El miedo a hacer caca en los niños

El miedo a hacer caca en los niños se encuentra casi siempre asociado a trastornos intestinales que van de la mano con el tipo de alimentos que consumen. La pereza intestinal, por lo general, provoca en los pequeños irritación o dolor, y es por que ello que cuando sienten de nuevo ganas de defecar se niegan a hacerlo.

También es posible que, si el niño se encuentra en un lugar extraño o diferente al que está acostumbrado, puede cohibirse de llevar a cabo esta necesidad fisiológica de forma espontánea. Esta negación da pie al estreñimiento, y por tanto, el infante puede tener materia fecal seca y dura difícil de excretar, lo que le causa dolor e incomodidad.

¿Por qué se presenta el miedo a hacer caca en los niños?

Por lo general, esta fobia es propiciada por el estreñimiento y las consecuencias que vienen asociadas a este, pero también puede deberse a otras causas, entre las que se pueden mencionar las más comunes:

Exceso de alimentación a base de carnes y huevos

Un alto consumo de proteínas conlleva al endurecimiento de la caca y, por ende, dificultad para defecar. La alimentación en edades tempranas debe ser vigilada por un especialista ya que esta es esencial para el sano crecimiento y desarrollo de los niños. Con el debido seguimiento y supervisión se evitan trastornos digestivos.

Vida sedentaria o perezosa

La falta de ejercicio en los niños desencadena no solo inconvenientes al defecar, sino otro tipo de trastornos de tipo cardiovascular, por lo que se hace necesario involucrarlos en deportes y actividades físicas acordes con su edad.

Trastornos nerviosos asociados al esfuerzo mental

Estos se presentan en edad escolar cuando los pequeños se sienten agobiados por el exceso de trabajo mental o preocupaciones derivadas de los deberes y actividades escolares.

Vergüenza

Los pequeños muchas veces no se atreven a defecar en lugares extraños porque les da vergüenza o no se sienten cómodos. La  posibilidad de ser vistos por extraños o ensuciarse da pie al miedo a hacer caca en los niños.

Poco consumo de agua

Cuando no se ingieren las cantidades mínimas necesarias de líquido se endurecen más las heces. Esto provoca dolor e incluso, en ocasiones, presencia de sangre por el esfuerzo que realiza al defecar. Por el temor a que se repitan estos episodios en el baño, los niños evitan a toda costa hacer caca.

Cuando se intensifica este tipo de fobias, se va generando mucha incomodidad y malestar, puesto que se le impide al cuerpo llevar a cabo una función natural como lo es eliminar desechos orgánicos. Evitar hacerlo, puede desencadenar serios problemas como apendicitis, infecciones, fermentaciones intestinales y dolencias en las vías biliares, entre otros.

¿Cómo hacer frente al miedo a hacer caca en los niños?

Sentir fobias es completamente normal, en especial en los primeros años de la vida. Sin embargo, aunque sea algo común, no pueden ser subestimadas; al contrario, deben ser afrontadas a tiempo con la seriedad del caso y con ayuda de un especialista. Al actuar a tiempo, evitaremos, en buena medida, que estas se arraiguen y propicien otro tipo de enfermedades.

Las fobias o miedos suelen ser respuestas ante alguna situación adversa de dolor, momentos desagradables o de asco que se suelen evitar. En las etapas iniciales de la vida este tipo de reacciones son innatas y afloran sin que se piense en las consecuencias de no afrontar determinada situación.

Como padres, debemos ser muy comprensivos y brindar mucho apoyo a nuestros niños para que poco a poco logren superar estas barreras. Hay que evitar a toda costa forzar u obligar a los pequeños a enfrentarse a estos miedos, ya que esto, lejos de ayudar, aumentará la dificultad de superarlos.

Conclusión

Conversar abiertamente sobre el miedo a hacer caca en los niños reunidos en familia contribuirá a que nuestros hijos se sientan en confianza con el tema y manifiesten sus inquietudes y temores libremente.

La comunicación fluida aumentará las posibilidades de encontrar las estrategias correctas para afrontar esta fobia, permitiendo a los pequeños ser parte de la solución y minorizando el agobio que les causa la misma.

Al sentir apoyo de su entorno, al entender y compartir las soluciones a sus fobias, estas irán mermando poco a poco porque el niño interiorizará que tiene en sus manos y en su familia la posibilidad de superar cualquier situación adversa.

Esto no sólo le ayudará en este caso puntual, sino en muchos otros que puedan generarle algún conflicto de emociones o de seguridad.