Cómo desarrollar el sentido del humor en los niños

El humor ofrece calidez, afirma la personalidad de los niños y contribuye a mantener su buena salud. Conoce cómo fomentarlo.

Si tienes un hijo pequeño, te habrás dado cuenta de que ríe muchas más veces que tú. Según los estudios, lo hace hasta 10 veces más, en un promedio de 400 veces al día. Por eso, como sucede con muchas otras cosas, desarrollar el sentido del humor en los niños se logra con el ejemplo.

Fortalecer su capacidad innata de reír, pasa porque los padres le sonriamos también a la vida. El optimismo se contagia igual como se irradia el disfrute de las cosas cotidianas, el buen ánimo con el que se enfrentan los retos y las dificultades, y la energía que brinda la esperanza. ¡Aprendamos juntos a compartir la alegría!

La risa es buena para todos

En primer lugar, la risa establece un estrecho vínculo entre padres e hijos, y es que no hay mejor manera de conectar con ellos que a través de una buena sesión de risas.

Como leemos en un artículo publicado en la revista Espergesia emociones como el llanto y la risa conectan a los niños con sus cuidadores. Además, sientan las bases de una relación emocional estable sobre la que se construyen relaciones más avanzadas.

Consejos para desarrollar el sentido del humor en los niños

El buen humor se enseña cuando se experimenta. De hecho, la capacidad de sentirlo es fundamental para poder comunicarlo. La risa, la esperanza y el optimismo, se transmiten cuando nos convertimos en la fuente efusiva de esos sentimientos. Los niños así lo perciben y asimilan. Sobre esta base empática, considera estas estrategias para desarrollar el buen humor.

Hacer cosas graciosas

A la hora de compartir con los niños, un excelente pasatiempo consiste en hacerlos reír. Para ello, puedes valerte de estos elementos:

  • Incluir juguetes con elementos sorpresa.
  • Divertirse con títeres.
  • Escuchar canciones con ritmos y letras divertidas.
  • Hacer sonidos agudos, bajos o raros.
  • Jugar a esconder la cara detrás de cualquier objeto, y hacerla aparecer de pronto (puedes usar una máscara para este propósito).
  • Dar nombres inventados, sonoros y creativos a las cosas que los rodean.

Para desarrollar su sentido del humor, practica lo siguiente: combina en un mismo contexto dos elementos incongruentes. Esta es la lógica detrás de muchos chistes y es por eso que resulta gracioso que una hipopótama baile en puntas de pie o ver a un niño en pañales siendo el gerente de una empresa.

Contar chistes

A los niños les encanta reír, y los chistes son una excelente manera de lograrlo. Estos surgen de la necesidad de compartirlos y están influenciados por la cultura, como lo señala un artículo publicado en la Revista de Literaturas Populares. Además, son herramientas perfectas para fomentar la socialización e integrarnos en grupos.

En los momentos difíciles, incómodos o tristes, un chiste puede aliviar las tensiones, ofrecer un espacio lúdico, dar calor de hogar y acercarnos a la infancia. Sin embargo, el éxito de un chiste depende en gran medida del talento del narrador, el contenido y la aceptación. Solo una señal inequívoca informa que el mensaje llegó a destino: la risa.

Reírse a carcajadas

Nunca dejes de soltar carcajadas; permítete reír tanto como necesites, y aún más si puedes contagiar esa alegría a tus hijos y familiares. La risa conjunta es un gran aliado del buen humor y fortalecerá los lazos afectivos que los unen. Si algo te hace mucha gracia, ¡regálate una buena dosis de diversión! Siempre, por supuesto, con respeto y cariño hacia uno mismo y hacia los demás.

Como lo afirma un trabajo divulgado en la revista Tramas, lo cómico y la risa precisan de nuestro abandono, de nuestra entrega y de dejar en libertad al niño que llevamos dentro, esto es, «disfrutar sin represiones, restricciones, remordimientos y prohibiciones el baile, la fiesta, el amor».

Hacer cosquillas

¿A quién no le gustan las cosquillas? Hacerlas (sin ser demasiado abruptas) es una buena forma de potenciar la risa en las personas.

Lo cómico ha de ser placentero y divertido, así lo leemos en una amplia investigación sobre la risa desarrollada en la Universidad de Sevilla. En efecto, existe una conexión entre risa y placer. Por eso las cosquillas no pueden ser demasiado intensas, ni demasiado duraderas.

Sobre la base de esta recomendación, se pueden hacer juegos de cosquillas para ver quién aguanta más tiempo sin reír o quién ríe de verdad más tiempo. Las normas las ponen en consenso, pero lo que queda prohibido es no reírse. ¡El buen estado emocional está asegurado!

Encuentra la parte divertida de las cosas

Ya sea durante un juego de mesa o mientras se hace la cena, para ayudar a los niños a desarrollar un buen sentido del humor, es necesario tener creatividad. Busca aquellas cosas que puedan ser divertidas durante el día y aprovéchalas para pasar un buen rato y que el buen humor esté de vuestro lado. Además de que tu hijo se ría, también lo pasarás bien y verás la vida de manera mucho más positiva. 

«Reírse en medio de aquello que nos atemoriza termina por convertirse en una salida saludable y progresiva con la cual se renueva el alma, se vive de otra manera».

— Lingüista y semiólogo Jorge Eduardo Ureña López —

Con buen humor se aprende mejor

Las risas ayudan a aprender mejor y a sentirse bien con uno mismo y con el mundo que nos rodea. Los niños se darán cuenta de que las cosas están bien y se reirán también contigo. 

Una actitud desenfadada aporta mejor ánimo para aprender, aunque sean cosas serias. Además, las risas y el buen humor propician el desarrollo social y cognitivo de los niños.

Un estudio aparecido en la revista Prospectiva, que relaciona humor, risa y educación, enumera los siguientes beneficios:

  • Crea un ambiente positivo.
  • Evita las agresiones.
  • Aumenta la confianza, el interés y la interacción.
  • Disminuye las defensas y miedos.
  • Desdramatiza los conflictos
  • Ayuda a aceptar riesgos y a sobrellevar los fracasos.
  • Genera más actitudes tolerantes y más cohesión.
  • Estimula un clima de mayor comunicación y sentido de pertenencia.
  • Estrecha las relaciones educador―educando.
  • Motiva a saber más, a encontrar nuevas soluciones.

Aparte de los provechos sociales y educativos, la risa reporta beneficios a la salud. En este sentido, hablamos de:

  • Liberación de hormonas que ayudan a que las personas se sientan mejor rápidamente, como las endorfinas.
  • Reducción del estrés. Se establece una liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina así como se aumenta la liberación de endorfinas.
  • Estimula el sistema inmunológico. Fortalece el sistema inmunológico al aumentar la producción de anticuerpos y células que combaten la enfermedad.
  • Disminución de la tensión muscular.
  • Mejora de los patrones de circulación y respiración.
  • Y elevación de la cantidad de oxígeno en la sangre.

El sentido del humor descubre el sentido positivo de la vida

Estamos ante una creación ingeniosa y genuina del día a día, una posibilidad de ver la vida desde otro ángulo. Porque, como dice el estudio publicado en Tramas, si bien no podemos cambiar determinadas cosas, sí podemos modificar la posición y la forma en que leemos y construimos sus manifestaciones.

La risa revela que una persona se siente feliz, a gusto consigo mismo y con el entorno. No hay nada más bello en la vida que ver la sonrisa de un niño, porque además de contagiar su alegría y bienestar emocional, nos enseña que la vida puede ser más llevadera de lo que los adultos pensamos a diario.

Bibliografía

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