Si estás a punto de introducir nuevos alimentos a tu bebé y prefieres evitar los purés o papillas, es posible que te encuentres indecisa entre los métodos BLISS y Baby Led Weaning (BLW). Aunque ambos enfoques desafían la norma al permitir que el bebé se alimente por sí mismo usando sus manos, ¿conoces cuáles son sus diferencias?
¡Eso es lo que aprenderás en este artículo! Además, conocerás cómo se implementan, cuáles tipos de alimentos ofrecen y los aspectos asociados a la seguridad de cada enfoque.
También discutiremos los beneficios de ambos métodos. De esta forma, estarás bien informada y tu decisión tendrá fundamentos sólidos. No obstante, recuerda buscar la orientación del pediatra para aclarar tus dudas.
¿En qué se basan los métodos Bliss y BLW?
Las tendencias actuales en la alimentación complementaria de los lactantes aprovechan sus habilidades motoras para ofrecerles bocadillos o alimentos sólidos que el bebé puede tomar sin la ayuda de utensilios. Estos métodos se consideran beneficiosos para promover la autorregulación alimentaria.
Hasta el momento, existen dos métodos similares pero con algunas diferencias entre ellos. Uno de estos es el método dirigido por bebés o Baby Led Weaning (BLW), cuya filosofía se basa en permitir que el lactante se autoalimente dentro del entorno familiar. Con esta técnica, el bebé toma con sus propias manos los bocadillos que se le ofrecen.
Sin embargo, a pesar de que algunas agencias internacionales lo recomiendan, puede presentar algunas desventajas, las cuales han sido estudiadas y presentadas en la Healthy Eating Guidelines for New Zealand Babies and Toddlers.
Los resultados han permitido modificarlo a una nueva versión, que es el segundo método llamado Baby Led Introduction to SolidS (BLISS). Este método propone un nuevo enfoque de alimentación complementaria dirigido por el bebé. Hasta ahora, ambos métodos suenan parecidos, pero veamos cuáles son sus diferencias.
Diferencias entre los métodos BLISS y BLW
Como ya hemos visto, ambos métodos manejan el mismo principio de alimentación en cuanto a la autonomía del bebé para alimentarse con bocadillos. Sin embargo, algunos aspectos en la técnica marcan la diferencia.
En cuanto a su implementación
La técnica BLW comienza con la introducción de los alimentos sólidos a partir de los 6 meses de edad, siempre y cuando el bebé cumpla con ciertas características. Por ejemplo:
- El bebé es capaz de sentarse erguido y estable sin ayuda.
- Ha perdido el reflejo de extrusión, es decir, empujar los alimentos hacia fuera con la lengua.
- Coordina los ojos con la mano y la boca.
- Se interesa por la comida.
- Visualiza los alimentos y los agarra con las manos para luego llevárselos a la boca.
De acuerdo con una revisión publicada en la revista Current Nutrition Reports, el enfoque principal de esta técnica reside en permitir que los bebés elijan qué alimentos llevarse a la boca y cuánto comer de cada uno. Además, se busca su integración en las comidas familiares con una supervisión mínima por parte de los padres o cuidadores.
¿Cómo se implementa el método BLISS?
El método Baby Led Introduction to SolidS es una versión del BLW y, por tanto, sigue los mismos principios y tiene el mismo enfoque. Sin embargo, su implementación difiere ligeramente, ya que antes de ponerlo en práctica, un grupo de expertos profesionales de la salud proporciona consejos y orientación a los padres.
Además, se ofrecen recomendaciones para evitar que el bebé se distraiga durante la comida, preste mayor atención a las señales de hambre y saciedad, y se proporcionan libros de recetas, listas de alimentos cotidianos e información sobre seguridad.
Alimentos que ofrecen
En el método BLW los alimentos son compartidos por la familia en lugar de alimentos preparados solo para los bebés. La idea es participar del menú familiar y, por tanto, tiene la desventaja de ofrecer alimentos no adecuados para el lactante. Por ejemplo, altos en sal, en azúcares o que representen un riesgo de atragantamiento.
De acuerdo a lo señalado en un artículo publicado en la Revista Sanitaria de Investigación, la comida debe prepararse en forma de finger foods con un tamaño alargado y grande para que el bebé lo levante.
Además, la consistencia debe ser suave y blanda para lograr una mejor adaptación en la boca y permitir que el bebé pueda aplastar el alimento contra el paladar y las encías. Algunos de estos alimentos pueden ser:
- aguacates,
- mangos,
- peras,
- bananas,
- tiras de verduras asadas como la calabaza, zanahoria, batata,
- tiras de carne blandas.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Nueva Zelanda, considera que el método BLW, tal como está diseñado, puede aumentar el riesgo de deficiencia de hierro y zinc, provocar asfixia y un posible retraso en el crecimiento de los bebés. Por estas razones, planteó algunas modificaciones en el tipo de comida que habitualmente ofrece la técnica Baby Led Weaning.
¿Qué alimentos ofrece la técnica BLISS?
El estudio BLISS que aparece descrito como un ensayo controlado y aleatorizado publicado en la revista BMC Pediatrics plantea algunos cambios. Por ejemplo, se aconseja que en cada comida se ofrezcan 3 tipos de alimentos:
- alimentos fuentes de hierro, como las carnes rojas,
- alimentos que aportan energía,
- una fruta o una verdura.
Como notarás, tanto la cantidad como la calidad de los alimentos en la técnica BLISS es diferente al BLW. No tienen por qué ser todos los alimentos que come la familia, sin énfasis en su conveniencia nutricional, energética o de seguridad.
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Seguridad de cada enfoque
Como lo señala un estudio publicado en la revista BMJ Open, el método BLW no es seguro para rendir una buena nutrición y un óptimo crecimiento en el bebé. Además, aumenta el posible riesgo de asfixia en el bebé.
Los autores explican que la libertad que se le deja al bebé para escoger su propia comida no asegura el consumo adecuado de los nutrientes claves y la energía suficiente para su crecimiento.
Por ejemplo, desde los 6 meses de edad, los lactantes necesitan un consumo de hierro adecuado para reponer las reservas gastadas desde su nacimiento. En la BLW, las frutas y verduras que se incluyen son bajas en hierro y los cereales fortificados se comen con cuchara, así que no forman parte del menú.
Otras de las desventajas de BLW es la falta de energía en los alimentos ofrecidos. Esto podría afectar el crecimiento. En este sentido, un trabajo publicado en la revista Enfermería Clínica detalla que los bebés que realizan BLW tienen mayor prevalencia de bajo peso.
Sin embargo, a pesar de estas críticas, otro estudio reciente publicado en la revista Pediatría Atención Primaria, considera que el método BLW puede ser una técnica de alimentación complementaria segura, ya que no presenta más riesgo de atragantamiento que otras. Además, no hay suficientes evidencias que demuestre que produce deficiencia de hierro.
¿Qué aspectos asegura la técnica BLISS?
La técnica BLISS corrige las posibles preocupaciones sobre seguridad nutricional, energética y de asfixia que se presentan en la versión original del método BLW. Para esto, plantea educar a los padres sobre la necesidad de incluir en la dieta del bebé alimentos fuentes de hierro y de calorías. Para reducir el riesgo de atragantamiento o asfixia, plantea lo siguiente:
- ofrecer alimentos suaves para poderlos presionar con el paladar o que sean fibrosos y grandes para que no se rompan,
- evitar los alimentos que formen una miga en la boca,
- ofrecer productos que sean tan largos como el puño del niño,
- permanecer derecho en la silla y estar acompañado por un adulto,
- no ofrecer uvas, frutos secos, palomitas de maíz ni cualquier otro alimento con cáscara o piel.
Beneficios de ambos métodos para la alimentación complementaria
Para analizar de forma objetiva los beneficios de los métodos BLW y BLISS, lo mejor es compararlos con el método tradicional basado en la lactancia materna exclusiva y luego la integración de purés o papillas. Haciendo esta comparación, algunos de los beneficios de estos métodos son:
- Hay una mayor posibilidad de compartir los alimentos con el grupo familiar y una buena oportunidad de inculcar patrones y hábitos alimentarios saludables desde temprana edad.
- Los bebés desarrollan mayores habilidades motoras y no requieren de un adulto que les dé la comida.
- Hay un menor riesgo de obesidad, ya que tienen la capacidad de regular la cantidad de comida de acuerdo a sus necesidades fisiológicas, lo que resulta en una autorregulación de la energía consumida.
- Pese a que hay preocupación por el atragantamiento o la asfixia con estos métodos, no hay suficientes evidencias que lo confirmen. También, es posible que se confundan con el reflejo de náuseas natural en el lactante o que ocurran al inicio, cuando aún están aprendiendo a coordinar los movimientos orales.
- Entre BLW y BLISS, este último tiene menos probabilidad de asfixia, ya que se evitan los alimentos que pueden provocarlo.
¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos métodos?
El método BLISS se presenta como una versión modificada y mejorada del método BLW. Las principales diferencias entre ambos radican en la formación de los padres o cuidadores en el seguimiento y control de la alimentación complementaria dirigida por el bebé, así como en la propuesta de incluir alimentos más ricos en hierro, zinc y energía.
Por otro lado, así como hay detractores de estos métodos, también hay seguidores. Cualquier decisión sobre su aplicación debe ser consultado con los profesionales de salud.
Bibliografía
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