El prurito es el nombre científico que se da al picor. El picor de vulva, más que una enfermedad, es una manifestación clínica que está detrás – la mayoría de las veces- de una posible alteración o enfermedad que debe ser consultada al médico.
Esta manifestación afecta a un número elevado de mujeres. Y es que la vulva, debido a su anatomía, es muy susceptible a alterarse a nivel de la capa más externa.
Anatomía de la vulva
La vulva es la parte anatómica del cuerpo de la mujer que recubre la entrada de la vagina (es importante no confundirla con esta, ya que son zonas diferentes). Está compuesta por el monte de venus en la zona superior, que protege el pubis. Esta es una zona más o menos abultada, ya que tiene mucho tejido graso y está cubierta de vello.
A los lados y en la parte más externa tenemos los labios mayores, que también tienen grasa, por eso son bastante turgentes. Hacia dentro y por debajo de los labios mayores, frecuentemente ocultos por estos, tenemos los labios menores, que son mucho más delgados, forman pequeños pliegues y protegen la entrada de la vagina. En su parte superior se fusionan formando el capuchón o frenillo del clítoris, protegiendo a este último.
La vulva es una zona anatómica particular en la que convergen el aparato urinario, genital y gastrointestinal. En ella encontramos tres orificios: el meato urinario, la vagina y el ano. Además es una zona que se encuentra sometida constantemente a la humedad, calor y fricción. Tres factores que la hacen especialmente sensible a diferentes entidades que pueden causar picor en la zona.
El prurito vulvar, ¿cómo afecta a las mujeres?
Es muy frecuente que las mujeres interpreten y se autodiagnostiquen cuando padecen picor en la zona causado por infecciones micóticas (por hongos) o bien por mala higiene. Muchas veces suelen medicarse con pomadas u ovulos antifúngicos, o aplicarse medidas de higiene excesivas. Ambas medidas son erróneas, y pueden llegar a agravar el problema subyacente.
El picor en la vulva afecta al día a día de las mujeres que lo padecen, pudiendo incluso llegar a afectar su vida sexual. Ante picores en la zona, es recomendable acudir al médico para que pueda hacer un diagnóstico correcto y poder iniciar el tratamiento indicado, si procede.
Causas del prurito vulvar
El prurito puede ser secundario de afectación tópica local, como dermatitis irritativas o alérgicas, atópicas o bien enfermedades sistémicas y generalizadas que puedan llegar a la piel de la zona. En medicina las dividen en agudas y crónicas, según el tiempo de evolución:
Principales causas de agudas:
- De contacto: alérgicas o irritativas
- Infecciosas: que puede ser
- Víricas
- Bacterianas
- Por hongos
- Por parásitos
Principales causas de las crónicas:
- Dermatosis: liquen
- Atrofia vaginal: en la menopausia
- Neoplasias
- Enfermedades sistémicas: Crohn, diabetes
- Enfermedad intestinal: fisuras ,hemorroides, etc.
Así que ante cualquier episodio de picor que se prolongue más de 24 horas, te aconsejamos acudir al ginecólogo o a la matrona para que te hagan una exploración y puedan derivar, si es necesario, al dermatólogo o poner tratamiento si es producido por algún microorganismo.
Consejos para evitar el picor de vulva
A continuación, vamos a darte unos consejos generales para evitar el prurito vulvar y que tu vulva esté sana:
- Aseo diario, haciendo hincapié en abrir bien los labios mayores y poner especial cuidado en los pliegues que tiene la vulva. El exceso de higiene puede romper el equilibrio de la microbiota, de forma que la vulva es más vulnerable a infecciones o lesiones.
- Usa jabones respetuosos con la zona delicada, y lávate con las manos. Evita esponjas o manoplas que puedan erosionar la piel.
- El olor es normal, y varia de una mujer a otra dependiendo del momento del ciclo en el que nos encontremos, y también con la excitación sexual. Sin embargo, ante un mal olor persistente (que muchas veces va acompañado de picor), no intentes ocultarlo con toallitas, desodorantes íntimos o lavándote de más. Acude rápido al especialista.
- La depilación total puede aumentar el picor en la vulva.
- El uso de salva-slips o compresas de manera continuada resecan mucho la zona, o pueden llegar a macerarla, haciendo que sea más susceptible de picor.
- Usa ropa interior de algodón, transpirable.
- Permanece ratos al día sin braguitas para que la zona se airee.
- Evita pantalones muy ajustados o braguitas tipo tanga, ya que pueden aumentar las probabilidades de picor.
- Si tienes picor, intenta evitar el rascado directo sobre la vulva, ya que puedes erosionar la zona.
Esperemos que estos consejos sean de tu interés y puedan ayudarte en caso necesario. No obstante y ante cualquier duda, visita a tu especialista.