mismo. Este último hecho aumentará la autoestima del pequeño, lo que lo ayudará a desenvolverse mejor en un futuro. Por su parte, la identidad desarrollará el sentimiento de ser y sentirse valorado por otros.
- El componente emocional del sentimiento de pertenencia en la familia hará que los niños pequeños se sientan orgullosos de sus padres y quieran imitarlos.
- Un pequeño con escaso sentido de pertenencia tenderá a aislarse y a mostrar dificultad para hacer amigos. Puede ser muy influenciable o muy competitivo, y se mostrará muy crítico tanto consigo mismo como con los demás.
¿Cómo fomentar el sentido de pertenencia?
- Proporciónales desde bebés el apego, el amor y la contención necesaria para que se sientan atendidos y seguros. Que perciban que no están solos y que alguien cuida de ellos.
- Introdúcelos en la cultura familiar. Contar los mismos cuentos que te contaron a ti de pequeña o cantarles las mismas canciones. Comparte con ellos los gustos familiares: si sois una familia deportista, practicad deporte con ellos. Si en tu familia disfrutáis mucho cocinando, haced a los niños partícipes del proceso como si fuera un juego. Así, ellos también desarrollan sus propias habilidades.
- Intégralos en la familia extensa. Tíos, primos, abuelos, antepasados. Todos ellos forman parte del linaje familiar del pequeño y, por tanto, de su identidad. Muéstrales fotos y cuéntales historias de la familia. Organizad reuniones o eventos con la familia para que puedan convivir con ellos.
- Asígnales tareas y responsabilidades en casa acordes a su edad. De esta forma, se fomenta el cuidado de algo valioso para todos como es el hogar, además de incrementar la generosidad al sentir que todos los miembros colaboran para el bienestar de los demás.
- Hazle saber que los quieres por quienes son. Es fundamental que los niños se sientan queridos a pesar de tener gustos diferentes a los de la familia. A su vez, diles a los pequeños que tu cariño hacia ellos no cambiará pase lo que pase.
- Valora sus ideas y opiniones. Sentirse parte de un grupo involucra el ser escuchado, por lo que siempre debes tener en cuenta lo que dicen tus niños, a pesar de ser pequeños. Recuerda que una de las bases del sentimiento de pertenencia es el apoyo y la mutualidad. También puedes permitirle tomar decisiones sencillas.
- Cultiva el tiempo en familia. Charlas de sobremesa en las que se compartan opiniones, organizar planes en familia o jugar a algún juego. Lo importante es disfrutar de tiempo agradable y de calidad todos juntos. Además, debes tratar en lo posible de hacer actividades que fomenten la cooperación y en las que el niño se destaque.
La familia es el primer vínculo que tenemos desde el momento en que nacemos, por lo que el sentimiento de pertenencia en este grupo es fundamental para el desarrollo de nuestros hijos. De esta manera, debes asegurarte que tu hijo se sienta escuchado, incluido, pero sobre todo amado.
Bibliografía
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- Muñoz, M. D., & de la Fuente, F. V. (2010). La Pirámide de Necesidades de Abraham Maslow.
- Páez, D., Fernández, I., Campos, M., Zubieta, E., & Casullo, M. (2006). Apego seguro, vínculos parentales, clima familiar e inteligencia emocional: socialización, regulación y bienestar. Ansiedad y estrés, 12(2-3), 329-341.