Crear un sistema de recompensas es una excelente estrategia de modificación de conducta cuando es necesario cambiar el comportamiento de los hijos. Los sistemas de recompensa enseñan a los niños a aceptar la responsabilidad de su propio comportamiento.
Tanto los niños pequeños hasta los adolescentes pueden beneficiarse de estos sistemas, ya que los sistemas de recompensas proporcionan motivación e incentivos para seguir las reglas. Pero no se puede aplicar el mismo sistema a una edad o a otra.
Para que un sistema de recompensas sea verdaderamente eficaz es necesario considerar qué es lo que puede motivar a un niño y crear un sistema específico. También hay que evitar la comparación entre hermanos y el fomento de la competitividad entre ellos y asegurarse de que entienden cuáles son sus responsabilidades.
No podemos olvidar algo muy importante: ser coherentes con los premios es fundamental para que el sistema sea eficaz. A todas las edades hay que ser riguroso con la manera de valorar los comportamientos y cumplir con las promesas realizadas.
Sistemas de recompensa para niños en edad preescolar
Uno de los sistemas de recompensa más conocidos para aplicar a niños pequeños es el de pegatinas. El sistema consiste en crear una tabla con las actitudes, acciones y comportamientos que se desean promocionar y darle al niño un pegatina para que la pegue cada vez que cumpla con lo requerido.
Cuando se trata de modificar un comportamiento negativo se puede optar por tener dos tipo de marcado: el positivo cuando lo consiga (por ejemplo, una pegatina verde) y el negativo cuando no cumpla con lo requerido por ejemplo, una pegatina roja o una cruz).
En cualquier caso, es importante probar primero con el refuerzo positivo y evitar en la medida de lo posible el refuerzo negativo.
Lo importante es que el niño pueda ver bien su tabla de pegatinas para poder disfrutar de sus logros y para que también pueda motivarse para conseguir más en el caso de que le cueste lograr las metas.
También existen muchas aplicaciones para móviles que ofrecen diversos sistemas de recompensas para niños pequeños en esta misma línea que pueden resultar muy útiles y motivadores.
Aunque se pueden trabajar varios comportamientos al mismo tiempo es mucho mejor trabajarlos de uno en uno. Una vez que el niño lo ha logrado y ha incorporado ese comportamiento a su forma de hacer las cosas o ha incluido una acción a su rutina no es necesario seguir insistiendo. Es el momento de trabajar con otro.
Para reforzar el comportamiento o el hábito es importante que el niño obtenga el refuerzo inmediatamente después de hacer lo que se la ha pedido.
Sistemas de recompensa para niños en edad escolar
Con los niños en edad escolar se pueden manejar sistemas de recompensa un poco más elaborados y complejos. Con estos niños se pueden emplear tablas con pegatinas que refuercen varios aspectos del comportamiento a la vez. En cualquier caso, a medida que se hacen mayores a los niños no les resulta suficientemente motivador poner pegatinas sin más.
A medida que los niños crecen es importante ofrecerles recompensas más grandes, bien al final del día si han logrado todo lo acordado, bien cuando completan una tabla. Pero esto no significa que tengan que ser recompensas materiales. De hecho, no deberían ser recompensas materiales, salvo que se trate de un gran logro a medio plazo.
Las gratificaciones pueden ser ir a algún lugar, jugar a algún juego concreto o participar en alguna actividad de su gusto. En este sentido, los sistemas de recompensas son una buena forma de racionalizar y organizar el tiempo de juego, el uso de dispositivos electrónicos o la realización de tareas de ocio.
También es importante ayudar a los niños a que consigan los objetivos. Si les marcamos metas muy elevadas, la frustración les va a hacer perder toda la motivación por el premio. Es mucho mejor empezar poco a poco e ir elevando las expectativas en la medida que el niño pueda ir respondiendo a ellas. Una vez que saborea el éxito es mucho más fácil motivarlo para que siga avanzando.
Sistemas de recompensa para preadolescentes
Con los preadolescentes también son muy útiles los sistemas de recompensa, aunque hay que adaptar estos sistemas a su edad, evitando sistemas infantilizantes. Los preadolescentes deben encontrar en estos sistemas una forma de elevación de su autoestima y una motivación para mejorar, y no como una forma de castigo.
En vez de pegar pegatinas, con los preadolescentes funcionan muy bien los sistemas basado en la consecución de fichas o tokens que puedan intercambiar por lo que deseen. Cada premio debe tener un precio, que deben pagar con esas fichas o tokens. Cada actitud o comportamiento requerido debe ser recompensado con un número de fichas o tokens proporcional a su importancia.
Para favorecer la motivación es importante incluir algo que al preadolescente le guste hacer o algo que se le dé mejor, además de algo que sea fácil. Así podrá disfrutar del éxito y será más fácil que encuentre motivación para obtener más haciendo otras cosas que le cuestan más trabajo.