Dieta para embarazada con sobrepeso
La dieta para la mujer embarazada con sobrepeso consigue mejorar el desarrollo del feto. Y al mismo tiempo, reduce la incidencia de ciertas patologías metabólicas complejas que puedan poner en riesgo la salud de la mujer y la de su hijo.
Por eso, vamos a mostrarte las claves alimentarias, para que sepas en qué puntos hay que fijarse y qué nutrientes es importante aportarle al organismo en esta etapa.
Antes de comenzar hay que hacer especial hincapié en la necesidad de mantener un buen estado de composición corporal durante toda la vida. En algunas ocasiones, el sobrepeso y la obesidad están causados por condicionantes genéticos, pero la mayor parte de las veces está influenciado por cuestiones ambientales y esto puede solucionarse con algunos cambios de hábitos.
Sigue leyendo y entérate cómo combatir el sobrepeso en el embarazo.
Dieta normocalórica para la mujer embarazada con sobrepeso
Durante el embarazo se recomienda llevar una dieta ligeramente hipercalórica para satisfacer las necesidades de la mamá y del feto en desarrollo.
Sin embargo, en el caso de una mujer con sobrepeso, esto no debería ser necesariamente así. De hecho, en este contexto se puede plantear un menú equilibrado o ligeramente deficiente en cuanto a energía, ya que las reservas de tejido adiposo pueden asegurar que se cubra la demanda extra.
El aporte de proteínas en la mujer embarazada
A pesar de las calorías, lo que sí que va a ser preciso enfatizar en la mujer embarazada es el aporte proteico. En ciertas etapas de la vida, los requerimientos se encuentran elevados, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista Annals of Nutrition & Metabolism. El embarazo sería uno de ellos y en esta etapa es clave contar con los aminoácidos esenciales en la pauta e, idealmente, incluir alimentos de origen animal.
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Azúcar y grasas en la dieta para la mujer embarazada con sobrepeso
Otro punto clave de la dieta para la mujer embarazada con sobrepeso es la ingesta de carbohidratos. Estos nutrientes son fundamentalmente energéticos, pero se han vinculado con el desarrollo de patologías metabólicas complejas, sobre todo aquellos de tipo simple.
Según un estudio publicado en la revista Current Diabetes Reports, si tenemos en cuenta que la mujer con sobrepeso tiene un mayor riesgo de experimentar diabetes gestacional, el consumo excesivo de estos nutrientes resulta preocupante.
Quizás la mejor de las alternativas no sea la supresión de estos nutrientes en el menú, pero sí la optimización de los mismos. No es necesario que los hidratos de carbono estén presentes en todas las comidas y en caso de aparecer, habrá que priorizar los de tipo complejo. Estos cuentan con un porcentaje elevado de fibra en su interior, por lo que su digestión se ve retrasada y el impacto sobre las glucemias es menor.
Por último, hay que hablar de las grasas. Lo que la mujer embarazada con sobrepeso debe evitar es la ingesta de ácidos grasos de tipo trans. Estos nutrientes no tienen funciones positivas en el organismo y solo consiguen incrementar los niveles de inflamación y de oxidación en el medio interno.
Por el contrario, es preciso promocionar el aporte de lípidos poliinsaturados, como es el caso de los omega-3. Estos compuestos favorecen el desarrollo del sistema nervioso central del feto y se presume que podrían reducir la incidencia de alergias en un futuro.
Hay que optimizar la dieta para la mujer embarazada con sobrepeso
Según has podido comprobar, resulta imprescindible optimizar la dieta de la mujer embarazada, sobre todo cuando presenta una situación de sobrepeso antes o durante la gestación. De lo contrario, podrían desarrollarse patologías metabólicas que puedan poner en riesgo la salud de ambos con el paso de los años.
Además, cuando la madre tiene sobrepeso y este no se controla, el feto puede desarrollarse con algunas alteraciones físicas o en el funcionamiento de su metabolismo.
Por último, no te olvides que conviene promocionar una serie de buenos hábitos en conjunto, además de mantener una alimentación saludable. Es importante practicar actividad física de manera regular, aún durante el embarazo. Solamente habrá que adaptar la carga a la situación concreta, pero no es buena alternativa dejar de entrenar por completo.
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