Déficit de vitamina D y diabetes gestacional

Las vitaminas son sustancias indispensables para el crecimiento y el desarrollo del cuerpo humano.
Déficit de vitamina D y diabetes gestacional

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 23 abril, 2022

En la actualidad, se estima que el déficit de vitamina D podría estar relacionado con el desarrollo de la diabetes gestacional y también con la aparición de afecciones en los niños pequeños.

La nutrición es un factor relevante en el desarrollo y crecimiento del feto, así como un elemento básico de la supervivencia. Por tal motivo, los especialistas han comenzado a mostrar mayor interés acerca de cómo se alimenta la futura madre e intentan concientizar sobre su importancia.

Una buena nutrición durante el embarazo puede marcar la diferencia en cuanto a prevención de enfermedades, esto funciona igual para la madre como para el hijo. Se sabe que la diabetes puede afectar a las embarazadas sorpresivamente porque se elevan los niveles de azúcar como consecuencia de los cambios naturales de esta etapa.

No obstante, las mujeres que tienen una diabetes preexistente, pueden mantenerla controlada durante su embarazo por medio de una alimentación adecuada. Al respecto, los estudios han determinado que el consumo de vitamina D podría favorecer el control de este padecimiento y en gran medida también puede contribuir a evitar que sea desarrollada por el lactante.

¿Cuál es la contribución de la vitamina D?

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Los especialistas en neonatología han demostrado que la nutrición juega un papel fundamental en la correcta evolución del feto y también durante el crecimiento de los niños. Por tal motivo, intensificaron la búsqueda de patrones que expliquen la incidencia de ciertos nutrientes durante el proceso de gestación, descubriendo que muchas mujeres presentan deficiencia en el consumo de la vitamina D.

La vitamina D es una sustancia liposoluble que se obtiene de distintos minerales y al mismo tiempo contribuye con la absorción del calcio y el fósforo, dos elementos básicos para lograr la formación de los huesos. En tal sentido, es importante contar con suficiente suministro de esta durante la niñez. Las madres embarazadas deberían consumir un estimado de 600 UI de vitamina D al día.

Investigaciones estiman la prevalencia mundial de deficiencia de vitamina D es del orden de 35% y este porcentaje se incrementa durante el embarazo. En general, este déficit en mujeres de piel oscura, obesas y con baja exposición solar.

Además de la osteoporosis en los adultos y el raquitismo en los niños, el déficit de vitamina D está relacionado con el incorrecto mantenimiento óseo durante el embarazo. Además, estudios afirman que esta deficiencia se asocia con un mayor riesgo de aborto en 24,5 %, diabetes gestacional en un 20 a 80 % y preeclampsia en un 2 %.

De igual forma, el consumo deficiente de esta vitamina durante el embarazo también se asocia con restricción del crecimiento intrauterino, bajo peso del niño al nacer, e infecciones durante el embarazo, como la vaginosis bacteriana.



¿Dónde encontramos la vitamina D?

Esta vitamina se encuentra presente en cierto grupo de alimentos, pero no es muy frecuente de encontrar y en ocasiones es muy poca la cantidad. Se tiene estimado que la mayor parte de vitamina D que recibimos las personas viene de la luz solar y al parecer es la cantidad suficiente para el cuerpo humano. En el caso de las embarazadas, las deficiencias vienen dadas por la contraindicación sobre la mayoría de los alimentos que la contienen, por ejemplo los pescados.

Los especialistas recomiendan que las gestantes consuman suplementos de vitamina D2 y D3. Se considera que en estos suplementos se halla la mayor fuente de vitamina D, sin embargo, también se puede encontrar en los alimentos. Tal es el caso del atún, el salmón, los huevos, la leche, el hígado de res, el queso y los champiñones, aportan cantidades medias.

Es común que algunas marcas comerciales fortifiquen sus productos con dosis extras de vitamina D. Algunos ejemplos incluyen la leche envasada, los cereales, el yogur, el jugo de naranja, la margarina y algunas bebidas a base de soya. De cualquier manera es importante revisar las etiquetas de los productos para cerciorarnos de su contenido vitamínico.

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Modificar pautas

La diabetes gestacional requiere adecuar nuestras pautas alimenticias a fin de garantizar un equilibrio en la absorción de nutrientes. Las deficiencias nutricionales son responsables de gran parte de las complicaciones en el embarazo, además pueden traer consecuencias graves sobre el feto y el recién nacido.

Como sabemos, la dieta de la gestante que padece de diabetes, debe ser fraccionada y equilibrada, puesto que no es conveniente alterar los niveles de glucosa en la sangre. Los regímenes alimentarios de una mujer diagnosticada con diabetes gestacional no difieren mucho de aquellos indicados para personas que sufren esta enfermedad de manera crónica.

Sin embargo, es importante considerar que las deficiencias de la vitamina D, por ejemplo, pueden perjudicar a la madre y al hijo mientras trascurre la gestación. Es por tal razón que los especialistas han diagnosticado muchos casos de diabetes gestacional y diabetes tipo I en lactantes como consecuencia de esta trastorno deficitario.


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