Si piensas que tu hijo es demasiado desorganizado o distraído, es momento de que le eches una mano para que mejore en estos aspectos. Aprende algunas herramientas y consejos para este fin y podrás ayudarle a triunfar, no solo en la escuela, sino también en su vida. Los niños pueden ser desorganizados, pero solo necesitan un poco de ayuda.
Niños desorganizados
Cuando un niño es desorganizado y distraído, puede que también tenga problemas de autoestima debido a esto y a las consecuencias de sus acciones. Claro, son acciones que no son voluntarias, puesto que la desorganización parece que es algo que se hace casi sin que uno se dé cuenta, pero que le cuesta remediar.
Muchos padres pueden relacionarse con la sensación de impotencia de darse cuenta de que su hijo, una vez más, se ha olvidado de hacer una tarea. Los niños pueden ser desorganizados muchas veces, es cierto.
Al aprender los conceptos básicos de ser organizados, administrar el tiempo y centrarse en objetivos atractivos y alcanzables, los niños pueden retomar el camino para hacer las cosas mejor, a cualquier nivel académico y también en la vida.
Herramientas para organizar a los niños
Organizarse puede parecer una tarea desalentadora, pero es tan fácil como guardar las cosas en un mismo lugar. Tener una carpeta para cada tema y mantener las cosas en un solo lugar realmente reduce la ansiedad de no saber dónde está algo.
Además, puedes seguir estos consejos para evitar que tus hijos sean desorganizados:
- Una carpeta para cada tema. En su mente, y físicamente, pueden separar en qué están trabajando. Les ahorra tiempo y energía.
- Separadores de pestañas para cada materia. Usa estos elementos para separar notas, tareas, folletos, pruebas o cuestionarios, y papel.
- Un planificador escrito. En adolescentes, especialmente preadolescentes, el uso de un planificador escrito para las tareas es un acierto. Muchas veces, los niños se olvidarán de las cosas si usan un planificador o agenda.
- Un temporizador de cocina. Esto es para que los niños se tomen el tiempo en serio, trabajen de 20 a 40 minutos, tomen un descanso y luego vuelvan a ponerse. Cada niño es diferente en términos de cuánto tiempo pueden concentrarse en su trabajo antes de necesitar un descanso.
Seamos sinceros: la mayoría de los niños prefiere que le extraiga las muelas del juicio, sin anestesia, que organizar sus carpetas y su mochila con sus padres (y, probablemente, al revés).
Pero la clave del éxito académico radica en estas herramientas y cómo se usan. Hay que darles responsabilidades y que sean consecuentes con las acciones que hacen para evitar que sean tan desorganizados.
El ambiente ideal para hacer la tarea en niños desorganizados
Mensajes de texto, Facebook, videojuegos… Un flujo constante de entretenimiento (y distracción) está al alcance de los niños casi a todas horas. Nosotros, como adultos, tendemos a olvidar cuántas distracciones tienen los pequeños en estos días. Un ambiente de trabajo ideal está libre de distracciones tecnológicas.
Pero, para algunos niños, sentarse solos en una habitación tranquila durante un periodo de tiempo prolongado los hará más propensos a hacer aviones de papel que a completar su tarea.
No todos los niños necesitan un silencio absoluto. Conoce el estilo de estudio de tus hijos. A algunos niños les gusta estar en la cocina porque saben que su madre está cerca.
Una mesa o escritorio grande con espacio para extender libros y papeles es el lugar ideal para hacer la tarea, mientras que el dormitorio, especialmente en la cama, o frente a ella, es el lugar menos ideal porque debería ser un lugar de descanso.
El estilo y las circunstancias de tu hijo
Los adultos, a veces, agrupan inadvertidamente a estudiantes con dificultades, pero es importante reconocer los diferentes rasgos y tendencias de los niños, de manera individual. A nadie le gustan las etiquetas, pero, a veces, es útil dar nombres a ciertos aspectos, aunque solo sea para ayudar a identificar problemas.
Es necesario saber cómo se organizan los niños, como, por ejemplo, el niño procrastinador, el niño sobreprogramado, etc. Si tu hijo tiene dificultades, lo ideal es saber por qué las tiene y ayudarlo a adaptar sus habilidades en cuanto a sus capacidades, así como ayudarlo a adaptar las habilidades de gestión del tiempo, de tarea, de redacción, su método de estudio, sus fortalezas…
Además de encontrar métodos de estudio y objetivos académicos que le convengan, tu hijo también se beneficiará al establecer objetivos de vida que le atraigan. Motivar a los niños para que encuentren lo que les apasiona y encontrar el éxito fuera de la escuela es imprescindible.