El método PLEMA para estudiar

Todos los estudiantes deberían conocer el método PLEMA para conseguir ser más productivos en el estudio.
El método PLEMA para estudiar
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 15 febrero, 2020

Los niños y adolescentes necesitan conocer diferentes estrategias para aumentar el rendimiento a la hora de estudiar. Para poder ayudar a los estudiantes en este aspecto, la psicóloga y pedagoga Rosa Serrate ha escrito una guía para padres y docentes titulada Ayúdale a estudiar. Las claves del éxito escolar. Este maravilloso libro describe diferentes técnicas de estudio, como el método PLEMA, del que hablaremos en este artículo.

Dicho método activo de estudio se divide en cinco fases que hay que seguir para conseguir aprender los conocimientos de una forma efectiva y eficiente.

“El conocimiento es la herramienta que menos espacio ocupa y más rendimiento proporciona”.

-Anónimo-

El método PLEMA para estudiar

¿Por qué se denomina método PLEMA? Muy sencillo, PLEMA es un acróstico formado por la iniciales de cada una de las fases principales que es recomendable seguir para estudiar en profundidad algún tema o lección:

  • Prelectura: implica ciertas estrategias de atención y concentración.
  • Lectura comprensiva: implica seleccionar y analizar la información.
  • Elaboración: implica organizar la información para facilitar el aprendizaje.
  • Memorización: implica retener y fijar en la mente los conocimientos.
  • Autoevaluación: implica tener la capacidad para regular el propio aprendizaje.
    Niño estudiando con el método PLEMA.

A continuación te explicamos en qué consiste cada una de estas fases o etapas del estudio.

Prelectura

Lo primero que hay que hacer al comenzar a estudiar una materia es activar los conocimientos previos a través de la prelectura. La prelectura consiste en realizar una especie de lectura exploratoria, de un modo rápido y fijándose en los títulos y subtítulos del tema. Esto resulta útil para:

  • Tener una idea general del contenido que se va a estudiar.
  • Prestar atención a la información del tema que hay que aprender.
  • Buscar un dato o información concreta (una fecha, un nombre, etc.).

Lectura comprensiva

En esta fase hay que leer despacio, párrafo por párrafo, tratando de entender todo la información que se debe estudiar. Para ello, a medida que uno va leyendo tiene que:

  • Plantearse preguntas relacionadas con el tema de estudio.
  • Subrayar todas aquellas ideas principales y secundarias del texto.

Elaboración

En la fase de elaboración hay que organizar o sintetizar la información para que sea más fácil de asimilar y memorizar. Se trata de modificar, de algún modo, el contenido, relacionando y representando las ideas principales y secundarias que se han seleccionado previamente. Para lo cual se pueden realizar:

  • Resúmenes.
  • Esquemas.
  • Mapas mentales o mapas conceptuales.
  • Tablas.
  • Gráficos.

Memorización

La fase de memorización consiste en comprender la información, retenerla en la mente y recordarla a medio y largo plazo. Según Rosa Serrate, existen cuatro reglas de oro para memorizar:

  1. Estudiar con interés para aumentar el rendimiento.
  2. Repetir, oral o mentalmente, lo que hay que aprender para asentar las ideas en la memoria.
  3. Comprender y entender bien toda la información que se pretende retener, consiguiendo explicar los conocimientos con las propias palabras.
  4. Estudiar las ideas organizadas de una forma lógica.
    Madre ayudando a su hija a estudiar con el método PLEMA.

Autoevaluación

La autoevaluación es la última fase que hay que completar para comprobar que se recuerda todo lo que se ha estudiado. Para ello hay que:

  • Preguntarse a uno mismo las cuestiones estudiadas, comprobando que se consigue explicar dicha información con las propias palabras. Cuando el niño es pequeño, es conveniente que un adulto le ayude en esta fase, realizándole las preguntas de evaluación. Pero en la adolescencia el estudiante debe acostumbrarse a hacerlo solo, siendo su propio juez y logrando autorregular el propio aprendizaje.
  • Comprobar que se sabe la información recogida en los esquemas, resúmenes o mapas mentales elaborados.
  • Repasar todo el contenido, hasta que se está seguro de que se ha asimilado correctamente.

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  • Serrate, R. (2008). Ayúdale a estudiar. Las claves del éxito escolar. España: Ediciones del Laberinto.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.